Alrededor de 120 habitantes de calle participantes de los Centros de Acogida Oscar Javier Molina, el Centro Humanidad y el Centro de Desarrollo Personal Integral El Camino, todos adscritos a la Subdirección para la Adultez de la Secretaría Distrital de Integración Social; han recibido talleres de formación durante los últimos 70 días en temas ambientales y de salud; así mismo, han recibido acompañamiento con trabajadores sociales, psicólogos y consejeros en drogodependencia, acciones que refuerzan todo el conocimiento adquirido para llevar a cabo la ardua labor de recuperación de canales y drenaje pluvial sostenible.
A partir del 1 de mayo, el trabajo de campo inició en el Canal Comuneros, en donde una “cuadrilla de hombres y mujeres”, como el ingeniero ambiental encargado del equipo los menciona, llegan sobre las siete de la mañana al punto acordado. Allí se hace la distribución por equipos, los que llevan las palas, los azadones, los cepillos y las bolsas. Luego de esta selección de grupos, inician las labores diarias. Primero una fuerte y detallada limpieza en el entorno del canal. Calles, andenes y parques quedan como nuevos, las basuras y demás elementos que se encuentran al paso de las escobas y cepillos, se embalan en las respectivas bolsas, generando adicionalmente procesos de reciclaje en los materiales detectados.
En una sola fila, descienden a los canales, algunas mujeres llevan las sogas de vida, que servirán en casos necesarios para la seguridad del equipo. Otros descienden con las carretillas, palas, azadones y cepillos. Después de ubicar un punto de encuentro y recibir las indicaciones de salubridad y seguridad necesarias para el lugar, cada uno inicia su tarea, con machetes en mano la maleza se va limpiando, abriendo paso para que los demás compañeros puedan ingresar al centro del canal, allí las corrientes de agua que en algunos momentos tienden a crecer los reciben con su miles de escombros que muchos residentes y ciudadanos arrojan de manera indiscriminada a los mismos.
“El trabajo dignifica y nos ayuda a dejar de pensar en ese pasado oscuro que teníamos” afirma uno de los participantes que al borde del canal ubica su herramienta de trabajo, se asegura los elementos de protección personal e inicia la labor de limpieza del Río Fucha que desciende rápidamente por el canal.
Con dedicación y esmero la cuadrilla de hombres y mujeres, avanza por cada costado del canal, a su paso solo queda limpieza, los rostros de satisfacción y alegría aparecen en cada uno de ellos, la jornada va finalizando, es casi las doce del día y deben retornar a cada centro al cual pertenecen, allí los espera un sitio digno para descansar y alimentarse, además de recibir sus respectivos talleres y acompañamiento por parte de los promotores y profesionales que los esperan y acogen a diario.
Estos 120 ex habitantes de calle, vinculados laboralmente, recibirán un ingreso mensual que será distribuido en dos partes. La primera para sus compras personales, la otra parte estará dada en un ahorro programado, incluido en cada uno de sus planes de proyección personal que se establece al estar vinculados en los centros de atención integral que les ofrece el proyecto 743. Siendo esta una garantía económica que pueda brindarles sostenibilidad al momento de la finalización del proceso de desarrollo personal y el gran paso de nuevo a la sociedad como personas alejadas de cualquier tipo de consumo o habitabilidad en calle.
Para ellos tener una oportunidad para trabajar y servirle a la sociedad, los hace más felices. Alejarse de las drogas y la habitabilidad en la calle cada vez se hace realidad. Cada uno de ellos y ellas piensan en un mejor futuro, agradecidos con Bogotá Humana que todos los días les brinda apoyo a ellos y a los miles de ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle que habitan en la ciudad.
John Freddy Díaz Díaz
Profesional de Comunicaciones
Subdirección para la Adultez