Bogotá, febrero 23 de 2018. Una parte fundamental de la atención que reciben niños y niñas dentro del Centro Crecer, de la localidad de Fontibón, es el desarrollo, mejoramiento y aprendizaje de nuevas habilidades que permitan a los niños mejorar su calidad de vida. En este sentido, el uso de herramientas como el deporte y el arte se vuelven esenciales para el cumplimiento de dicho objetivo.
Es así como surge el grupo de Capoeira (arte marcial de origen brasilero), del Centro Crecer Fontibón, una apuesta del profesor Yamith Tacán Ramírez y cuyo desarrollo lleva aproximadamente cuatro años. Gracias a este proceso, el grupo ha hecho múltiples presentaciones en escenarios como la Alcaldía Local de Fontibón y el Festival Internacional de Capoeira de Bogotá. Si bien este proceso se inició como una forma de fortalecer las capacidades motoras de ciertos niños y niñas del centro, lo cierto es que la práctica constante, a través de los entrenamientos y demás actividades, no solo ha consolidado dichas habilidades sino que también ha mejorado otras habilidades tales como la capacidad de socialización y autorregulación, de aprendizaje e incluso el potencial físico de los niños y niñas. Además, como un proceso de integración de la lucha por la eliminación de barreras para la población en condición de discapacidad, el proceso se vinculó con el Centro Integrarte de la localidad de Fontibón y cuya población, a diferencia del Centro Crecer, se enfoca en adultos en condición de discapacidad. Esta alianza ha llevado a que los niños y niñas tengan una mejor relación con sus pares y a tener más oportunidades de compartir y aprender de los otros. Los niños y adultos también reciben un cinturón que representa su grado de habilidad dentro del proceso y que también es un estímulo para continuar mejorando en el desarrollo de todos los ejercicios que se realizan dentro de los entrenamientos y eventos. Al respecto la profesora Marian Cruz, quien apoya desde hace un año al grupo, resalta la importancia de contar con un medio de estímulo ya que, “para los niños y los adultos involucrados no solo es bueno tener gente que les dice que lo hacen bien, sino también algo físico que les recuerde que están mejorando y que pueden mejorar más”. Como lo resalta el profesor Oswaldo Mejía, educador del Centro Integrarte, “el proceso se ha convertido en una escuela de formación para sus integrantes, quienes aprenden todos los días nuevas habilidades y descubren que los límites de lo que pueden hacer los ponen ellos mismos.” Ahora el grupo se enfoca en su próxima presentación: mostrar, por cuarta vez consecutiva, sus avances en el Festival Internacional de Capoeira de Bogotá y en continuar con los esfuerzos por mostrar su trabajo en el nivel Distrital y porque no, Nacional. |
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