Bogotá, diciembre 28 de 2016.  “La vida en las calles es dura”… “Tienes que aprender a defenderte”… “El que pega primero, pega dos veces”… Estos y otras frases populares de cuadrilátero son escuchadas a diario en las calles bogotanas. Consejos dados de padres a hijos y que pasan de generación a generación, siendo para muchos niños, jóvenes y adolescentes, uno de los más preciados tesoros para salir adelante en la vida, en el mundo del boxeo.

“No vaya a pelear en la calle”. Ese fue el consejo dado por Luis Ballén a su hijo Orlando. Y ese consejo ha acompañado a este bogotano a lo largo de 47 años de vida repartida entre Colombia y Europa, como si fuera un par de riendas para dirigirle los puños por el camino del bien, a un hombre que hace 37 años golpeaba por primera vez un saco.

Fue criado en la localidad de Santa Fe, pero contrario a lo que pueda pasar con aquellos que saben del talento que tienen, o de aquellos que tiene que aprender a la fuerza alguna manera para defenderse de quienes abusan de ellos, Orlando Ballén pisó un gimnasio de boxeo a la edad de 10 años, en lo que hoy es el Centro de Desarrollo Comunitario Lourdes (CDC Lourdes) porque un amigo del colegio lo invitó. “Yo era muy pasivo, lo que pasa es que cuando llegamos a Lourdes, un compañerito de colegio me trajo acá (al gimnasio)… yo nunca tuve problemas en el colegio, había una pelea y yo me quitaba”, recuerda emocionado.

Todavía recuerda la primera vez que entró al gimnasio. Un lugar prácticamente vacío y sobre el cual había mucho por hacer, pero que no le quedó grande al entrenador Jesús Cuellar, quien fuera el  tutor deportivo de todo aquel que quisiera incursionar en un deporte cuyos logros y fama han sido de arraigo en las regiones costeñas. “Cuando llegamos aquí no había nada, sólo el espacio y estaba por llegar el ring, me acuerdo que tocó ir a traer los tubos para hacer la estructura y poco a poco nos fuimos organizando”, asegura Ballén.

Algo que Orlando jamás llegó a imaginarse ocurrió al poco tiempo de haber aceptado esa invitación. Según el mismo relata: “vine y me amañé. Al mes ya era campeón Distrital”. De allí en adelante comenzó una carrera deportiva que lo llevó a ganar no sólo campeonatos distritales, también fue campeón nacional y no conforme con esto, siguió su carrera deportiva en Europa, donde vivió varios años hasta que regresó a la tierra donde todo empezó.

Antes de que comenzara esta cosecha de triunfos, inclusive antes de que saliera por primera vez de Bogotá para competir en Neiva, cuando rondaba los 12 años, tuvo un factor determinante a su favor, siempre ha contado con el apoyo de sus padres. También ha  recordado su más valioso consejo: “No vaya a pelear en la calle”. El segundo consejo, tan valioso como el primero: “entrene, entrene pero también estudie”. Hoy agradece a Dios, a sus padres y al entrenador Cuellar por guiarlo y dirigirlo en este deporte que hoy es su profesión. Inclusive recuerda con agradecimiento el apoyo de nuestra entidad, en ese entonces Departamento Administrativo de Bienestar Social, en el acompañamiento a ese viaje. “Fue un intercambio entre Lourdes y Neiva y el Director de esa época nos apoyó muchísimo. Él nos llevó” 

No pudo ganar un título internacional porque, según lo referido por él, “la verdad faltó apoyo en esa época”. Sin embargo, cuenta que una de sus mayores satisfacciones fue haber hecho sparring con el campeón mundial Miguel ‘Happy’ Lora, en la ciudad de Montería (Córdoba).

También tuvo la oportunidad de pelear contra el campeón Eliecer Julio, disputando la participación en los juegos olímpicos de Seúl, y aunque no le dieron el título para obtener el cupo, se conforma con la medalla de bronce ganada para Colombia por Julio en esas justas.

