Bogotá, agosto 2 de 2017. Ana María Arias González, a sus 11 años de edad, se precia de iniciar una carrera musical con mucho futuro. Y no es para menos, esta pequeña exalumna del Centro de Desarrollo Infantil Familiar y Rural (CDIFR), ‘El Destino’, de la localidad de Usme, ha centrado toda su atención en el desarrollo de sus innegables facultades musicales, las cuales no ve como una labor o una tarea. Ella misma las define como “lo que más le gusta hacer en la vida” y es esto mismo lo que la impulsa a seguir adelante buscando crecer cada vez más en este aspecto.

La pequeña Ana María, hizo parte de los niños y niñas de la ruralidad que asisten al CDIFR ‘El Destino’, en la ruralidad de Usme. Allí ingresó a los tres años de edad y duró tres años participando. Ella define su paso por este lugar, como uno de los mejores momentos de su vida, un espacio en el cual hizo amigos. Le encantaban las rutinas y actividades que desarrollaban el grupo de profesionales que hacían parte de este servicio, inculcando siempre en ella y a los demás niños y niñas asistentes, valores, entusiasmo y alegría, aspectos que caracterizan perfectamente a Ana María, quien con una gran sonrisa en su rostro recuerda aquel lugar en el cual se divirtió a rienda suelta y de donde emergen para ella siempre los mejores recuerdos de su infancia.

Ana María, cuenta dentro de sus experiencias, el gran esfuerzo realizado para ingresar a la Fundación ‘Batuta’, en donde luego de presentar múltiples pruebas de ingreso, dentro de las cuales se cuentan algunos intentos fallidos, logró ser admitida gracias a su perseverancia a los siete años de edad en este lugar donde interpreta el violín y el corno francés de forma magistral. Es por ello que su rostro se llena de orgullo al mencionar este logro e igualmente sabe que han sido su familia, junto con los aprendizajes y experiencias de su paso por ‘El Destino’, a quienes agradece sus logros y sus metas proyectadas a futuro. Son ellos quienes la han orientado por todo este proceso hasta convertirse en lo que es actualmente, una excelente artista con grandes proyecciones.

Hoy Ana María, a sus 11 años, sueña con viajar por el mundo dando a conocer sus habilidades musicales. Una pequeña gran artista para quien en sus propias palabras, “la casa es el primer hogar y el colegio es el segundo”. Una soñadora que dio sus primeros pasos en la ruralidad de la localidad quinta, un lugar que dejó hace un tiempo, pero del cual extraña sus paisajes, la calma, la naturaleza y todas las bondades de las personas del campo que la vieron crecer.

El Centro de Desarrollo Infantil Familiar Rural ‘El Destino’ se ha consolidado como un espacio en el cual los niños y niñas campesinos de primera infancia interactúan, desarrollan capacidades y aprenden a conocerse, valorarse como sujetos de derecho en un entorno lúdico pedagógico, en el cual la participación activa de las familias de cada niño y niña es fundamental para su adecuado desarrollo, todo ello con el continuo acompañamiento de las maestras y profesionales de la Secretaría Distrital de Integración Social como parte del compromiso con la infancia rural de la localidad de Usme, por una ‘Bogotá Mejor Para Todos’.