- Con un taller de música, las personas mayores del Centro Día La Casa en el Árbol de la localidad de Usaquén se reencuentran con sentimientos y tiempos de antaño, propiciando momentos que contribuyen a mejorar su salud mental.
- Al ritmo de famosos boleros, son cubano y cumbias aprenden a tocar varios instrumentos que regocijan el alma.
Bogotá, D.C., julio 29 de 2022. Boleros tan famosos como: “Sabor a mí”, “usted”, “los aretes de la luna”, son algunos temas musicales que han inspirado a las personas mayores del Centro Día La Casa en el Árbol a enamorarse de la guitarra, el clarinete, el bongo, entre otros instrumentos que aprenden a tocar, como parte de las actividades lúdicas y recreativas que ofrece el lugar.
La cita con la magia de antaño son todos los lunes y viernes en el Centro Día la Casa en el Árbol de Subdirección para Integración Social de Usaquén, allí las personas mayores se reúnen para aprender a tocar guitarra, clarinete, órgano, maracas, bongo y flauta, elementos que los hacen soñar y les recuerda esas bonitas épocas de juventud.
“La música es un refugio para ellos, cuando recuerdan y evocan tiempos y logran encontrarse con el instrumento, el ritmo y la letra; la felicidad invade sus corazones, este es un encuentro mágico, para que se olviden de las preocupaciones”, destacó la docente especialista en pedagogía musical del Idartes, Eliana Yolima Orjuela, quien orienta el grupo de personas mayores.
Los asistentes al grupo tienen niveles de conocimiento muy diferentes, esto enriquece las sesiones porque hay retroalimentación de cada una de las partes.
En el grupo se destaca personas como Edgar, quien toda su vida ha sido músico, esto le da un bagaje y conocimiento difícil de igualar; también esta Neftalí cantante toda la vida; o Ismael, percusionista quien domina a la perfección los tambores y el bongo.
También está Ciro Antonio García, quien a sus 70 años de edad, nunca había tenido contacto con algunos instrumentos, ni mucho menos imaginar hacer parte de un grupo musical. Él hace parte de este taller, el cual ayuda a Ciro a sobrellevar los inicios de un Parkinson que no le limitan para ponerle sabor y ritmo a la hora de tocar.
“Quizás en un mañana, mi anhelo es poder tocar un instrumento, poder un día lograrlo y decir yo también sé, para mí la música es algo fundamental, me inspira, me acerca con lo que más me gusta, el sonido de los instrumentos o la letra y alegría de las canciones me alegra inmediatamente, me relajo y siento que soy capaz de moverme y hacer cualquier cosa, por eso me gusta mucho este taller de música”, afirmó Ciro Antonio.
El contacto y exploración con la música, cantar y evocar ritmos populares, acerca a las personas mayores y los integra como familia, liberándolos de conflictos y tensiones.
Otros ritmos alrededor de los cuales recrean el conocimiento musical son: el Son Cubano, con una canción infaltable, “El Carretero”, aunque el repertorio general de estos músicos mayores incluye bambucos, pasillos, pasando por la música de carranga, hasta llegar a esas reconocidas y alegres canciones interpretadas Rodolfo Aicardy y Guillermo Buitrago.
El taller de música y arte dura aproximadamente ocho meses, tiempo en el cual se espera alcanzar un buen nivel musical, llegando a tener presentaciones al público, principalmente se espera poder llegar a un encuentro familiar musical con todos los beneficiarios del Centro Día La Casa en el Árbol.
En los contenidos musicales, el gusto y preferencia de las personas mayores marcan la pauta, esto ha garantizado el éxito del taller, porque a pesar de tener una conductora del grupo, todos los asistentes se sienten en libertad de crear, improvisar y proponer esto ha permitido que desaparezca en muchos de ellos el temor por atreverse a tocar un instrumento sin tener ningún conocimiento.
El Centro Día La Casa en el Árbol de Usaquén propicia momentos de interacción y goce para las personas mayores, acercándolos a espacios de desarrollo personal y grupal, favoreciendo sus habilidades y facilitando su reencuentro con los valores y gustos de antaño como la música, ese refugio para el alma.
