Hacer el vestido no fue fácil. Tuvo que cortar lonas, coserlas, ponerle caucho a la falda, adherirle flores, botones y cintas y finalmente modelarlo. Situación nada sencilla considerando su edad. Sin embargo, con garbo y soltura, desfiló por la pasarela de madera del Teatro de la subdirección local de Usaquén.

 

“Para el vestido nos iban ayudando los talleristas del Centro Día ‘Casa del Árbol’. Ellos nos guiaron sobre cómo hacerlo y qué materiales utilizar. Llevo asistiendo más de un año al Centro y me siento feliz por los ejercicios físicos, por reunirme con mis compañeros y participar en las actividades que hacen”, asegura doña Claudina, quien modeló para más de 600 personas mayores, quienes estuvieron en el evento.

 

No fue la única. En las actividades que se realizaron en el lanzamiento también hubo danzas, flamenco, bambuco, carranga y otros bailes típicos, que fueron animados por las personas mayores, quienes se sientes más vivos que nunca en estos espacios.

 

“Creo que la vejez es bonita por las experiencias que uno tiene, la sabiduría. A mí me gusta lo de agricultura, amo la tierra y los niños. Lo más feo de la vejez es tal vez que a uno lo hagan al lado. Las personas mayores todavía tenemos mucha vida por delante, necesitamos es compañía”, agrega Doña Claudina mientras sonríe. La vida brilla en sus ojos.

 

El evento, que duró cerca de cuatro horas en donde, hasta en los pasillos del teatro, se veían personas mayores bailar, también hubo un encuentro intergeneracional. Silbidos y aplausos salieron de las manos arrugadas de los participantes, hacia los escolares, quienes les brindaron un tributo con ritmos mucho más modernos y juveniles.

 

“Bogotá cumple años y nosotros las personas mayores somos sus quinceañeras por eso lo celebramos”, dijo apoyada sobre su bastón, Anita Peña, otra de las participantes, y quien, con rosas hechas de papel crepé, mandaba besos a quienes la observaban.

 

 “Cuando nací, pobreza, me seguiste, me mirabas a través de las tablas podridas por el profundo invierno”. No le bastó con el desfile. Doña Claudina también recita poemas, y con esta frase, se despidió del auditorio. Se sentía feliz. De nuevo se sintió querida.

 

Las actividades del mes del envejecimiento y la vejez, se desarrollarán a lo largo del mes por todas las localidades. El mensaje es claro, las personas mayores son seres llenos de vida y energía, sólo necesitan los espacios para demostrarlo.