Tras 50 años de habitar la calle, Gustavo Castillo llegó a un lugar digno donde celebra su vida

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• Durante la pandemia, la Secretaría de Integración Social ha prestado atención a 473 personas mayores en los Centros Día- noche

• En Bogotá existen 7 Centros Dia - Noche donde, atienden a personas mayores de 60 años, vulnerables, sin redes de apoyo ni un domicilio permanente o digno para pasar la noche.

Bogotá, 18 de septiembre 2020. Para Gustavo Castillo Rodríguez el primero de septiembre marcó un hito en su vida. Después de 50 años recorriendo las calles de Bogotá, viviendo al sol y al agua encontró, en el Centro Día - noche Quiroga de la Secretaría de Integración Social, un cuarto y un lecho donde reposar tranquilamente, sin soportar las inclemencias del clima bogotano.

Don Gustavo conoce de memoria cada rincón de la esquina de la carrera 20A con calle 8, frente al Centro Comercial Babilonia en el sector de San Andresito de San José en la localidad de Los Mártires. Allí estuvo durante 20 años y fue testigo de las transformaciones del lugar, que pasó de ser la Plaza España, un espacio de venta de ropa usada, a un lugar lleno de centros comerciales. “Yo vi cómo se construyó este centro comercial y aquí me quedé porque me quieren. A mí la comida me sobra”, dice, mientras sus ojos se iluminan.
 
 

El periplo

A las 8 de la mañana de ese primero de septiembre un grupo de funcionarios de la Subdirección de Vejez y de la Subdirección de Adultez de la Secretaría de Integración Social se hizo presente para ofrecerle un lugar donde tendrá alimento, techo, seguimiento médico, actividades recreativas y otros compañeros con quien compartir sus días. Su respuesta fue un sí condicionado. “Si me amaño… Si no, aquí regreso”, dijo.

Sandra Carolina Fajardo, líder de los Centros Día-Noche de la Subdirección para la vejez, le explicó el procedimiento para ingresar al Centro Día-Noche Quiroga: hacer la valoración médica en el Hospital Centro Oriente y luego la prueba de Covid-19. Una vez en el centro tendría una habitación, alimentación y monitoreo diario de su estado de salud. Aunque tendría que estar aislado durante 14 días, luego de los cuales podrá socializar con los demás residentes del centro.

El Cetro Quiroga es uno de los 7 Centros Día-noche con que cuenta la Secretaría de Integración Social donde durante la pandemia se han atendido a473 personas mayores vulnerables. Allí se brinda atención básica y alojamiento transitorio a quienes no cuentan con ningún tipo de apoyo económico o redes y que por sus características sociales, familiares y económicas no cuentan con un domicilio permanente o espacios habitacionales dignos para pasar la noche. Desde julio, 32 personas como don Gustavo, habitantes de calle, han ingresado a este servicio.

En ciertos momentos, a Don Gustavo las fechas se le confunden. “Llevo 50 años en la calle. A los 8 años mi mamá murió y mi papá nos repartió entre los tíos y padrinos a mí y mis hermanos. Yo viví un tiempo con mis padrinos, pero no me amañé y me fui para la calle”. Su espíritu libertario lo llevó a realizar distintos trabajos como construcción y reciclaje. De su círculo familiar, sólo tiene contacto con uno de sus 6 hermanos, quien vive en el Barrio Eldorado.

En la calle le enseñó a reciclar, le ha dado comida y le ha brindado amigos. Pero también tiene sus dificultades. Para él, la mayor es “el frío que se aguanta, sobre todo cuando llueve. Eso es muy duro”.
 
 

Los comerciantes fueron quienes hicieron lo posible para encontrarle un albergue. “Yo lo distingo hace más de 17 años y me parece muy bien que vaya al centro de Integración Social porque un señor con la edad de él y en la calle es muy bravo. Es mejor que esté en un sitio donde va a tener los cuidados, va a tener su cama, su comida, su medicina, todo” comenta Héctor Fabio Bohórquez, uno de los vecinos del sector.

Al hospital y luego sí al nuevo hogar

Tras abandonar su esquina de siempre, don Gustavo y el equipo de Integración Social partieron rumbo al Hospital Centro Oriente para hacer la valoración médica, luego de lo cual se dirigieron a practicar la prueba del COVID-19, requisito necesario para su ingreso al Centro Día-noche.

Sucedió en un puesto móvil de la Secretaría de Salud en la localidad de Puente Aranda. El procedimiento es breve, pero molesto. Hubo sangrado. Al preguntarle cómo se siente dice: “Bien, muy bien”

-¿Repetimos la prueba?
-¡No, no, no!

Un nuevo lugar de cuidado

Después de cuatro horas el destino es el Centro Dia-noche Quiroga, donde lo espera un equipo de asesores.

“Después del aseo, ingresará a una habitación donde permanecerá aislado durante 14 días y recibirá alimentación 5 veces al día; una vez termine los 14 días, podrá participar de las actividades del servicio: actividades físicas, encuentros de desarrollo humano con un equipo de artistas y un equipo psicosocial, podrá socializar con las demás personas mayores en juegos de mesa, danzas o juegos tradicionales. Si no se amaña después de los 14 días, puede egresar de manera voluntaria, pero eso implica que no puede ingresar nuevamente al servicio”, señala Selene Guerrero, la coordinadora del centro.

El 14 de septiembre, cumplido el aislamiento y un día después de su cumpleaños número 70, sus compañeros del Centro y el equipo de trabajo lo acompañaron para compartir una torta y cantarle el feliz cumpleaños, el primero que celebra.

Es otra persona, más vital y muy agradecido. Sus ojos se llenan de lágrimas al recordar a María Valentina Aponte, una trabajadora del sector de San Andresito, quien hizo las gestiones para su ingreso al Centro Día-noche. “Ha sido un ángel. Estoy muy agradecido con ella y con Integración Social por acogerme y tratarme con cariño”. A sus 70 años, Don Gustavo, por fin, tiene un lugar y una forma digna de celebrar la vida.


 
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