‘Volví a ver la vida con mucha alegría’, el testimonio de Aura Rosa, persona mayor del Centro Día Bosa Porvenir

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• El Centro Día Bosa Porvenir tiene una cobertura de 490 personas mayores, realiza encuentros virtuales, seguimiento telefónico y visitas domiciliarias a quienes están vinculadas al servicio.

Bogotá, DC, 15 de julio de 2020. Aura Rosa Ospina es una persona mayor que a sus 87 años, según ella, volvió a nacer y gozar la vida, gracias a todo lo que aprende y disfruta desde su vinculación al Centro Día en Bosa.

Aura Rosa es caldense y dedicada al hogar y a la familia. Hace 17 años quedó viuda y desde entonces comparte mucho con sus tres hijos. Gladys es su hija mayor, tiene 62 años y ha sido su más cercana compañera y amiga.

“Pensé que mi madre debía seguir con actividades propias para ella y me acerqué a la Subdirección Local de Integración Social en Bosa. Me informaron de los servicios integrales que reciben las personas mayores y cómo pueden mejorar su calidad de vida. Pueden hacer manualidades, gimnasia, teatro, nutrición, cuidados en salud y danzas. Eso me emocionó porque sabía que mi madre iba a tener un cambio muy positivo para su vida y su diario vivir”, destaca Gladys.
 

Aura Rosa participa en el Centro Día Bosa Porvenir en talleres de danzas y actividad física. Le encanta la interacción con sus compañeros. El cariño y buen trato de los docentes y profesionales obraron un cambio en su mente y su corazón.

“La transformación fue asombrosa. Después de ser introvertida y malgeniada, mi madre se volvió alegre y espontánea. Yo no podía creerlo. Mi mamá era otra persona, ahora se le notan las ganas de vivir gracias a las actividades y al amor que le dieron en Centro Día. Estoy muy agradecida”, expresa Gladys, emocionada al reconocer lo que ha ocurrido.

Ella empezó a grabarle pequeños videos y a tomarle fotos de las actividades que adelantaba en el Centro Día para enviarle a sus hermanos. Esta acción logró despertar las emociones de todos, afianzando los lazos personales, cerrar duelos y perdonar algunas situaciones pasadas vividas al interior de la familia.

Piedad Pinto, acompañante social del Centro Día Bosa Porvenir, destaca que “Aura Rosa era una persona callada, asilada, pero con el transcurrir del tiempo y de las actividades se unió al grupo y fue ganando confianza. Empezó a contar chistes y a participar en todo. Es una persona alegre y feliz que vive la vida con optimismo y esperanza”.

Pese a la cuarentena, sus hijos no pierden oportunidad para conectarse con ella y disfrutar de su compañía. Se sienten más tranquilos y entienden que, gracias al apoyo psicosocial, afectivo y al aprovechamiento del tiempo libre, las personas mayores puedan volver a disfrutar de la vida.

El Centro Día Porvenir en Bosa tiene una cobertura de 490 personas mayores en condición de vulnerabilidad. Realiza encuentros virtuales y seguimiento telefónico para identificar situaciones de fragilidad social, hace visitas domiciliarias y vela por el bienestar de las personas vinculadas al servicio.
 

 
 
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