Cristian Camilo Peña Martínez hace parte de los miles de jóvenes que viven y respiran con pasión el arte urbano tan estigmatizado, señalado y subvalorado en nuestra sociedad por aquellas personas que nunca se han atrevido a acercarse para conocer qué es eso que quieren expresar con su lírica, graffitis y composición musical, entre otras manifestaciones que hacen parte de este movimiento juvenil, que cada vez cobra más fuerza en la ciudad.
De sus 21 años lleva cuatro inmerso en la cultura del hip hop y ha logrado tanto reconocimiento que en la actualidad se habla de Kriska y todos en la Familia Ayara saben por quién se pregunta al llegar a este centro cultural. Posiblemente en los territorios goza del mismo respeto y el liderazgo del que ha gozado desde el día que se atrevió a subirse a una tarima y coger un micrófono para gritarle al mundo al ritmo de rap lo que piensa y con lo que vibra en la vida, esto no pudo haber sido fácil para él perteneciendo a una familia cristiana acostumbrada a verlo encerrado en su cuarto durante su adolescencia, escuchando música y reunido con sus amigos de barrio tratando de consolidar un sueño que los movilizaba a todos: el hip hop, mientras esto se cumplía Kriska escribía sus líricas porque el MC (Maestro de Ceremonia) que lleva dentro no lo abandona ni un momento en su diario vivir, es por esto que para él “Rap Debate, Battle de Barrio” fue el escenario para lanzarse al mundo donde quería estar, el que le ofreció la Familia Ayara y donde se encuentra desde hace dos años.
“Nací y crecí en la localidad Rafael Uribe Uribe zona 18 en un barrio llamado Molinos, básicamente he estado desprendido del movimiento artístico de la localidad donde vivo ya que no fue el seno donde nació mi pasión por el hip hop, fue acá en la Familia Ayara porque realmente aquí fueron mis inicios, lógicamente empecé a escucharlo desde mi casa con compañeros, pero realmente mi pasión despertó fue acá”, menciona Cristian muy seguro de lo que siente por ese espacio que lo ha visto crecer en su profesión tanto en el hip hop, como en la carrera que escogió como alternativa, el Derecho, tampoco es casual que haya escogido estudiarlo en la Universidad Cooperativa de Colombia, esto le permite estar cerca de su familia artística por la que siente tanto arraigo, fundación que al igual que su universidad, está ubicada en la localidad de Teusaquillo, para que más. Un entorno donde está su desarrollo profesional y personal, porque a su familia que quiere tanto por la que siente mucho agradecimiento y orgullo, la disfruta en sus noches cuando llega a casa.
Su vinculación al convenio de Integración Social y la Asociación Manos Amigas
“Me vinculé al convenio con la iniciativa que la Familia Ayara implementa hace unos años “Rap Debate, Battle de Barrio”, cuyo propósito es empoderar a los jóvenes en sus territorios a través del Rap, invitándolos a expresar los sentimientos mediante el don de la palabra. Nuestro principal objetivo es fortalecer el conocimiento de los jóvenes raperos sensibilizándolos para que hagan rap del bueno y comprendan que leyendo, aprendiendo o enseñando también uno se fortalece, lo más importante es tener el conocimiento”, predica este joven MC con absoluto convencimiento que por ahí es el camino en cualquier disciplina o profesión por la que se opte cuando se es joven.
Kriska es uno de los líderes de la iniciativa que logró impactar a más 30 personas que se formaron en los talleres, con las que se realizaron las batallas en diferentes modalidades en eventos territoriales demostrando de esta manera que el arte si paga en la medida que estén enfocados en lo que les gusta hacer, es una verdad de a puño de esta Fundación y una apuesta que hace Bogotá Humana con sus apoyos a las iniciativas que proponen los jóvenes.
¿De qué manera esta iniciativa contribuye para que en este país se de la paz?
“Rap Debate, Battle de Barrio” es una iniciativa para la solución pacífica de conflictos. La paz inicia desde el ejercicio de tolerancia, con este principio vamos a los barrios a enseñarle a los jóvenes que la mejor manera de solucionar los problemas es con argumentos y conococimiento, con el don de las palabras, no con armas, ni con puños. A estos proceso incluimos las familias de los jóvenes para crecer en el ejercicio de la tolerancia porque no siempre tienes que tener la razón de lo que dices siempre hay un punto que tu tienes a favor pero también hay un punto en contra que no estas viendo porque te estas enfocando solo en lo que tu dices, este ejercicio permite abrir tu mente, ver las posibles soluciones y las diferentes situaciones en que se vive”.
El encuentro con Kriska fue un espacio de reflexión donde afloraron sus emociones, sentimientos y el deseo de ver a sus pares disfrutando sanamente del arte. Como manifestó en reiteradas ocasiones el significado que tiene para él “subirse a una tarima recoger las energías del aire, recoger el sentimiento, lo que he leído y construir rimas con música improvisada, es algo que no planeas, es algo que sale y fluye”, con estas palabras queda plasmada la pasión que le produce la cultura del hip hop a este joven de décimo semestre de Derecho, que con sus 1.90 mts de estatura, la humildad con la que habla y la transparencia que refleja en su mirada logrará expandir sus lírica en los territorios para que llegue a oídos de muchos jóvenes que tanto necesitan de líderes como Cristian Camilo Peña Martínez. Kriska como todo un artista que deja huella en los corazones de la gente que cuentan con la fortuna de tenerlo cerca.
Cristina Monsalve
Equipo Comunicaciones-Dirección Territorial