Con 1.000 días de oportunidades para la vida, Sandra aprendió a amamantar a su bebé

Imprimir

  

 

Bogotá, D.C., 26 de marzo de 2022. Sandra Torrenegra es una de las tantas mujeres en Bogotá que, por desconocer los procedimientos de extracción y almacenamiento de la leche materna para alimentar a su hijo recién nacido, ha pasado momentos muy difíciles debido a su inmensa preocupación por no tener dinero para comprar leche de fórmula y por no poder alimentar a su bebé mientras va a su empleo. 

Con 1.000 días de oportunidades para la vida, una estrategia de la Secretaría de Integración Social, Sandra logró recibir el acompañamiento a las madres gestantes y lactantes y, de esta manera, prevenir la desnutrición y la mala alimentación en los hogares bogotanos. 

“Gracias a 1.000 Días de Oportunidades he podido aprender muchas cosas que no sabía. Me visitó la señora Mirna de la Secretaría de Integración Social, me explicó cómo extraer mi leche de manera adecuada y fue fantástico saber la técnica para

sacar la leche de mis mamas”, contó Sandra con risa tímida. 

Además, la beneficiaria aseguró que, “me da tranquilidad porque mi niño va a tener leche suficiente cuando yo me vaya a trabajar. Aprendí a ponerla en copas, fue genial, no tengo palabras para explicarlo, porque ya sé que mi niño va a estar bien alimentado cuando yo no esté en casa y eso me de mucha tranquilidad”. 

Jacqueline Londoño, subdirectora de Nutrición de la entidad mencionó que, “la estrategia 1.000 Días de Oportunidades para la Vida se creó en el año 2020 con el fin de hacer prevención de la desnutrición crónica en niños y niñas. Esto mediante la atención de mujeres gestantes de bajo peso y de niños hasta los dos años que se encuentren en riesgo de desnutrición. La estrategia conlleva varias acciones, una de ellas es la consejería y lactancia materna, la cual es muy importante porque se acompaña con personal especializado a las madres una vez nacen sus hijos y pueden tener toda la orientación, la técnica de lactancia, almacenamiento de leche y todo el acompañamiento familiar para que sea una lactancia exitosa”. 

Así mismo, Integración Social hace un trabajo con toda la familia de fortalecimiento desde el punto de vista de nutrición y psicosocial. La leche materna es considerada como la primera vacuna que recibe el recién nacido, debido a que aporta sustancias que traen beneficios para la salud del bebé, entre los cuales se destacan sustancias como pro bióticos y anticuerpos que son los responsables de reforzar su sistema inmune. 

Por su parte, Mirna Bastidas, trabajadora social de la entidad quien ha acompañado la estrategia de 1.000 Días de Oportunidades para la Vida, explicó que esta surge como un reto para llegar a las familias que se encuentren en gestación o lactancia, con bajo peso o que su niño o niña se encuentren en riesgo de desnutrición. El objetivo es poder fortalecer las practicas de alimentación saludable, de actividad física y seguimiento de los cuidados en salud. Se quiere contribuir a un nacimiento de niños y niñas con peso adecuado. 

En este sentido, es importante mencionar que la estrategia funciona de la siguiente manera: Los usuarios ingresan, realizan el proceso de toma de peso y medidas; luego comprueban su estado nutricional y después reciben una calurosa bienvenida. 

La primera fase se llama ‘reconociéndonos en familia’, que es un acercamiento a las familias para conocer su salud, actividad física y su realidad familiar. Esto permite tener un semáforo de las familias que dan una luz distinta, dependiendo de lo que se identifique. Verde reconoce las capacidades de las familias, amarillo es aquello que se debe fortalecer y rojo son cosas que deben darse a conocer a las familias para hacer cambios de acuerdo a la información brindada. 

Una vez tienen el semáforo, pasan a la segunda fase que se llama ‘trabajando juntos’, hacen un árbol de transformación para trabajar lo que indica el semáforo y concluye con la tercera fase que es la transformación, brindan las herramientas a las familias para que los acuerdos se puedan cumplir. 

“No es lo mismo la leche materna que leche de tarro, a través de este líquido preciado, un bebé obtiene todo lo que necesita para el adecuado crecimiento y desarrollo durante sus primeros 6 meses de vida”, concluyó Sandra.