Con alegría y muchos aprendizajes los jóvenes con discapacidad del Centro Crecer Puente Aranda y sus familias culminaron su proceso formativo

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Con gran emotividad y orgullo se vivió la clausura del Centro Crecer Puente Aranda, evento en el que se celebró la culminación del proceso de formación de los jóvenes con discapacidad de la localidad. La coordinadora del centro destacó los avances de cada uno de los chicos y el desarrollo de sus talentos y habilidades, potenciados en talleres artísticos, y de marroquinería, entre otros. También resaltó el gran trabajo que los adolescentes han hecho desde el cultivo y cuidado de la huerta, un proyecto realizado en convenio con el Centro de Desarrollo Comunitario “Galán” en articulación con el Jardín Botánico, así como el aprovechamiento de material reciclable en la fabricación de diferentes artículos, así como la elaboración de chocolatería, actividades con las cuales se ha promovido su independencia y autonomía. 
 
Los padres de familia manifestaron su gratitud por el apoyo permanente que les brindaron los profesionales durante el tiempo en el que los adolescentes estuvieron vinculados a la institución. “La discapacidad no es un límite es una oportunidad”, manifestó uno de ellos, quien con lágrimas y palabras de agradecimiento expresó su alegría.

La entrega de diplomas a los jóvenes, se constituyó en uno de los momentos más emocionantes durante la clausura así como el reconocimiento a las familias que se destacaron por su apoyo constante en la realización de las actividades. Nancy, madre de Laura Valentina, quién recibió su diploma, expresó que actualmente, su hija, a sus 18 años ya es instructora de zumba, gracias al apoyo que recibió por parte de la Secretaria Social desde el Centro Crecer, además afirmó que gracias a esta experiencia, su hija ya ha podido concretar su proyecto de vida.

De esta forma, la Secretaria Social sigue trabajando con compromiso por la calidad de vida y la inclusión de las personas con discapacidad. 

 
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