Sesenta ciudadanos habitantes de calle disfrutaron del paisaje de Sumapaz en la vereda Nazareth, invitados por la Dirección Territorial, la Subdirección para la Adultez y la Subdirección de
Puente Aranda-Antonio Nariño de la Secretaría de Integración Social al parque temático Chiquen.
Con el fin de integrar a personas en proceso de inclusión social para que conocieran formas sustentables de aprovechamiento de recursos naturales y brindarles al mismo tiempo herramientas para el emprendimiento basadas en el cultivo, uso y transformación de plantas medicinales, los participantes de la organización de personas habitantes de calle, Lazos Unidos Mediante Esperanzas Nuevas “Lumen” de la SDIS, en una visita guiada iniciaron un recorrido por las unidades agroambientales del parque Chiquen.
La mesa interinstitucional La Esperanza con el apoyo de la Subdirección de Puente Aranda y Antonio Nariño y colaboradores del Hospital Nazareth organizaron el recorrido por la región, con visita a la Laguna de Los Tunjos, recorrido al programa de Ecoterapia, ida al río y actividades de recreación para los menores.
Nunca habían salido del centro de la ciudad y esta visita fue para ellos muy especial porque vieron un paisaje distinto, enmarcado por frailejones en todo su esplendor.
Caminaron alegres con la familia y hasta con nietos pequeñitos disfrutando del paisaje y recibiendo información de la geografía de la región. Cada uno llevaba una historia a cuesta, las señales de la vida en la calle se reflejaban en cada cicatriz y arruga que cruza prematuramente en sus rostros y los niños ajenos a todo, correteaban tras cualquier cosa.
Por ejemplo, Luis Fernando López salió a hacer un mandado cuando era un niño, se perdió y nunca encontró a sus padres, hoy tiene 48 años y nunca ha sabido lo que es un hogar, vive en el sector de Las Cruces, hace labores de carpintería donde lo necesiten y su única familia es un hermano que vive en el cerro de Monserrate, “sólo tengo el apoyo de los servicios de ustedes en comedores y duermo en la casa. Sólo he sabido que mis papás se fueron de acá de Bogotá, no tengo hijos ¿para qué? estando tan fregada la supervivencia, apurado puede vivir uno solo…” dice pestañeando con sus grandes ojos verdes.
María del Pilar Rodríguez, por su parte, dijo orgullosa que es la presidenta de la Mesa de la Esperanza, mientras camina con dificultad debido a una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, EPOC, “hace muchos años que sufro esto porque cociné en fogón de leña, además fui fumadora de las que empezaba un cigarrillo con otro. Estoy esperando un documento de la UAESP para empezar a trabajar como recicladora en la localidad Antonio Nariño”.
Otra pareja que estaba celebrando su reencuentro es la conformada por José Manuel Rincón y Ana Isabel Chaparro, quienes desde muy jóvenes se conocieron y tuvieron dos hijos. Ana Isabel dice “él se volvió intenso con las drogas y me separé, me uní con otra persona que mataron, y tuve otros dos hijos. Hoy estamos todos acá invitados por José, la familia es ahora grande, pues ya tenemos nietos y pensamos en organizarnos nuevamente. Este paseo ha servido para encontrarnos porque hacía doce años que no nos veíamos”. Se ve muy contenta e ilusionada en que esta vez sí les va a ir muy bien porque José Manuel está rehabilitado.
José trabaja reciclando y ella en un restaurante o donde le salga algo porque la situación es muy difícil. Viven seis personas incluidos los niños en una pieza, les toca dar doce mil pesos diarios y se ven apurados para conseguirlos, a veces ella vende dulces en los buses para rebuscarse cuando le fallan los esporádicos trabajos.
Todas estás vidas están cruzadas por los mismos malos recuerdos, cada vez que salen de sus bocas las historias, los ojos se les humedecen, les llegan los malos recuerdos de una infancia atravesada por el abandono, malos tratos y abusos sexuales.
Pero este día es de goce, ir al río a bañarse, recibir regalos y olvidar por un corto tiempo todo lo malo. Así que era incomodo continuar haciéndoles preguntas que quizás ellos no querían responder. ¡Todos al río! gritó Lucy Martinez, y de esta manera se dispersaron para disfrutar del día.