⦁ Ambos integran la Tropa Social y trabajan, cada noche, recorriendo las calles de la ciudad, con el objetivo de lograr que las personas acudan a los servicios de la Secretaría de Integración Social para que inicien un camino que les permita recuperar sus proyectos de vidas.
⦁ Cada noche, a través del Servicio Móvil de Abordaje Territorial para el Fenómeno de Habitabilidad en Calle, esta población recibe la oferta de los servicios y planes de atención con el acompañamiento psicosocial de la tropa social.
⦁ La ruta de atención durante los recorridos nocturnos inicia con la oferta de servicios de autocuidado y hogares de paso día noche, en los que las y los ciudadanos de calle, que aceptan voluntariamente, son trasladados para recibir atención integral básica y de baja permanencia.
Bogotá, D.C., junio 13 de 2023. Son las 9 de la noche y, como cada semana durante los últimos 6 años, Oscar Revelo comienza una nueva jornada de trabajo que se extenderá hasta las 4 o 5 de la mañana del día siguiente. Entre la oscuridad y el silencio recorre canales, callejones desolados, parques, separadores en avenidas de alto tráfico y barrios, a los que no cualquier persona puede ingresar, en búsqueda de aquellos hombres y mujeres que, por múltiples razones, habitan las calles de la capital.
Conoce, como nadie, a la Bogotá nocturna, esa que pocos viven; explora las entrañas de la ciudad con determinación y con la misión precisa de lograr que, algún ciudadano habitante de calle que encuentre en la ruta, acepte pasar una noche digna en una cama limpia, con comida caliente, y resguardado del frio inclemente de las madrugadas citadinas.
Se sienta en cualquier andén junto a ellos y escucha lo que les ha pasado en el día, las razones por las que quisieran acudir a un hogar de paso, pero también los motivos por los que no quieren ir en ese instante, porque, ante todo, se respeta la voluntad de cada persona a la que se le oferta los servicios sociales.
Para este bogotano de 39 años, esposo y padre de 2 hijas, y fanático del fútbol, lo más gratificante de su trabajo con población habitante de calle es “poder llevarles un alimento cuando quizás no han comido nada en todo el día. Ver sus caras de alegría cuando los invitas a una jornada de autocuidado o cuando les haces el traslado a un hogar de paso, y ver la tranquilidad de ellos, además de tener la posibilidad de descansar después de no dormir durante días y saber que en una jornada puedes trasladar a muchas personas y tener la certeza de que esa noche van a estar libres de todo peligro, eso es lo que lo hace más exitoso”.
Hace 2 meses, Yurleith Navarro se convirtió en la dupla de Óscar durante los abordajes nocturnos, aunque ella ya completó 8 años trabajando con población habitante de calle. Con voz dulce y actitud maternal da lo mejor de sí misma para lograr que, aunque sea por una noche, las y los ciudadanos habitantes de calle logren mitigar su abandono porque “trabajar en la noche con habitantes de calle es una experiencia única. Es verdad que hay muchos sentimientos encontrados, a veces, impotencia, porque uno no termina de entender porque la mayoría prefiere seguir en la calle”.
Aunque el trabajo en la noche puede presentar, en ocasiones, situaciones riesgosas, ella afirma: “Nunca siento miedo, por el contrario, me siento tranquila porque siento que muchas veces soy como un salvavidas que les permite mantenerse a flote para que el día siguiente puedan tener una nueva oportunidad”.
Esposa y madre, sabe que su familia se siente orgullosa de su labor, y que nunca ha sido un obstáculo para ningún aspecto de su vida. “Ellos aplauden lo que hago porque saben que lo hago con amor y consideran que mi trabajo ha aportado un plus a nuestra unión familiar ya que hemos aprendido a valorar hasta lo más mínimo”, señala Yurleith.
“Valoro mucho a mi familia, y puedo indicarles a mis hijas lo bueno y malo de la vida, y la importancia de tomar buenas decisiones y afrontar sus consecuencias; por eso hemos dado como padres un buen ejemplo para que puedan escoger el mejor camino”, indica Oscar tras expresar que los aprendizajes adquiridos en su trabajo los comparte con su familia.
Ser transparentes, despojarse de cualquier juicio, mostrar toda su humanidad, y creer que lo que hacen realmente vale la pena son la fuente de inspiración de Oscar y Yurley para continuar en esta titánica y muchas veces extenuante labor.
Para Yurleith no hay que perder el tiempo pensando en el mañana porque la vida es hoy, ni mucho menos hacer señalamientos, ya que detrás de ese ser humano que habita calle hay una historia de vida.
Mientras Oscar se dispone a reanudar su trabajo asegura que “las y los ciudadanos habitantes de calle tienen una condición de vida que ellos decidieron adoptar y, pues, ahí estaremos nosotros siempre, trabajando con el corazón, ofreciéndoles todos los servicios para que puedan recuperar sus vidas”.
