´Mis amores´: un caballero de la calle, enamorado de su perra Wendy y quien sueña ir a la televisión

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Bogotá, agosto 12 de 2019. Es jueves en la mañana y don Hernán Arango Arana acaba de regresar de su recorrido habitual por el entorno más cercano a Bosa Islandia, lugar donde tiene un pequeño cambuche. Es un hombre de mediana estatura, tez blanca, cabello plateado, gesto amable y apacible. Tiene 74 años y conserva todavía esa energía que se refleja en todas las actividades que realiza.

Nativo de Armenia, municipio de Calarcá, se casó y emigró con su esposa a Estados Unidos. Allí habitó por 21 años y un día decidió regresar a Colombia. Corría el año 1987, llegó a Bogotá. Inició como conductor de bus de la empresa Cooperativa Nacional de Transportadores donde laboró por 11 años. Sin embargo, en la década de los noventa se agudizó la crisis económica del país y perdió su empleo, entonces se dedicó a la mecánica. Fueron tres años de labor, pero se volvió a terminar el trabajo. Así las cosas un día de pronto se encontró sin dinero, sin amigos, sin familiares, sin nada, solo frente al mundo.

La vida lo obligó de alguna forma a andar de aquí para allá, sin domicilio, sin destino, sin hogar. Un día al encontrarse sin donde pasar la noche se ubicó en un carrotanque. Allí permaneció por un corto tiempo, pero sin explicarse cómo, una tarde este lugar resultó calcinado por las llamas. Fue así como se convirtió en ciudadano de calle, quien un día es de aquí, pero mañana no es de ninguna parte.
 
 

Ángela Delgado la referente del proyecto, ´Atención Integral al Fenómeno de Habitabilidad en Calle´, de Bosa, lo encontró en una de sus acostumbradas jornadas de abordaje en calle y le sorprendió ver en este hombre, su amabilidad, espíritu colaborador, la actitud positiva y le brotó de sus afectos llamarlo ‘Mis amores’ y desde entonces él participa en todos los espacios que brinda este proyecto. “Es como de la familia, es una persona cálida y amigable, es mis amores”, dice Ángela.

Habita un pequeño ‘cambuche’ ubicado en el barrio Islandia, en la localidad de Bosa. Allí las alegrías, penas y preocupaciones las comparte con seis perros que alguna vez le dejó Jairo, un amigo que tuvo hace más de dos años y que un día la justicia requirió para que respondiera por algunos asuntos pendientes, y fue él quien le dijo a don Hernán: “cuídeme los perros por favor”.

Desde aquel día los perros se convirtieron en su permanente compañía. Pero fue una perra de dos años de edad llamada Wendy la que se adueñó de sus afectos. Siempre lo acompaña a donde vaya. “Para mí los perros son como personas, lo único es que no hablan, pero son como personas. Esta perra es lo más preciado que tengo, nunca se separa de mí, cuando algunas veces por distintas circunstancias no hemos podido continuar juntos, ella no sé cómo, me busca y regresa, nos hemos vuelto inseparables”, dice don Hernán.

Este hombre tiene el sueño de aparecer en televisión. Cuenta que desde muy joven nunca dejó de ver el programa de humor familiar ´sábados felices´, además, de divertirlo y entretenerlo, siempre ha creído que cuenta con la chispa para aparecer en el programa y contarle un chiste a todos los colombianos. Por eso hoy después de muchos años ve con ilusión el poder asistir al programa, presentarse y contar un chiste: “eso me haría muy feliz”, dice.

Espera que un día no muy lejano alguien lo llame y le diga: ¡Este sábado irá a la televisión a contar un chiste! Ojalá alcance su sueño y la vida le regale un pedacito de felicidad. 

 
 
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