“Gloria a Dios encontré El Centro ‘Abrazar’”, Eliana migrante venezolana

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Enero 2 de 2020. “Gloria a Dios encontré El Centro ‘Abrazar’”, Eliana migrante venezolana

En una noche del año 2017 planearon la salida y en la mañana siguiente, de un día entre semana despuntando el alba, Osvaldo de 22 años y Eliana de 18 años embarazada y junto con sus dos pequeños salieron del país, cuando en Maracaibo la situación se volvió tensa y la comida comenzó a escasear en la mesa. Estos dos jóvenes huyeron a la madrugada y no pudieron ni abrazar a su familia, solo a través de una corta llamada, en medio de sollozos se despidieron y emprendieron camino rumbo a Bogotá, Colombia.

Eliana Sánchez es una joven de Maracaibo, en el Estado de Zulia (Venezuela), actualmente tiene 19 años y llegó a Bogotá con su esposo e hijos hace un año y medio corriéndole a la escasez de alimentos y medicamentos que hoy enfrenta su país. Como muchos de sus compatriotas llegaron a la capital colombiana en búsqueda de un mejor futuro y para ayudar a los que se quedaron en Venezuela sufriendo la situación del actual gobierno, que ha llevado a su pueblo a la mendicidad y a un éxodo hacia los países fronterizos y a muchos otros países del cono sur.

“Mi esposo, mis hijos y yo salimos de Venezuela porque la situación nos obligó. Tuvimos que emigrar de la nada, sin recursos económicos, ya que el salario mínimo no nos alcanzaba ni para las tres comidas. Solo podíamos comer una vez al día, y los adultos aguantamos, pero los niños no. Así duramos siete meses de mucha escasez hasta que nos decidimos y salimos en búsqueda de nuevas oportunidades”, recuerda Eliana Sánchez.

Esta joven pareja después de caminar largos días y pedir que los llevaran en camiones y mulas llegaron a Barranquilla, pero ahí el ambiente fue bastante hostil y los rechazaron, les decían que se marcharan de nuevo a su país, que no eran bienvenidos, y toda clase de comentarios.
 

Por eso persistieron en su idea inicial de llegar a la capital. Aterrizaron en la Terminal de Transportes de Bogotá, en el Salitre y de ahí se trasladaron a la localidad de Santa Fe, en pleno centro de la ciudad, en una posada en la que pagan un paga diario para tener el derecho de usar un camarote que le cuesta a toda la familia unos 16 mil pesos: 6.000 por cada adulto y 2.000 por cada niño mayor de dos años.
Eliana y su esposo para recoger el dinero del paga diario debían trabajar con los niños en la calle, Eliana vendiendo dulces en los TransMilenios y Osvaldo limpiando ventanas de carros en los semáforos. Cuando les iba bien conseguían 20 mil ó hasta 30 mil, con eso les alcanzaba para pagar el camarote y con lo que les sobraba compraban comida.

“Cuando llegamos a Bogotá fue fuerte por el frío, el hambre, todo nos pegaba muy duro, llegamos al Terminal y como habían paisanos decidimos caminar hasta el Centro y pedir comida en los restaurantes. Tuve que dejar la pena y montarme en los TransMilenios. Con hambre se va la vergüenza, y pues la verdad muchos colombianos me ayudaron”, comenta Eliana.

Sin embargo, esa época fue cuando recién llegaron. Hoy por hoy están mucho más tranquilos porque han creído en las ayudas que ofrece el Distrito para el migrante en condiciones de vulnerabilidad. Eliana ya dio a luz y su bebita tiene siete meses, desde hace 15 días Eliana, sus dos hijos y su pequeña bebé se están beneficiando del servicio que ofrece el Centro ‘Abrazar’ y de la ‘Sala Amiga de la Familia Lactante’ para madres gestantes migrantes de la ‘Plaza del Doce de Octubre’.

Eliana tuvo la fortuna de encontrase con una persona del chaleco azul que se acercó y le ofreció los servicios para amamantar a su bebé, y dejar a sus hijos al cuidado y protección en el Centro ‘Abrazar’ y ella al comienzo del proceso tuvo sus prevenciones por temor a que le quitaran la custodia de sus hijos. No obstante, Eliana veía una oportunidad para su familia y se fue interesando más en el programa. Días después llegó al Centro ‘Abrazar’ y asistió a las charlas y fue así ingresó al lugar. Ahora se siente tranquila porque sus hijos están en un sitio seguro donde los cuidan, los educan y alimentan correctamente, mientras ella junto con su esposo trabajan para tener un techo y comida caliente cada día.

La ‘Sala Amiga de la Familia Lactante’ para madres gestantes migrantes se dotó gracias a una alianza con la Fundación ‘Save the Childrens’. Además, se contempla en un futuro cercano la entrega de un apoyo económico por seis meses, acompañado de talleres pedagógicos en lactancia materna y alimentación complementaria. Esto hace parte del trabajo que la Secretaría Distrital de Integración Social realiza en promoción, protección y apoyo a la lactancia materna en Bogotá.

Con la apertura de esta ‘Sala Amiga de la Familia Lactante’, el Distrito busca garantizar el derecho a la alimentación y nutrición saludable de las niñas y los niños desde su nacimiento y el derecho de las mujeres a amamantar.

Las ‘Salas Amigas de la Familia Lactante’ son espacios que cumplen con las condiciones requeridas para que las mujeres lactantes amamanten a su bebé o se extraiga y conserve su leche con privacidad, comodidad y bajo normas técnicas de seguridad para alimentar a su bebé cuando hay separación temporal. El Centro ‘Abrazar’ ofrece apoyo alimentario, estado nutricional, orientación para restablecimiento de derechos y orientación jurídica a las familias. La capacidad de la sala es para atender hasta 20 madres al día en consejería y cuatro puestos fijos disponibles para extracción de leche materna.
 



En el Distrito funcionan 342 Salas Amigas de la Familia Lactante en los ámbitos institucional laboral y comunitario para que la mujer pueda extraer su leche materna y conozca más sobre la lactancia y alimentación infantil, de ellas 288 están ubicadas en los jardines infantiles y casa de pensamiento intercultural de las 20 localidades de Bogotá, 16 en entornos comunitarios y 38 corresponden a entidades públicas y privadas en el entorno laboral. A través del funcionamiento de las ‘Salas Amigas de la Familia Lactante’ se logró crear conciencia de la importancia de la práctica de la lactancia materna.

Eliana reconoce que sus hijos están de mejor semblante y lucen más fuertes debido a la buena nutrición y le agradece al cielo por encontrar el Centro ‘Abrazar’ en este duro camino del migrante con un bebé en brazos. Además Eliana como usuaria aprendió que la leche materna contiene las grasas, proteínas y carbohidratos en combinación perfecta para las necesidades de su bebé y que contiene anticuerpos para ofrecer protección activa contra enfermedades.

Finalmente para el Centro ‘Abrazar’ el logro más destacable del centro es que creó conciencia en las madres lactantes sobre la importancia en el desarrollo y crecimiento de sus bebés hasta como mínimo los dos primeros años de vida, como un alimento completo con todos los nutrientes requeridos. Por otra parte ver como se fortalece el vínculo afectivo entre la madre y el niño, es la recompensa y razón de ser de las ‘Salas Amigas de la Familia Lactante’, que buscan mejorar la calidad de vida de madres y sus pequeños.


 
 
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