• La estrategia Entre Pares promueve la inclusión de niños y niñas con discapacidad en entornos equitativos y ajustados a sus necesidades, facilitando su aprendizaje, participación y convivencia con sus pares.
• La familia de Juan José enfrentó el diagnóstico de parálisis cerebral con amor y determinación, buscando siempre su felicidad y las mejores oportunidades para él.
Bogotá, D.C., mayo 8 de 2024. Son las 7:30 de la mañana y los rayos del tibio sol matutino acompañan la llegada de Juan José al jardín infantil Britalia al que llegó en febrero de este año. Ana María, su mamá, empuja con suavidad el coche por el corredor que llevará a ‘Juanjo’, como le dicen de cariño, al salón en el que comenzará un nuevo día explorando, acomodando piezas geométricas, deslizándose en el rodadero de plástico, riendo y descubriendo el mundo junto a sus compañeritos.
‘Juanjo’ nació hace dos años y medio con un diagnóstico de parálisis cerebral, lo cual motivó a su familia a enfrentar este desafío con amor y determinación para asegurar su felicidad. Demostraron una gran fortaleza y valentía al buscar las mejores oportunidades para él.
En esta búsqueda encontraron el apoyo de Entre Pares, una estrategia que trabaja por la inclusión de niñas y niños con discapacidad y alteraciones en el desarrollo, que se implementa en los jardines infantiles de la Secretaría de Integración Social para que aprendan, participen y compartan con pares de su edad en entornos equitativos y ajustados razonablemente a sus necesidades.
Con alegría Ana María, madre de ‘Juanjo’ afirma: "Desde que mi hijo está en el jardín he visto que su nivel de aprendizaje ha sido muy positivo, en la familia estamos felices porque Juan ha avanzado mucho y ya le hace falta la convivencia con sus amiguitos, también ellos lo han querido mucho, he sentido mucha gratitud pues desde el momento en que llega todos tienen que ver con él, es el chico popular de su jardín y eso es muy bonito”.
Nohora Martínez es educadora especial de Entre Pares y sobre el proceso de Juan José cuenta: “Desde su ingreso ‘Juanjo’ ha avanzado en la realización de actividades básicas de la vida diaria, por ejemplo, ya ha comenzado a tomar sus alimentos de manera independiente, participa en las actividades pedagógicas e interactúa y juega con sus compañeros”.
Una de las bases de la estrategia es el trabajo corresponsable y articulado con las familias para garantizar mejores procesos de inclusión. En el caso de Juan José, el trabajo en equipo entre la educadora especial, la fisioterapeuta y la familia hizo posible la creación de la “silla de participación", diseñada y adaptada especialmente para que Juanjo pueda movilizarse mejor, estar cómodo y sostenerse mientras realiza sus actividades.
Ana María ahora trabaja desde su casa y continúa en sus labores con más tranquilidad porque sabe que cuenta con un equipo profesional que la respalda y le aporta al desarrollo de ‘Juanjo’ cada día.
“Yo invito a las familias a que vengan a los jardines infantiles de la Secretaría de Integración Social, aquí hay mucho apoyo y muchas cosas buenas para las niñas y los niños con discapacidad”, dijo Ana María.
