• Por medio del programa Todos a la U, 24 ciudadanas y ciudadanos exhabitantes de calle ingresaron a la universidad a cursar un diplomado en el área de su interés.
• Esta es una oportunidad con la que buscan continuar cumpliendo sus sueños, fortaleciendo sus procesos de inclusión social y, sobretodo, tener unas mejores oportunidades laborales.
• Algunas de las ciudadanas y ciudadanos exhabitantes de calle que se inscribieron en el programa y que están en la universidad, finalizaron su bachillerato académico por medio de la estrategia CIPREIA.
Bogotá, D.C., noviembre 7 de 2023. Luego de un largo proceso, que, aunque podría tornarse como algo incierto, las esperanzas y los sueños estaban más vivos que nunca, 24 ciudadanas y ciudadanos exhabitantes de calle se inscribieron en el programa Todos a la U, con el fin de tener acceso a una educación superior y así tener mayores oportunidades sociolaborales.
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Sin embargo, luego de un largo mes, la espera terminó e inmediatamente todos recibieron la gran noticia que iban a cursar un diplomado en temas relacionados a la hotelería y turismo, servicio de atención al cliente, gastronomía e inglés; de modo que las miradas esperanzadoras, sonrisas, abrazos, e incluso alguna que otra lágrima de felicidad, fueron sensaciones que se apoderaron de quienes oficialmente eran universitarios.
Además, con el objetivo de garantizar una equidad en la educación, es necesario destacar que algunos de los ciudadanos y ciudadanas que se inscribieron en el programa, finalizaron su bachillerato académico con la estrategia Círculos Preparatorios Integrales de Aprendizaje (CIPREIA).
Tal y como fue el caso de Jaime Valiente, un beneficiario que finalizó sus estudios con CIPREIA en el año 2017, y quien va a estudiar inglés. “Quiero poder tener unas mejores oportunidades laborales, ojalá entrar en un call center, servicio al cliente o ventas, algo así, pero en inglés, considero que mi nivel es bueno, aparte me inscribí al curso para mejóralo, creo en mí mismo y sé que lo puedo hacer”, dice.
Palabras que demuestran que, si bien, cada quien tiene sus propios objetivos, todos tienen la gran meta común de continuar creciendo en cuanto a su educación académica, y por supuesto lograr tener unas mejores oportunidades laborales, pues son conscientes que entrar a la universidad es un gran logro que les fortalecerán sus proyectos de vida, además de impulsarlos a alcanzar sus potenciales y continuar logrando cumplir sus sueños.
"Yo opté por estudiar gastronomía, panadería y pastelería y quiero poner en práctica en mi vida lo que aprenda en la universidad, pues cuando salga quiero tener mi propio negocio, quiero emprender y tener una pizzería, creo que la cocina es un arte que puede ofrecerle mucho a la sociedad porque cuando comemos algo rico, sonreímos", afirma Alexander Chico, mientras en un libro estudiaba distintos temas de etiqueta y técnicas para servir la comida.
Una sensación de altas expectativas a las que se unía Leslie Puentes, quien pensando en su futuro propio y el del mundo, quiso estudiar inglés. "Yo quiero aprender mucho y tener una mejor oportunidad laboral y más, teniendo en cuenta que el inglés es el idioma universal, el hecho entrar a la universidad me da mucha emoción, es un crecimiento personal que nos dará muchas oportunidades, si se pueden cumplir los sueños y nunca es tarde para seguir aprendiendo”, cuenta.
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Ahora bien, todos son muy conscientes del nivel de exigencia de una educación superior, pero eso los emociona aún más, pues como ellos mismos lo afirman, están teniendo una buena preparación, están conociendo nuevos compañeros de estudio y sobretodo, se sienten orgullosos porque la sociedad los mira a los ojos y los ven como personas iguales.
