Arley, un programador de sueños e ilusiones sin barreras en Chapinero

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Bogotá, D.C., septiembre 12 de 2022. Las capacidades siempre serán más grandes que la discapacidad, así lo demostró Arley Aristizábal junto a su madre Nubia Guavita, participantes del servicio Estrategia Territorial para Cuidadores-as de Personas con Discapacidad de la Subdirección para la Integración Social de Chapinero, quienes hoy son grandes ejemplos de perseverancia para la comunidad.

La parálisis cerebral de Arley, ocasionada al momento de su nacimiento, le produjo dificultades en el habla y la movilidad. Las esperanzas de realización personal y profesional para Arley eran nulas, sin embargo, Nubia no se rindió y dedicó su vida al cuidado de Arley, lo que le trajo grandes satisfacciones. “Cuando Arley terminó quinto de primaria, que fue el primer logro de Arley, me sentí muy agradecida”, recuerda Nubia.

Luego de su paso por la Universidad Manuela Beltrán, en donde se graduó como ingeniero de sistemas, Arley comenzó una nueva lucha que era conseguir trabajo, pues, pese a sus estudios vincularse en el ámbito laboral fue un verdadero reto, debido que para profesionales con discapacidad las ofertas laborales son mínimas.

“Asistíamos a las ferias de trabajo para personas con discapacidad, pero solo ofrecían trabajos como auxiliares de servicios o celadurías, ninguna oferta era para profesionales”, recuerda Nubia.

Su paso estudiantil estuvo acompañado por todo el apoyo de la Subdirección para la Integración Social de Chapinero, a donde llegó Nubia y Arley y, gracias al apoyo desde discapacidad y los profesionales de los servicios, lograron articular hasta conseguir una silla de ruedas para Arley, medio que le facilitó más sus desplazamientos.

“Esta labor es muy significativa, pues con nuestro equipo de trabajo buscamos generar en nuestros participantes una oferta los más integral posible, que impacte positivamente en sus proyectos de vida, y esto lo hacemos articulándonos con otras entidades y proyectos o servicios de Integración Social, que nos sirvan para impulsar esos procesos”, menciona Mario Murcia, referente local del proyecto de Discapacidad.

      

 

Luego de su graduación, Arley inició como todo ciudadano la búsqueda de empleo, algo que para él era un poco más difícil por su discapacidad, y por las mínimas opciones laborales a su paso. Sin embargo y hasta hace apenas un año la multinacional brasileña Stefanini, proveedora de servicios y software, contactó a Arley requiriendo sus servicios como programador de sistemas.

Esta multinacional, no solo reconoce sus habilidades como profesional, sino que, además, lo ha invitado a su conferencia a nivel de Latinoamérica con profesionales psicosociales, mostrándolo como un ejemplo de vida y resaltando sus cualidades y su importancia para la compañía.

La siguiente meta para Arley es seguir escalando y obtener más conocimientos para llegar a tener mayores reconocimientos. Su sueño es lograr realizar una especialización, aunque por el momento no cuenta con los medios para realizarla, pero si algo le sobra a este hombre es su capacidad de perseverancia, porque para él no existe la palabra rendirse.

Esta gran dupla de madre e hijo, ha logrado traspasar todas las barreras. “Recuerdo que el médico me decía: ‘con el niño hay que tener paciencia porque él de ahí no va a pasar’, pero yo al verlo hoy convertido en un ingeniero me llena de mucho orgullo”, afirma Nubia, quien hoy sigue luchando con su programador de sistemas e ilusiones.