Christofer Alejandro es ejemplo de autenticidad e inclusión

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● Este profesor de preescolar hace parte de las 20 personas trans vinculadas laboralmente a la Secretaría de Integración Social
 
● Uno de los propósitos del Plan de Desarrollo de Bogotá, ‘Un Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI 2020–2024’, es el de la inclusión social y el enfoque diferencial

Bogotá, agosto 28 de 2020. El Jardín Infantil Rueda de Colores, en Bosa, es un espacio de inclusión y diversidad en el que se puede ser. Allí, Christofer Alejandro Ávila, de 26 años y docente profesional, les enseña a niñas y niños, además de pedagogía, de autenticidad.

Este profesor, egresado de Licenciatura en Pedagogía de la Universidad Distrital, antes fue docente técnico en el Jardín Infantil Humberto Valencia y, cuando inició su tránsito a hombre trans, pensó en renunciar por el temor al rechazo que pudiera causar su decisión.
 
 

Christofer cuenta que su proceso de tránsito inició en la universidad, conociendo quién era. “No es fácil encajar en el estereotipo de todas las niñas, no sabía qué era, ni el sentido de una persona trans. Fue cuando llegué a la universidad que comencé a comprender este mundo, lo que sentía, fue cuando empecé a investigar lo que significa un tránsito a otro género, a otro sexo”, dice el profesor.

Para este docente, una de las 20 personas trans que están vinculadas laboralmente a la Secretaría de Integración Social, llegar a su autenticidad no ha sido sencillo. “Hace cinco años quería hacer el tránsito, pero no lo había podido hacer realidad por el temor a la reacción principalmente de mis papás”, asegura Christofer al tiempo que, señala, llegó un punto, hace tres años, en el que sintió que no podía seguir con una vida que sentía no le correspondía. “Entonces me llené de valor y con el apoyo de mi novia y mi mamá inicié con los cambios de nombre y sexo en la Registraduría. Así tomé la decisión que alegró toda mi vida”, puntualiza.

Sin embargo, el temor del profesor no era solo por su familia, sino también por la reacción que pudiera haber en su trabajo. “En ese momento yo pensaba en renunciar a la Secretaría, por el tema de rechazo de las familias. Sin embargo, con todo el apoyo que me brindó la que era mi coordinadora en ese momento, también el equipo de psicosociales y la subdirectora, lo que se hizo fue desarrollar el proyecto que llevamos hoy en día en el jardín infantil”, explica Christofer.

Andrea Muñoz, coordinadora del Jardín Infantil Rueda de Colores, recuerda cómo Alejandro quiso renunciar al pasar por el temor de ser juzgado por sus compañeros o las familias de las y los niños del lugar. “Pero no se lo permití porque vi en él una persona valiosa que le aportó mucho a este grupo de trabajo”, concluyó la coordinadora.

Christofer es uno de los docentes más queridos por las familias del jardín infantil y lo han acogido con mucho cariño.

Para Deysi Johanna Olarte Navarro, subdirectora para asuntos LGBTI de la Secretaría de Integración Social, “es importante desmitificar las identidades trans y entender que podemos estar en cualquier rol de la sociedad, en cualquier empresa pública o privada y podemos desarrollar cualquier trabajo, cualquier labor, que tenemos todos los perfiles. Es importante que la sociedad y la empresa privada se abran a estas posibilidades de inclusión a la población trans en Bogotá y ojalá en Colombia”.

La Secretaría de Integración Social tiene en este momento 20 personas trans vinculadas a su planta de trabajo. “La mayoría están en la Subdirección para asuntos LGBTI, en la dirección territorial y en otros proyectos. Esta es una acción afirmativa para el crecimiento y fortalecimiento de capacidades de las personas trans”, aseguró Olarte al tiempo que, explicó, así también se da cumplimiento a la implementación de política social LGBTI, que es la misionalidad de la Secretaría Distrital de Integración Social.
 

 
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