• Los ciudadanos y ciudadanas habitantes y exhabitantes de calle participaron en un match de juegos tradicionales en las antiguas calles del Bronx, resignificando el lugar y fortaleciendo el trabajo en equipo.
• En esta actividad participaron, aproximadamente, 100 ciudadanos y ciudadanas habitantes y exhabitantes de calle, quienes también reflexionaron sobre la manera en la que han cambiado sus vidas y buscan cumplir nuevos sueños.
• Las personas que participaron son los que reciben servicios del SEDID, la comunidad de vida El Camino, el centro de atención Sociosanitaria Balcanes, el servicio de autocuidado Liberia y los hogares de paso Los Mártires y Bakatá.
Bogotá, D.C., agosto 22 de 2023. Una invitación que para muchos fue imposible de rechazar, pues si bien, los recuerdos no eran los mejores, no dejaba de ser una cita con el pasado, pero teniendo un presente diferente; de manera que, aproximadamente, 100 ciudadanas y ciudadanos habitantes y exabitantes de calle, asistieron a un match de juegos tradicionales en las antiguas calles del Bronx.
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Era un día de fiesta y celebración, pues el Bronx iba a tener otro significado, también se iba a demostrar que los sueños y el trabajo en equipo pueden más que los miedos y la indiferencia, además se dejaba en evidencia un presente diferente y los esfuerzos por un futuro mejor.
Desde un principio, el sol alumbró fuertemente en el lugar y uno a uno empezaron a llegar los ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle, quienes ingresaron al lugar en medio de un gran desfile que estuvo acompañado de música, bailes típicos colombianos, mensajes reflexivos sobre el presente y el futuro, y algunas miradas que reflejaban un gran choque de emociones entre melancolía, tranquilidad y felicidad.
Tal y como fue el caso de Alexander Meza, un ciudadano exhabitante de calle, quien apenas entró a las antiguas calles del Bronx, señaló una de las casas que quedan en pie y se refirió a una ventana que era de su cuarto, además, manifestó haber llegado al Bronx desde que este inició, pero también reflexionaba sobre todo lo que había cambiado su vida y sus metas a futuro.
“Esta era mi casa y es inevitable recordar tiempos aquellos en los que la pasaba mal, le doy gracias a Dios que todo eso se acabó y por el gran cambio que ha tenido mi vida, volví a tener dignidad, estoy trabajando en mi proceso, me quiero casar y darle ánimo a mis compañeros para que continúen trabajando en sus procesos”, relató Alexander.
Luego de las presentaciones y la calurosa bienvenida, se dio inicio al match, los participantes fueron divididos en varios grupos y empezaron a participar en cada uno de los juegos como saltar el lazo, los encostalados, el trompo, la rana, el tejo, la coca y carreras con pimpones, las ciudadanas y ciudadanos habitantes y exhabitantes de calle pudieron fortalecer su trabajo en equipo y recordar sus infancias.
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Bastante feliz, ya habiendo participado en varios juegos, hizo una mecha y gracias a él su equipo ganó un partido de tejo, por lo que Alexander afirmó: “Estas actividades son increíbles, se cambia de ambiente y volviendo a este espacio, uno se da cuenta de cómo vivía antes, pero también de todo lo bueno que se puede conseguir cambiando de vida, uno no debe pensar mucho en el pasado, pero en esta ocasión lo hago porque eso me trae fortalezas para no volver a esa vida”.
Y así continuó avanzando el día, en medio de un intenso sol, muchas risas, gritos eufóricos, aplausos, bailes, abrazos y muchas ganas de continuar adelante con el futuro; hasta que el evento llegó a su final, todo quedó sellado con muchos aplausos, un gran grito de todos los participantes que dijeron “Sí se puede”, y con la conclusión que todos fueron ganadores, anotando puntos en favor del compañerismo, los sueños y el futuro.
El Bronx tiene otro significado, uno musical, de juegos, de cultura, y aunque el evento finalizó, hoy las ganas de salir adelante, luchar por sus sueños y no repetir el pasado, son mayores, también quedó demostrado que todos son una gran familia llena de apoyo, sueños y metas por cumplir.
