Bogotá D.C., 8 de marzo de 2019. En una cálida mañana de Bogotá, en el jardín infantil ‘Gran Colombiano’ de la localidad de Kennedy, se escucha una voz sonora, dulce y a la vez grave, que por su vibrato se logra percibir que ese canto es fruto de una mujer con un don especial.

Y, así es, se trata de una de las 12 Sabedoras de la estrategia ‘Te respeto, Sawabona’, Bleydy Cortés García, quien desde hace 2 años forma parte de uno de los grandes derroteros de la Administración Distrital, que es llevar a los jardines infantiles el conocimiento afro, negro, raizal y palenquero.

Bleydy, nació en Buenaventura (Valle del Cauca). A sus 8 años llegó a Bogotá con sus padres y su hermana mayor. En esa época, estaba muy marcada la discriminación a los afrodescendientes, pero con las maletas cargadas de sueños y esperanza, abrieron un camino de lucha por la defensa de sus derechos.

“Vengo de una familia de tradiciones. Mi madre era una cantaora, partera y defensora de los derechos Afrodescendientes. Provengo de una familia artística. De ahí mi don por la música y la danza”, expresó Bleydy.

En el seno de su hogar aprendió sobre sus derechos como mujer afro, pero no se quedó con ese aprendizaje guardado, porque a escasa edad luchó por ellos y los aplicó a su vida. Antes no sabía cómo hacerlo, dice, pero hoy tengo conocimientos, convicción y tesón, no solo para hacer valer mis derechos como mujer sino también los de mis dos hijas y, también, de las mujeres Afro.

De todos modos, continúa afirmando, “está el precedente de grandes mujeres que lo han hecho, como por ejemplo mi madre a quien considero la principal luchadora de los derechos de la mujer afrodescendiente. Después de su fallecimiento ella sigue siendo mi motor”, manifiesta la Sabedora.

Es indudable que las mujeres afro en Bogotá tejemos cambios. “Por mi parte, lo hago desde ‘Sawabona’ una estrategia construida con las mujeres representantes afro y la Secretaría Distrital de Integración Social. A mi cargo tengo seis jardines infantiles de Secretaría Distrital de Integración Social en la localidad de Kennedy. Cada mañana, cuando las niñas y los niños me ven llegar, dicen: Llegó la ‘profe’, llegó el Mapalé. Ya saben que es un Mapalé”, expresa con complacencia Bleydy.

Con esta expresión de las niñas y los niños, empieza una jornada de actividades que le apuntan a inculcar en ellos el respeto por la diversidad y tradición cultural. Al ritmo del Mapalé, Bleydy Cortés deja en la niñez un mensaje para transformar relaciones de discriminación y segregación racial.

Desde la Primera Infancia en el Distrito Capital se avanza en desmitificar la diferencia de etnia y género. Y en este sentido, Bleydy viene acompañando a las niñas y los niños para que disfruten el vivir en términos del respeto por el otro, con un mensaje claro y amoroso: “Lo respeto, me respetas”.

En cuanto a su concepto de mujer afro, Bleydy Cortés indica que a pesar del imaginario que se tenía, respecto a que la mujer negra estaba destinada a oficios en la cocina y al servicio doméstico, hoy eso ha tenido un giro importante, “porque ahora la mujer negra se ha superado, es preparada, conoce las políticas públicas que las amparan y asume roles de los hombre que nos identifican y nos hacen fuertes”.

“La historia ha demostrado que con la lucha de las mujeres por sus derechos, hoy en día, tenemos voz y voto, ocupamos cargos que antes eran inconcebibles, y aunque todavía son limitados hemos logrado un escalafón para la mujer y, sobre todo, la conciencia de quiénes somos”, enfatiza.

En el 'Día Internacional por los Derechos de las Mujeres', Belydy Cortés deja un mensaje a la mujer afro de no detenerse en la lucha por sus derechos, porque aunque hay avances significativos el racismo y la discriminación por la mujer negra aún existe y esa es una realidad que no se debe descuidar. “La lucha es permanente y se logra con la preparación profesional, intelectual, espiritual”, precisa con convencimiento.

Al finalizar y entonando la canción: ‘Mujer de carne y hueso’, esta sabedora no sólo deja un mensaje a la mujer negra sino a todas las mujeres, para que se sientan empoderadas de su rol como mujer: “Yo soy como me ven, Paloma en libertad que le roba a la vida momentos nada más. Yo soy la que tú crees, no tengo qué ocultar. Yo vivo sin prejuicios, ni temor a los demás. Soy así, como soy, con mi forma de actuar, soy feliz donde estoy y no voy a cambiar”.