Centro Amar, un espacio para mitigar el trabajo infantil

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Bogotá, D.C 5 de abril de 2022.  Surisaday Jaramillo es una mujer migrante, madre de 2 hijas, quien hace 16 meses llegó con su familia a la ciudad de Bogotá, sin redes de apoyo, ni recursos económicos, encontró en el Centro Amar Sol y Luna de la Subdirección Local de Usaquén una oportunidad para superar sus difíciles condiciones y empezar un nuevo camino.

Proveniente de Guaruco, municipio del centro de Venezuela, arribó a la ciudad de Bogotá en compañía de Juan Carlos Briceño, su esposo y sus hijas: Susej Saray y Carla.

Surisaday y su esposo, debido a la falta de oportunidades laborales decidieron montar un negocio personal dedicado a la venta de accesorios para celular, tinto, comestibles y golosinas.

Para ellos, una de las situaciones más difíciles era tener que adelantar sus labores en compañía de sus hijas, quienes luego de las jornadas de estudio, se veían en la necesidad de estar al lado de sus padres, en lugares ajenos a su desarrollo. Fue allí en donde la Tropa Social del Centro Amar Sol y Luna de la Subdirección local de Usaquén llegó con oferta integral para Susej y Carla, las dos menores que podrían estar en riesgo de acompañamiento de trabajo infantil y quienes requerían los servicios inmediatos.

“El Centro Amar nos cambió la vida, porque en el momento que más lo necesitamos llegaron para apoyarnos, cuando pasaron de Centro Amar por nuestro puesto de venta ambulante, nos dieron a entender que debíamos como padres proteger nuestras hijas, dándoles un mejor lugar para aprender y bienestar”, manifestó Surisaday Jaramillo.

Los niños y niñas que forman parte del Centro Amar reciben atención integral con trabajo social, terapia ocupacional, talleristas en artes, acompañamiento psicosocial, orientación pedagógica, apoyo alimentario y nutricional.

Paola Bolívar, psicóloga del Centro Amar Sol y Luna, ha estado presente acompañando el proceso de cualificación de las niñas Briceño Jaramillo. “Esta familia es un ejemplo, por su alto nivel de corresponsabilidad, acatan instrucciones, son unas niñas ejemplo para el servicio, son respetuosas, participativas, donde hemos evidenciado su crecimiento como personas y como familia, son un ejemplo por seguir”, dijo la profesional.

Hoy, Carla y Susej han desarrollado habilidades sociales, mejorando la comunicación con sus pares y fortaleciendo sus relaciones familiares; lo que ha permitido que ganen mayor seguridad, aumenten su rendimiento escolar y potencien el desarrollo de destrezas y habilidades.

Los niños y adolescentes en el servicio reciben información relacionada con los peligros de las redes sociales, visitan sitios de interés recreativo y cultural, participan en jornadas de natación, acuden a salidas pedagógicas y los cuidadores en forma mensual asisten a reuniones de padres de familia donde fortalecen relaciones con sus hijos.

 “Nuestra atención tiene un enfoque diferencial, con un equipo de profesionales que atiende las necesidades de los beneficiarios, entregando un servicio con calidez, sin distinción alguna”, destacó Paola Niño, coordinadora del Centro Amar de Usaquén.

El Centro Amar garantiza los derechos de los niños y niñas en riesgo o en situación de trabajo infantil ampliado, encierro parantelizado o acompañamiento laboral y en forma permanente desarrollan jornadas de búsqueda e identificación de población infantil afectada por este fenómeno.