"El mejor vehículo educativo es el deporte"

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Bogotá, octubre 15 de 2019. Así define Juan Pablo Parra Santacruz, psicólogo del Centro Crecer Mártires, la importancia de las olimpiadas deportivas para personas con discapacidad de los distintos centros de la Secretaría Distrital de Integración Social, realizadas en el Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) Simón Bolívar de la localidad de Usaquén,

Aparte de ser miembro del grupo de profesionales del Centro que alberga a 43 niños y niñas con distintas discapacidades, Juan Pablo es un digno representante de Colombia a nivel mundial, gracias a que hace parte de la selección de fútbol 5 para personas con discapacidad visual.

“Soy convencido que el deporte es el mejor vehículo no solo para las personas con discapacidad sino para cualquier persona. El deporte nos ayuda a muchas cosas, como el salvar a niños y adolescentes de las calles, de las drogas, nos ayuda en el tema de la discapacidad cognitiva a orientar a los chicos y en todo el tema de seguimiento instruccional por el gusto de las actividades deportivas”.

Esa es la mirada de este psicólogo, que como deportista, desde los 16 años, ha logrado cinco veces ser campeón nacional con las selecciones Cundinamarca y Bogotá. Ha participado en 5 mundiales de fútbol 5, igual número en Copas América y 3 Parapanamericanos. Hoy dice estar listo para los juegos proyectados en la ciudad de Cartagena.

“El deporte nos puede aportar muchas cosas. A mí por ejemplo, podría decir que me ha aportado todo. Terminé graduándome como psicólogo gracias a una beca que medio el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) por ser deportista de alto rendimiento y esto gracias a la disciplina, la dedicación del tiempo y la calidad de ese tiempo. Nuestros niños y niñas en su gran mayoría han mejorado a través del deporte que nos permite como seres humanos generar procesos, disciplina y en nuestros chicos desarrollar habilidades motrices, pero adicional a eso, regular comportamientos.

Con ellos lo que más se trabaja es el seguimiento instruccional y siempre muestran mucho gusto por las actividades físicas y deportivas, que realmente es un buen vehículo educativo”, concluyó el profesional.

En la Secretaría hay verdaderos procesos incluyentes.

Como Trabajadora Social del centro Crecer Mártires, Alix Rodríguez, considera que los niños y niñas con discapacidad múltiple, cognitiva, Down, autistas y con epilepsia entre otras, han venido mostrando sus habilidades desde lo artístico, cultural y deportivo, gracias a los procesos de inclusión que adelanta la entidad.

Destaca como todo el grupo de profesionales del centro realizan una evaluación, un plan de atención integral, estudios de casos donde se trabajan habilidades, gustos y destrezas de los niños conjuntamente con sus familias.

“Adelantamos un plan de trabajo para el año, evaluamos cómo han evolucionado los niños y trimestralmente entregamos logros y unos refuerzos para seguir en el hogar.

Los planes nos permiten calificar la evolución de los niños y gracias a sus capacidades cognitivas, unas más elevadas que otras, y enviarlos a colegios como el Gustavo Restrepo, la Divina Providencia, La Sabiduría y las Américas, entre otros.

En estas instituciones están medio tiempo y el otro medio con nosotros, como un proyecto en el que preparamos y empoderamos a los niños y sus familias y se les da las herramientas metodológicas y pedagógicas para que puedan quedarse en el colegio, como un espacio educativo en donde participan en un entorno de aula regular, desarrollan sus habilidades, son aceptados, visibilizados y son potenciados para continuar con ese proceso durante los siguientes años.

Ese es un verdadero proceso incluyente, donde hay una inclusión efectiva y permanente, porque la inclusión hay que verla desde la estabilidad y calidad de vida”, destacó.

Estos procesos han recibido un total respaldo por parte de los padres de los beneficiarios, quienes a través de la asociación no solo agradecen a los profesionales del centro Crecer lo que hacen por sus hijos, sino destacan los logros alcanzados por cada uno de los niños y las niñas.

“En el centro Crecer el trabajo es fabuloso, descubren las verdaderas habilidades de los niños y lo hacen con el apoyo de las familias. Además, hemos logrado diversos acuerdos entre padres y la entidad. Lo único que falta es que todos los padres tengan un mayor compromiso y corresponsabilidad, para seguir sacando adelante a nuestros hijos”, dijo la presidenta de la Asociación de Padres de Familia, Nancy Janeth Triviño.

De acuerdo con Nancy Janeth, las olimpiadas deportivas son un proceso que les ha permitido comenzar a descubrir las habilidades de los ‘chicos’ y así pasar a otros niveles. “Es el caso de mi hijo Johan Daniel Quiroga, quien tiene 17 años y síndrome de Down y sus logros son tan excelentes que ya le han permitido obtener 40 medallas a nivel deportivo y ha participado en el OPEN de Medellín, los Superarte en FIDES y próximamente los nacionales de Cartagena. Todo ha sido fabuloso”, destacó la representante de los padres de familia. 

 
 
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