“Fue una pelea durísima. Le gané de lejos. Mi entrenador era Rito Rosas. En ese coliseo se hizo un escándalo tremendo porque le dieron la pelea a él. Afortunadamente hizo un buen papel porque cogió medalla de bronce en Seúl”

Pese a este impase, Orlando siguió como pugilista hasta cumplir los 28 años, edad en la que decidió retirarse como boxeador profesional y golpear nuevas puertas, esta vez en la Liga de Boxeo de Bogotá, IDRD, Secretaría de Educación y en algunos colegios, forjándose un nuevo futuro como entrenador.

No quiso hacerlo en otra región del país porque: “en Bogotá dicen que es difícil hacer un boxeador, pero hay muchísima gente y muchísimo potencial en esta localidad (Santa Fe). Aquí yo empecé con colegios. Igual que hizo mi entrenador estoy haciendo, recogiendo la gente que hay por acá, muchachos de colegios que se están perdiendo, que están cogiendo otros caminos y aquí los he ayudado. Han salido muchísimos, no todos en el boxeo, pero los he formado y los muchachos están muy agradecidos”

Y este trabajo ha rendido sus frutos, no sólo en la vida personal, también en la deportiva. En el reciente torneo ‘Copa Navidad’ de la Liga de Boxeo de Bogotá, el poder demoledor de las nuevas promesas de la localidad de Santa Fe en el deporte de las narices chatas, mostró su contundencia. De la mano de Orlando Ballén, con jóvenes y jovencitas, cuya edad oscila entre los 11 y 17 años, la localidad pudo traerse seis (6) medallas de oro, cinco (5) de plata y tres (3) de bronce, conseguidas de la siguiente manera:
 

Medallas de Oro:

Valeria Arboleda

Sebastian  Cuellar

Mateo Cuellar

David Múnevar

Daniel Chasoy

Juan Carlos Mosquera, de 16 años y quien próximamente participará en un mundial, en Rusia.

 

Medallas de Plata:

Yeral Felipe Rincón

Juan  García

Mateo García

Luis Gabriel Amariz

Crutopher Rincón

 

Medallas de Bronce:

Leidy Guisa

Gustavo Gómez

Gabriel Culma


“Los formo acá. Les enseño todo lo que está relacionado con el boxeo hasta cierto nivel. De aquí ellos van para la Liga de Boxeo de Bogotá y de allí pasan para Alto Rendimiento”. Así explica Orlando Ballén el proceso de inicio, crecimiento y desarrollo que ocurre con los pupilos. “Uno mira a los muchachos y ya sabe cual es el que tiene talento”, explica este entrenador, quien es casado y padre de un joven de 19 años y una niña de 13. En cuanto a los requisitos para practicar este deporte, de manera gratuita los aspirantes llenan un formato, fotocopia del documento de identidad, fotocopia de la Eps, autorización de los padres y una entrevista con los mismos para conocer el entorno familiar.

Los horarios de entrenamiento son de lunes a viernes de 8:00 a 10:00 de la mañana, de 3:00 a 5:00 de la tarde y de 5:00 de la tarde a 7:00 de la noche, en la carrera 2 No 4-10, CDC Lourdes. Los sábados acuden a la Liga de Boxeo Bogotá a hacer ‘sparring’.

Si bien es cierto, que ‘el profe’ ha hecho contactos con la Liga y el IDRD, además de que la Secretaría Distrital de Integración Social le facilita un espacio en el CDC Lourdes para que, sin costo económico alguno, la niñez y la juventud puedan practicar boxeo en este humilde y modesto gimnasio, los aportes para continuar esta labor no siempre son suficientes. Orlando reconoce que: “todo esto ha sido siempre de los muchachos, de hacer rifas, obras de teatro. Nos han prestado el teatro para hacer películas, para recoger los fondos para comprar las cosas”. Por tal motivo no cesa de agradecer la colaboración brindada, pero también solicita la ayuda de las autoridades y organizaciones interesadas en apoyar esta causa para poder renovar y adquirir los implementos deportivos y seguir enseñando esta disciplina deportiva, pues para él, más que un sueño, está cercana la posibilidad de sacar de la cantera de la localidad de Santa Fe, un próximo campeón o una próxima campeona mundial de boxeo.