Bogotá, octubre 26 de 2017. En medio de un imponente paisaje verde y en plena preparación del sancocho para los asistentes a la Feria de Servicios, organizada por diferentes sectores distritales, hablamos con Alfonso Garzón, un campesino bogotano que encontró en los cultivos orgánicos su sustento de vida.

Nació en la vereda ‘El Verjón’, un lugar que pocos imaginan que existe, pero que hace parte de la zona rural de la localidad de Chapinero.
Hace 6 años con ayuda de Francy su esposa diseñaron y construyeron una hermosa y acogedora casa de madera, rodeada del verde floreciente del campo, donde nacieron sus dos hijos e iniciaron un proyecto que les cambiaría la vida.

Luego de muchos años trabajando en “lo que saliera” sin obtener beneficios decidió atender la propuesta de la Alcaldía Local de generar sus propios ingresos. Fue así como inició con las huertas orgánicas, algo que no le generaba muchas expectativas, pero que luego se convertiría en su sueño hecho realidad y que hoy disfruta gracias al alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño.

 

 

Con un empujoncito y con el interés de brindar nuevas oportunidades a los campesinos de la vereda, la Alcaldía los capacitó en temas de cultivos orgánicos y además les otorgó insumos necesarios como palos, plásticos y semillas para formar sus propias huertas.

Después de 6 años de trabajo, la riqueza natural que posee la vereda ‘El Verjón’ fue deleitada por los asistentes a ‘La Ventana’ el prestigioso restaurante del Hotel Hilton, al cual la Asociación de Pequeños Productores de la Vereda ‘El Verjón’, le vende sus productos.

Periódicamente el chef de este restaurante visita los cultivos, para verificar que sean 100 por ciento orgánicos, que se encuentren en óptimas condiciones y que sean de excelente calidad cómo se les ha garantizado.

Los pedidos que se llevan al hotel son alistados los días martes y jueves. Alfonso se dedica a recorrer finca por finca recogiendo los productos, entre ellos huevos, lechuga, lechuga ‘baby’, zanahorias, moras silvestres y quesos, entre otros productos, para alistarlos, darles una buena presentación y entregarlos los miércoles y viernes en el restaurante de hotel.

Con este nuevo proyecto, en el que Alfonso ha logrado ser independiente, han mejorado muchos aspectos de su vida. Afirma, que al estar más tiempo en casa se ha fortalecido la relación con su familia, el aspecto económico es más estable; es decir, superaron los niveles de vulnerabilidad, lo que les permitió por voluntad propia hacer entrega del servicio de ‘Canasta Rural de Alimentos’, que recibían cada mes por parte la Secretaria Social, para darle la oportunidad a una nueva familia que la necesite.

Aunque para él y su familia todo ha sido ganancia, lo que más satisfacción les genera es poder cultivar productos sin ningún tipo de químicos que dañe la salud de quienes los consumen.