‘Ángel Azul’, madre y líder, quien motiva a los habitantes de calle a través de la música y el arte

Imprimir

 

 
Bogotá, mayo 24 de 2019. Tatiana Andrea Ortiz García, es madre de dos hermosas hijas, cantante y artista desde el primer momento que nació, según asegura. Debido a los genes que lleva en la sangre, donde artistas, músicos, actores, bailarines y cantantes hacen parte su numerosa familia la cual reúne tíos, tías y su padre, un maestro en el teatro y formador de su vida.

Hoy, Tatiana es un ’Ángel Azul’ y actualmente la madre adoptiva de 300 habitantes de calle, quienes a diario asisten al hogar de paso ‘Cr 35’ de la Secretaría Distrital de Integración Social y quienes buscan buenos consejos, orientación y una mano que los guíe a conquistar esos sueños personales, así como lo ha logrado nuestra ‘Ángel Azul’.

Desde muy pequeña fue aprendiendo parte de su vocación por la labor social, la cual heredó de su padre y madre quienes entregados al teatro y el amor de casa, crearon un show de ‘Clown’ y en compañía de Tatiana a una edad muy pequeña, la iban llevando de camilla en camilla en algunos hospitales y clínicas en diferente ciudades del país, contagiando de alegría a cientos de niños y niñas con enfermedades terminales o quemados por el uso de la pólvora y para quienes una sonrisa en sus rostros les cambiaba la vida así fuera por unos segundos de función.

“La adolescencia me trajo consigo esa parte artística en donde incursiono en la música como cantante. Todo gracias al impulso de mis padres y familia. Siendo la hermana mayor de tres mujeres, requería poder brindarles un mejor ejemplo. A la música llego a la edad de 14 años y finalizando mis estudios del colegio, mi padre decide que debo continuar en con mi carrera profesional y así inicio como estudiante en Trabajo Social, profesión que me fue enamorando de la vida y por poder ayudar a otras personas, recordando un poco esos consejos que mi padre me decía cuando pequeña”, asegura Tatiana quien se toma unos minutos de silencio para recordar esas hermosas enseñanzas de su familia.
 
 

La ‘Rockobanda’, ‘Tercer Compás’, ‘Orellana Músic’ son algunas de las agrupaciones en donde Tatiana canta y alegra a cientos de personas que asisten a sus presentaciones los fines de semana y en aquellos horarios extras donde saca tiempito luego de su labor diaria en el hogar de paso. ‘Rock’ y ‘Balada Pop’ son los géneros que más le gusta interpretar. “Subirme a una tarima, cantar la primera canción, sigue dando nervios en todo el cuerpo, siempre será como la primera vez y esa adrenalina y esa pasión por la música a través de mi voz hacen poner a cantar al público”, comenta Tatiana quien no niega la emoción que le produce hablar de su segunda carrera, la música.

Arte y música, una verdadera motivación para la vida.

Durante más de 14 años ha venido combinando su pasión entre las tarimas y su lado social con la gente y en especial aquellas que más lo necesitan. Llegó a la Secretaría de Integración Social como trabajadora social. Primero en las acciones diarias con los habitantes de calle, entre ellas la oferta de servicios con el equipo de contacto activo. Luego el ejercicio de su profesión la llevó a trabajar con niños, niñas y finalmente un paso por acciones dirigidas a la población con discapacidad.

“Recuerdo que la búsqueda de los ciudadanos habitantes de calle y la opción de brindarles un cambio de vida era la única misión del día. Mi parte artística también me llevó a adelantar actividades culturales dirigidas a ellos y en donde creo que a través del arte se generan grandes motivaciones para que una persona abandone el consumo de drogas y retome sus sueños y los proyectos que dejó atrás”, resalta Tatiana.

Ahora ella tiene a su cargo la coordinación de un Hogar de paso para habitantes de calle. Su día inicia, primero dejando lo quehaceres de la casa y la responsabilidad que como madre tiene para con sus dos hijas. “Mi hija también canta conmigo, ha aprendido de mí esa pasión por la música y me ve como su gran ejemplo de vida. Interpretamos canciones juntas y disfrutamos de algunos eventos que compartimos en tarima. Mis hijas también me acompañan a muchas cosas que hago en lo social y aprenden mucho sobre la prevención al consumo de drogas y el daño que puede dejar en tu vida”, menciona Tatiana.

Luego de sus acciones en casa, se convierte en la líder y madre de sus nuevos hijos adoptivos como ella misma menciona, refiriéndose a los habitantes de calle, quienes a diario reciben el servicio en el centro de atención, y que esperan allí en ese lugar, encontrar todo tipo de ayuda que los aleje del consumo y la habitabilidad en calle.

Tatiana también tiene a su cargo más de 70 ‘Ángeles Azules’ los cuales hacen parte de su equipo de trabajo diario y la mano derecha de esas acciones que se vuelven realidad y cumplen los sueños y metas de muchos habitantes de calle que confían en ellos.

“Ahora el centro de atención todos los días tiene una cara más artística y cultural, llegamos con canciones en la mañana, batucadas musicales, hacemos teatro, actividades de integración y confiamos en que el arte nos da una alegría en los rostros, hace parte de nuestra vida diaria y logrará que los habitantes de calle se motiven todos los días a esa nueva vida que han decidido tomar”, destaca Tatiana Andrea.

Ella por su parte, seguirá como madre de tantos hijos adoptivos. Como una vez su padre le enseñó, dará todo de sí para apoyar y lograr esos sueños y metas que tantas personas buscan en los ‘Ángeles Azules’. Sigue ensayando en sus tiempos libres y los fines de semana entrega lo mejor de su voz y pasión por la música en cada tarima a donde es invitada. Como es de costumbre no deja de ‘tararear’ esa canción titulada ‘Cenizas’, un tango que remembra mucho a su abuelita, una mujer luchadora, alegre e independiente que disfrutó tanto como ella ahora lo hace. Tatiana sigue todos los días llevando esa música a cada rincón del mundo y ahora más que nunca, logrando poder cumplir los sueños de muchos que lo necesitan. 

 
 
Facebook