Bogotá, junio 30 de 2017. “En mi tierra todo es gloria cuando se baila el joropo, cuando se baila el joropo”, con estos versos y acompañado de agradables bailes del ‘San Juanero’, un ritmo que remembra las tradicionales ferias de ‘San Juan Pedro’, muy conocidas por estas estos días festivos, alrededor de 300 exhabitantes de calle vinculados a los centros de atención integral de la Secretaría de Integración Social, homenajearon estas fiestas con un pequeño festival de ‘San Pedrito’, símbolo del Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación en la capital del Tolima,

Estefanía Pineda, es una mujer ‘trans’. A sus 20 años de edad, ha empezado un nuevo camino alejado del consumo de droga y las tantas situaciones violentas y emocionales que tuvo que soportar en la calle. Hoy representó al Centro de Atención Transitorio como una de las más opcionadas para llevarse la Corona en el ‘Primer Reinado de Belleza’, evento importante en la programación del festival ‘San Pedrito’.
La sombra en sus ojos, sus uñas perfectamente pintadas y su cabello recogido acompañados de un colorido y tradicional vestuario de baile que representa el bambuco colombiano, lograron llevarse todos los aplausos por parte de los asistentes al festival.

“ Disfrutar de estas actividades en los hogares de paso, el respeto a la población LGBT, las nuevas amistades y la decisión que tomé por cambiar mi vida, hacen que cada día me sienta más y más renovada”, comenta Estefanía quien no deja de estar emocionada por su primera participación en un reinado.

Ese sueño de ser reina y modelo precisamente no empezó en este festival. Desde muy pequeña su manifestación por ser mujer aunque su cuerpo muy masculino le decía lo contrario, era un gusto que inicio desde las aulas de clase. “La decisión que tomé no fue la más agradable para mi familia. No me aceptaron, tuve muchos problemas. Pues a los 15 años y yo con esas cosas. Fue muy duro para mi madre pues ella al ver a un hijo hombre transformado en otra persona. Ahí en ese momento decidí irme de la casa, ni siquiera en el colegio fui aceptada por mis cambios, lo dejé todo”, expresa Estefanía que por un momento recuerda su añorada tierra del Líbano (Tolima), y que hoy con mucho orgullo, representa en un pequeño pero gran festival de ‘San Pedrito’, que gracias al hogar de paso podría vivir de nuevo.

Mientras que los bailes y comparsas hacían parte de la agenda del día en el festival San Pedrito, mientras que muchos bailaban y gozaban al ritmo de un buen Bambuco, Estefanía se toma un tiempo para arreglar su vestido de gala. Por un momento guarda silencio, recuerda y comenta su trágica bienvenida bogotana. A sus 15 años, siendo transgénero, tuvo que soportar muchas cosas. Entre ellas tener que entregar su bello y delicado cuerpo a muchas personas a cambio de algo de dinero para sobrevivir. El vicio y las malas compañías la llevaron a internarse en el desaparecido ‘Bronx’, allí por fortuna de ella, y aún después de mucho tiempo no se explica cómo terminó siendo la novia de uno de los ‘sayas de la olla’.

Un premio que la impulsa cada día a seguir adelante

En el momento crucial para las candidatas al reinado, Estefanía Pineda llegaba a su parte final, desfilando su lindo vestido y bailando un buen ‘San Juanero’. Tendría que ganarse la acogida y la aprobación del público para coronarse como la reina. Aunque sabía que sus otras compañeras candidatas eran muy lindas, ella tendría que sacar toda su belleza a flote y lograr la corona. La felicidad que tenía en ese momento era única. Nada comparado a las tristes noches que meses atrás tuvo que soportar en las calles. El maltrato y las humillaciones para su mente, cuerpo y espíritu fueron el pan de cada día.

“Tenía que aguantar de todo, tener que recibir cualquier paga que se lo ocurriera al ‘Saya’ tan solo porque creía que tenía derechos sobre mí“, comenta Estefanía, quien hoy muy firme después de recibir un acompañamiento profesional desde el centro transitorio, ha empezado a valorar su cuerpo, ha empezado a cambiar su manera de pensar y sentir. Ha logrado de nuevo a volver a hablar con su madre, y esta vez, sí que ha recibido apoyo por parte de sus familiares.

El festival ‘San Pedrito’, que hace parte de las actividades culturales y lúdicas en los centros de atención, permite no solo recordar el folclor tradicional. También ayuda para que los procesos de recuperación personal en cada exhabitante de calle tengan otro sentido de vida. Compartir en sana convivencia, conocer nuevas amistades, trabajar en equipo y sobre todo valorar la vida de nuevo, son herramientas importantes para lograr el éxito.

La pasarela y el baile tradicional sumaron buenos puntos para la clasificación final de Estefanía. Esta sería una decisión muy difícil para el jurado que con lápiz en mano tomaba nota de cada presentación. Amparo, Ángela, Estefanía y otras bellas mujeres al final del evento fueron todas elegidas como las reinas ganadoras. La decisión unánime de los miembros del jurado era más que justa al poder premiar a todas las participantes del Festival San Pedrito, como un reconocimiento a su entrega, compromiso y la voluntad de cada día continuar con sus procesos de recuperación personal.

Nuestra protagonista de hoy, en medio de la felicidad disfrutaba de su primer reinado. Hoy con algo más de madurez y tomando nuevas y acertadas decisiones para su vida, empezaba un camino más tranquilo. Sus sueños entre ser modelo y una gran profesional cada día tenían más sentido para su vida. Ser aceptada como es por su familia, sus amigos y la ciudadanía, era algo que la llenaba de felicidad. Ahora seguirá concursando por lograr culminar su proceso exitosamente, ese según piensa ella, es el mejor premio que podría recibir.