En 2020 Integración Social atendió a más de 6.000 ciudadanos habitantes de calle

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● La Subdirección para la Adultez realizó más de 200 jornadas de autocuidado y escucha activa para la población habitante de calle. 

●  Alrededor de 1.200 mujeres habitantes de calle recibieron los servicios de la subdirección.

Bogotá, 24 de diciembre de 2020. Durante este 2020más de 6.000 personas entre ciudadanos y ciudadanas habitantes y exhabitantes de calle fueron atendidas en las nueve unidades operativas que tiene la Subdirección para la Adultez de la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS), labor efectuada de manera integral cumpliendo con un enfoque diferencial, territorial y de género.

De acuerdo con Daniel Mora, subdirector para la Adultez de la entidad, “se ha brindado un apoyo y atención integral a la población habitante y ex habitante de calle, los más vulnerables entre los vulnerables. Con las dificultades que trajo esta pandemia se siguió atendiendo y nunca se frenó la atención integral, la ayuda y, sobre todo, la contención emocional para facilitar que esa vida de calle se convierta en una vida con unas oportunidades”.

A partir del 20 de marzo, desde que empezó la emergencia sanitaria, Adultez llevó a cabo adecuaciones y unos cambios en la atención a la población habitante de calle en cada uno de sus servicios.
 

“Una primera estrategia que se llevó a cabo fue un proceso de confinamiento y aislamiento a más de 1.200 ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle en los servicios que tiene la subdirección”, agregó el subdirector.

Los servicios

Durante todo el año, esta entidad, liderada por la secretaria, Xinia Navarro realizó abordajes territoriales. En las jornadas de autocuidado se atendió población migrante, carreteros, habitantes de calle, a ellos se les ofreció el servicio de duchas, baños, ropa limpia, servicio de peluquería, alimentos y atención en salud. Los habitantes de calle que tienen animales de compañía recibieron atención por parte del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal. Fueron, aproximadamente, 200 jornadas de desarrollo personal en calle y, de esas, más de 3.000 ciudadanos habitantes de calle participaron.

Además, el Eje de ampliación de capacidades y generación de oportunidades desarrolló una labor muy importante, 312 exhabitantes de calle culminaron sus procesos de formación académica.

El proceso de validación educativa se llevó a cabo gracias a la labor de los miembros del programa Círculos Preparatorios Integrales de Aprendizaje (CIPREIA), quienes a través de cartillas, evaluaciones y videos con las lecciones garantizaron un avance continuo en las clases no obstante en circunstancias tan adversas como lo fue la pandemia, permitiendo que de manera virtual los estudiantes culminaran sus estudios.

Participantes de diferentes unidades operativas realizaron 4 capítulos de Crónicas Virales, oportunidad con la que los beneficiarios de los servicios conocieron sus capacidades y habilidades en las artes audiovisuales y así pudieron experimentar otra forma de vida. Los ciudadanos de esta población actuaron, grabaron, escribieron los guiones y sugirieron la música.

En cada rincón de las 9 unidades operativas la música, el canto y las manualidades nunca pararon, fue una razón más para que los participantes se sintieran motivados en seguir adelante con el proceso de dignificación e inclusión social.

Tejer hamacas, manillas, bolsos, hacer figuras en origami, elaborar pesebres, arte country, hacer fichas gigantes de ajedrez, pintar, dibujar fueron algunas actividades realizadas por esta población y una muestra del gran potencial.

Por ello, la Subdirección para la Adultez pensando en visibilizar las capacidades de los participantes, realizó la primera feria de servicios, empleo y emprendimiento para esta población, cuyo objetivo fue ofrecer, a través de las entidades públicas y privadas, un portafolio de servicios a las y los ciudadanos habitantes y exhabitantes de calle y así mitigar los conflictos sociales asociados al fenómeno de habitabilidad en calle.

Mujeres atendidas

La Secretaría de Integración Social atendió, aproximadamente, 1.223 mujeres habitantes de calle en quienes se promovieron sus derechos en temas de salud, educación, dignidad humana e higiene en la experiencia menstrual con enfoques de género y diferencial.

En las más de 200 jornadas de autocuidado que se llevaron a cabo este año, un equipo de profesionales se encargó no solo de hacer entrega de toallas higiénicas, sino de suministrar kit de aseo y ropa interior, así como capacitar a las mujeres en la importancia del cuidado menstrual y en derechos sexuales y reproductivos.

Además, las mujeres que se encontraban haciendo un proceso de dignificación e inclusión social en cada unidad operativa de Adultez nunca dejaron de recibir el material absorbente de cuidado menstrual y el kit de aseo. 
 
 
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