Bogotá, septiembre 28 de 2018. Cansadas de recorrer las frías calles del sur de la ciudad y decepcionadas porque su juventud se estaba pasando, sin contar con una oportunidad laboral que les permita progresar, Alejandra, Sandra, Estefanía y Aura decidieron un día buscar alternativas para que sus vidas cambiaran.

Cada una por su lado y provenientes de distintos sectores de la ciudad, coincidieron en un mismo sitio y con un mismo propósito. Llegaron al Centro de Desarrollo Comunitario Colinas, de la localidad Rafael Uribe Uribe, con el fin de realizar un curso de gestión administrativa que dictan profesionales del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), en asocio con la Secretaría Social.

El 24 de julio de 2018 se les abrió la misma puerta y se vieron cara a cara por primera vez. Las jóvenes Alejandra Olaya, Sandra Bolaños, Estefanía Ariza y Aura Soriano, hoy habitantes de la localidad, parecía que se conocieran de toda la vida.

Primero y como coincidencia, iniciaron un curso de archivo y posteriormente, durante 40 días, el de gestión administrativa.

 

Concluida la teoría, llegaba la práctica, lo que las llevó a unirse para presentarse en grupo al proyecto final. Puede ser un producto o un servicio que la gente necesite, algo útil y divertido, decían las estudiantes, tras generar algunas ideas.

Pero las cuatro batalladoras mujeres, no solo pensaban en el trabajo final, sino soñaban con tener su propio negocio, ser sus propias jefes y de toda una industria. De ahí nació la idea de un proyecto, que las encaminaría hacia nuevos horizontes.

El proyecto, que hoy es una realidad, cuenta con certificado de existencia y representación legal de la Cámara de Comercio hasta el 30 de agosto de 2021 y se llama ‘Stamp Génesis’, microempresa de estampados cuyo objetivo principal, es el plasmar aplicando tintes o pigmentos sobre un patrón grabado en un textil y bajo el slogan ‘personaliza tus días según tu imaginación’.

Las osadas empresarias, determinaron por unanimidad que en cabeza de Alejandra Olaya estuviera la dirección general, la gerencia de compras en Aura Soriano, como diseñadora gráfica Jeimy Ariza y la responsable de recursos humanos: Sandra bolaños.

CDC Colinas de Rafael Uribe, el punto de partida.

El Centro de Desarrollo Comunitario (CDC), Colinas hace parte de una de las unidades operativas pertenecientes a la Secretaría Social y es uno de los centros de impulso para el mejoramiento de la calidad de vida de miles de personas que se benefician de sus servicios que son completamente gratuitos.

A este espacio de encuentro social y de orientación y promoción de procesos formativos, culturales, productivos, recreo-deportivos y comunitarios, llegaron las nuevas empresarias, encabezadas por Alejandra Olaya, una joven ibaguereña que decidió enamorarse de un bogotano, luego de conocerlo en una discoteca de su natal ciudad y quien con sus encantos la convenció de venirse para la capital. Su entrega, su perseverancia y deseos de salir adelante, la llevaron a estudiar los lunes, martes y viernes de 8 de la mañana a las 12 del mediodía. Fue allí donde conoció a las que hoy son sus socias de aventura.

El proyecto, dice Alejandra, “se basa en una microempresa que nos permite proyectar los conceptos teóricos como los prácticos y para llevar un buen balance económico gracias a los conocimientos que aprendimos. Los pusimos en práctica y de la experiencia que adquirimos hasta el momento, tenemos unas buenas bases para un futuro”.

Sandra bolaños Triana, oriunda de la Palma (Cundinamarca), llegó a la capital desplazada por la violencia. Madre de una niña y desempleada, decide acercarse al Centro de Víctimas donde le brindaron información sobre el Centro de Desarrollo. Al llegar al mismo aceptó no solo estudiar, sino la propuesta de sus nuevas compañeras.

“Llegué a los 17 años a Bogotá, procedente del campo donde vivía con mis padres y tuve la oportunidad de estudiar archivo, gestión administrativa y servicio al cliente, durante el presente año. Hoy estoy feliz con el grupo, porque hemos creado una alternativa muy buena, porque aprendemos cosas que nos pueden servir para el futuro”, dice emocionada, a la vez que destaca que ya le recomendó a una amiga, el aprovechar la oportunidad que les están brindando en el CDC.

Del grupo hacen parte Aura Soriano Barragán la soltera del ‘parche’. Esta bogotana tuvo la suerte de conocer a la profesora Clara Tuta, directora de la Fundación Semillas de Amor y Vida, quien la orientó y dio conocer los cursos del CDC.

Califica a sus compañeras como excelentes amigas y personas, lo que la llevó a aceptar la nueva oportunidad que les brinda la vida. “Estampamos camisetas con la imaginación del cliente, con la imagen que ellos quieran. Utilizamos pintura roseta que no destiñe al lavar, la figuras o imágenes las bordeamos a mano con pincel.

Incluso, el programa de gestantes que adelanta la Secretaría Social, fue puente para que Estefanía Ariza Arredondo continuara supliéndose de los servicios del CDC Colinas. Esta bogotana, madre de un niño de 4 años, aprovechó el mensaje que su prima público por redes sobre el curso de archivo y al estar sin trabajo, se inscribió porque había que buscar alternativas, y también termino igualmente el curso de gestión administrativa.

“Queremos tomar riesgos para lograr un diario vivir, y estamos fortalecidas. Gracias al apoyo de nuestras familias, que nos encargan camisetas”, concluyó Estefanía, tras agradecer al profesor Carlos Enrique Ortega y a los servidores de la subdirección local de Rafael Uribe, que se han convertido en el apoyo para quienes desean surgir y salir adelante.

De esta manera la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ continúa comprometida con el trabajo integral y aporta a la transformación de las condiciones sociales de las poblaciones y sus territorios, reiterando que la exclusión se constituye en barrera para el goce pleno de los derechos de los ciudadanos y se debe brindar un acceso real a oportunidades que fortalezcan una vida digna.