Bogotá, agosto 1 de 2019. Bajos ingresos, cambio de trabajo con menor remuneración y pérdida de empleo de uno de los integrantes de la familia, entre otros, conlleva a cambios en los hábitos de compra y consumo de algunas personas, que a pesar de ser propietarias del lugar donde habitan, sus ingresos por lo insuficientes no les permite cubrir sus necesidades.

Este fenómeno que se viene presentando en todo el país, especialmente en familias de estratos 3, 4 y 5, se conoce como pobreza oculta y los ha llevado ,como en el caso de Bogotá, a acudir a algunos servicios que presta la Secretaría de Integración Social, como los comedores comunitarios para cubrir sus necesidades de alimentación.

En las localidades donde más se ha detectado esta problemática están Usaquén, Barrios Unidos, Teusaquillo y Chapinero, que al igual que en todo el territorio nacional, están cobijadas por una estratificación socioeconómica consistente en la clasificación de los domicilios o viviendas a partir de sus características físicas y el acceso a infraestructura de servicios públicos, vías, salud, educación y recreación, dividida en seis grupos o estratos.

A raíz de esta situación, la Secretaría de Integración Social y la Universidad de La Salle, hicieron un amplio análisis sobre este fenómeno, tomando como punto de partida la localidad de Chapinero, sector céntrico de la ciudad en donde se han detectado diversos casos.

En el foro se trataron temas como las implicaciones a nivel psicosocial que conlleva esta problemática, las barreras que limitan el acceso a los servicios y los retos que la política social plantea por parte de expertos como Indhira Serrano, Felipe Arias y Liliana Pulido, directora de la Dirección de Análisis y Diseño Estratégico (DADE). También se presentaron algunas historias de vida con varios casos que la localidad de Chapinero ha detectado.

De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DANE), cada vivienda se clasifica dentro de uno de estos, lo que sirve de base para el cobro de tarifas de servicios públicos domiciliarios, e impuestos asociados al inmueble, siendo las tarifas más bajas las correspondientes a estratos 1 y 2 y las más altas los estratos 5 y 6.  

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