Niños y niñas firman acuerdo de respeto mutuo

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Bogotá, noviembre 21 de 2019. Fueron llegando en grupos de diez y hasta quince, y muy juiciosos se desplazaron por un largo hall, por donde pudieron observar minuciosamente todo lo que veían a su alrededor. Al llegar a la puerta principal de un salón, no paraban de hablar, pero a su vez informaban su procedencia e identidad, a un grupo de hombres y mujeres que se encargaban de inscribirlos a un taller al que habían sido invitados.

Se trataba de los niños y las niñas de los centros amar de la Secretaría de Integración Social, del Consejo Consultivo Distrital de Niños, Niñas y Adolescentes y de los programas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ( ICBF), quienes admirados, no dudaron en murmurar sobre lo hermoso y elegante del sitio donde se encontraban.

“Que hermoso, bonito, mire esas figuras, un piano, huy que elegancia la de Francia”, destacaron varios niños y niñas, entre los 7 y los 14 años, quienes poco a poco se fueron acomodando en un salón de más de 800 metros, que se destacaba por sus cinco inmensas columnas, un atractivo tapete de color verde con círculos amarrillos y más de 200 luminarias que daban luz desde el techo.
 
 
 
 

Más de 150 menores, ya acomodados, se alistaban a participar en el taller ‘Tejiendo significados de las masculinidades con los niños y las niñas’, con ocasión de la semana del buen trato y organizado en el ‘Salón Esmeralda’ del Hotel Tequendama.

El encuentro, organizado por la Secretaría de Integración Social en articulación con las secretarias de Cultura y de la Mujer y el colectivo masculinidades de Bogotá, permitió adelantar actividades pedagógicas y lúdicas, con el fin de desarrollar en los niños conocimientos y capacidades para que ellos puedan reconocer esos roles que se construyen desde la infancia y marcan la diferencia entre los niños y las niñas en roles que ejercen en la casa, en el colegio, en el barrio e incluso en un futuro en sus propias profesiones.

“Los menores, quienes rotaron por cada una de las cinco mesas de trabajo y a través de cuentos, juegos, competencias e interacción, pudieron opinar acerca de lo que percibían sobre lo bueno, lo malo y los riesgos a lo que están expuestos, entre otros”, dijo Aleyda Gómez coordinadora de prevención de violencia de la subdirección para la familia de la Secretaría de Integración Social.

“Fue un espacio de análisis que les permitió dialogar sobre estereotipos como el que los niños no pueden jugar con muñecas, los niños no pueden llorar, los niños no deben hacer actividades de la casa pues son solo para las niñas, el cuidado de los bebes bajo la responsabilidad de las mujeres y adicional como los medios de comunicación emiten mensajes de violencia, como utilizan el cuerpo de las mujeres en la publicidad y el modelaje, generando el cuerpo y la imagen de la mujer como un instrumento y desde una parte sexual”, agregó Gómez.

“Conocieron sobre las condiciones de riesgo a que están expuestos para que lo eviten en un futuro, el no ser agresores ni violentos y se firmó un gran acuerdo en donde los niños se comprometieron a amar y respetar las mujeres de su casa, a su mamá a sus hermanas, su abuela, tías y no ser violentos. Las niñas se comprometieron a respetarse a ellas mismas, a no exponerse a situaciones y a respetar a los niños”, dijo la profesional.

Por su parte, Juliana Salazar Restrepo Subdirectora para la Infancia, destacó que, “con este espacio de diálogo, queremos construir desde sus voces y opiniones nuevas formas de relacionarse con otros, nuevas visiones que transformen la manera tradicional en que mujeres y hombres hemos interactuado. Este taller es propicio, toda vez que estamos conmemorando 30 años de la Convención de los Derechos del Niño, firmado por diferentes países que están comprometidos con el desarrollo de acciones para la protección de los niños y las niñas desde la primera infancia hasta la adolescencia, garantizando sus derechos de manera especial.

A su vez agregó, que, “espacios como éste, nos permiten adelantar acciones que favorecen el buen trato, que como un compromiso de la ciudad, todas y todos sean protegidos de la violencia de género, la violencia intrafamiliar y sexual, que se vive en diferentes entornos, tales como la escuela, el parque y la calle”.

“El resultado fue muy bueno y en las diferentes estaciones preguntaron solo cosas de las mujeres y los hombres y qué pensamos sobre las cosas que hacemos. Realizamos un catálogo y hablamos sobre la igualdad”, dijeron dos de los niños invitados.

A su salida del evento, otro grupo de niñas y niños, no dudaron en calificar como bueno el taller, divertido y de aprendizaje sobre el machismo de las mujeres y los hombres. “El machismo es malo y nos toca respetarnos entre nosotros”, dijo uno de los invitados.

“Tenemos que aprender a valorarnos y a aceptarnos como seamos y no todo el tiempo los hombres tienen que ser los cordiales, sino también las mujeres”, afirmó una de las beneficiarias de un Centro ‘Amar’, quien no dudo en pedir que ojalá los vuelvan a invitar a otro taller, pero en un sitio tan bonito como en el que acababan de estar.

 
 
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