Mujeres exhabitantes de calle, en Chapinero, celebraron mes de las madres

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Bogotá, junio 4 de 2019. “Como llegar a casa”. Así se sintieron cinco mujeres exhabitantes de calle, quienes ahora están en el Centro de Atención Transitorio (CAT), al entrar a un restaurante vegetariano de la localidad de Chapinero, en el que fueron invitadas de honor para celebrar el mes de las madres.

Angie, Amparo, Patricia, Alicia y Paula Andrea son algunas de las mujeres y madres que viven en el CAT de la ‘Carrera 35’. Algunas de ellas llevan meses y otras años tratando de abandonar la habitabilidad de calle, con acompañamiento psicosocial, cuidado personal y seguridad alimentaria.

Mientras disfrutaban de un delicioso almuerzo por la celebración del mes de las madres, estas chicas compartían sus experiencias de vida y de superación.
 
 

Probar y pasar cada cucharada de alimento era como si cada una pasara también su pasado. Han sido víctimas de su propia trampa. Un mal que las llevó al mundo de la calle, las drogas, el alcohol, su refugio durante mucho tiempo, pero ahora con el amor y la ayuda que les brindan en la Secretaría Distrital de Integración Social son mujeres con muchas ganas de surgir, porque no hay imposibles para una persona motivada.

Todo este espacio lleno de cariño fue gracias a Kathleen y Ross una pareja de extranjeros que llegaron a Colombia hace un año a proyectar sus sueños pero también su corazón. Kathleen atendió a nuestras invitadas de honor como unas reinas. Al final hasta torta y brindis hubo. Una mesa exclusiva las esperaba, en medio de un lugar lleno de naturaleza, luz y armonía, degustaron un delicioso plato cocinado especialmente para ellas.

Durante la celebración nuestras chicas hicieron el papel de reporteras. La curiosidad de saber más de Kathleen por su idioma fue más grande. Le preguntaron de ¿dónde era?, ¿hace cuando vive en Colombia?, ¿cómo es su país?, ¿cómo se conocieron con Ross? Todas obtuvieron respuesta y le prometieron que las próximas en invitar el almuerzo iban a ser ellas. Entre risas y preguntas estas madres pasaron un rato agradable que, como decían ellas, hace mucho no pasaban, un almuerzo en familia pero sobre todo un rato con personas que les brindan su respeto y afecto sin rechazarlas.

Con lágrimas y el corazón en sus manos agradecieron a la Secretaria de Integración social y al restaurante por celebrarles y no abandonarlas nunca.

Ellas ahora pueden celebrar el mes de las madres pero también tres años de una nueva vida después del Bronx, porque es muy satisfactorio ver como los sueños y las ganas de salir adelante de estas mujeres, es más grande que su pasado.

Actualmente tienen en su pensamiento trabajar y darles una mejor calidad de vida a sus hijos. “Así como han perdido, también han ganado”, dijo Paula Andrea al finalizar una tarde maravillosa.

 
 
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