- Juventud
Ana María Falla, de la Casa de Juventud de Bosa al ‘Vans Park’, de California (EE.UU.)
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Bogotá, agosto 3 de 2018. Sentada en una silla del parque de su barrio, no puede dejar de mover sus pies mientras observa su patineta. Es una mujer de contextura delgada. No tiene más de 1.60 mts., de alto. Su piel es blanca y su pelo negro y liso.
Cuando mira su herramienta de trabajo es como si recordara sus inicios. Inmediatamente esa mirada irradia una energía de alegría e inspiración: la ‘tabla’ le transmite un centenar de emociones que la hacen estar en otra órbita, y es lo que percibe cualquier persona que la ve. Ese mismo ‘viaje’ que emprenderá en pocos días para California (EE.UU.), donde representará a Bogotá y al país, en el ‘Vans Park Series International 2018’, junto a Jeank González quien también viajará en representación de los hombres. Al viaje se suma el mánager, de la marca ‘Vans’. Ana María es una de esas mujeres que se demuestran a sí mismas, que si se proponen metas las alcanzarán. El fruto de este empoderamiento y determinación, la llevarán por segundo año consecutivo a ser una guerrera ‘criolla’ en una de las ciudades donde hay más ‘tesos’ del ‘skateboarding’ -deporte que consiste en deslizarse sobre una tabla con ruedas y a su vez poder realizar diversos trucos-. “Este evento reúne lo mejor de esta práctica a nivel internacional convocando a jóvenes de todas partes del mundo, lo que evidencia un nivel increíble y se observa realmente el apoyo que ha tenido cada uno de los deportistas para llegar a estas instancias. Se siente una responsabilidad muy grande. Sé que tengo que dar todo sin dejar atrás la diversión, que es la esencia del ‘skate’”, asegura Ana María. El futuro es más que prometedor, “mis planes a futuro es seguir con mi deporte, mi estudio y mi trabajo, llegar muy lejos representando cada vez mejor a mi país y así mismo recibir más apoyo. Lo que todo deportista desea es vivir de su deporte” El amor por el ‘skate’ lo demuestra cuando monta sobre su patineta. Hace que los transeúntes se queden observándola. Ana María es una mujer bogotana, quien trabaja en la Casa de Juventud de Bosa y quien ha logrado inspirar a muchos jóvenes, quienes como ella sueñan con salir adelante haciendo lo que les gusta. No sólo se dedica al ‘skate’, también parte de su tiempo lo dedica a sus estudios en Medios Audiovisuales y es la suma de estos ingredientes y mucha dedicación lo que la llevan a representar a Colombia en el ‘Vans Park Series International’, en los Estados Unidos. La carrera deportiva tuvo comienzo desde el seno de la familia. Gracias al ejemplo transmitido por su hermano, quien también montaba patineta. Tenía apenas 14 años cuando inició sus primeros pasos en este deporte. Los ‘vaivenes’ de la adolescencia empezaban a enfrascarse en tardes largas que la llenaban de energía para explorar sus gustos. Todo terminaría de ajustarse cuando en uno de esos días de ‘aburrimiento’, ya subida en una patineta, sufrió una fuerte caída la cual la marcó como un tatuaje en la piel, ya que gracias a ésta, descubrió que le tenía amor a este exigente deporte. En los barrios de ‘Villa del Río’, ‘Puente Aranda’, ‘Suba’ y ‘Japón’, fue creciendo el gusto por el entretenimiento. La disciplina, la constancia y la filantropía de lo que hacía, le dieron el empoderamiento de explotar al máximo su talento, ya que estar encima de una tabla no es para cualquiera, y como ella dice, “en el ‘skate’ hay que superarse a sí mismo”, palabras que le han permitió luchar ante los paradigmas que trae una actividad considerada como ‘ruda’. La permanencia es quizá el gran desafío para quienes incursionan en los deportes extremos como éste, Ana María conoce historias de jóvenes, quienes declinaron a seguir este sueño por falta de apoyo ya que, en algún momento de la vida, las responsabilidades y problemas se apoderan de lo que se quiere y se sueña. Vivir de este tipo de deporte en Colombia no llega a ser tan fructífero a menos de que se ame lo que se hace, es decir, hacer maromas, trucos, aguantarse las caídas, soportar el cansancio y demás obstáculos que se presenten para alcanzar su proyecto de vida. Por lo tanto, el apoyo o la fe, como se diría en la calle, es quizá una de las cosas determinantes para mantenerse o declinar de cualquier sueño, y en especial cuando se incursiona en los deportes extremos. Pero Ana lo ve más como una ayuda. Tiene un gran agradecimiento con todas las marcas que desde un principio han creído en su talento. Sin embargo, el apoyo de su madre, María Ángela Toro, y su hermano, Santiago Falla, han sido el complemento perfecto para seguir esta travesía. Como muchos sueños juveniles, éste ha tenido alguna discrepancia ya que para muchos padres no se les hace llamativo cuando alguno de sus hijos les dice que practicarán ‘skate’. “Al principio me decían, ‘usted no va a montar, es un deporte de niños’. Fue cuando me enamoré por completo de las patinetas. Pero con el tiempo todo ello fue cambiando y mi mamá decidió apoyarme tanto emocional como económicamente”, dice Ana, quien ve a su madre como una mujer guerrera que ha sido durante todo este tiempo para sacar adelante a sus hijos. La fría y calurosa Bogotá ha sido el epicentro de sus trucos, sus caídas y sobre todo su felicidad. La esencia del ‘skate’ es la calle. Eso quiere decir, que la patineta de Ana María ha recorrido gran parte de la ciudad y detrás de todo ello, escenarios que le han permitido alcanzar el gran nivel que ha adquirido hasta el día de hoy. En esencia han sucedido cosas difíciles en esta gran carrera, los golpes son un gran impedimento muchas veces, “pero yo creo que todo es aprendizaje igual que la vida, si te caes hay que levantarse y volverlo a intentar”, dice segura de sí misma. Sin amuletos de suerte o cábala alguna distinta a la seguridad propia y la premisa de no dudar en las capacidades ya que el ‘skate’ es de tomar decisiones, ha trazado un camino lleno de éxitos llevándola a festivales de verano donde se ha coronado campeona y subcampeona. En competencias nacionales como ‘Vans Park Series’ Colombia, ‘El Sofá 2017’, y en competencias de ‘skate’, que las marcas organizan durante el año. Por supuesto, la gestión de la Subdirección para la Juventud y la Secretaría Social, en cabeza del alcalde Enrique Peñalosa, le han abierto las puertas y brindado su apoyo para seguir apoyando su carrera deportiva y mostrarle a cientos de jóvenes capitalinos cargados de sueños y ganas de salir adelante que se pueden hacer las cosas. “Han sido un motor para seguir avanzando claro que sí. Porque desde mi experiencia de vida he logrado hablar con muchos jóvenes acerca de sus sueños y sus planes a futuro. Por eso, he podido vincular más jóvenes al proyecto ‘Distrito Joven’, ya que la oferta que ofrece va muy de la mano del aprovechamiento de tiempo libre y la participación ciudadana. Me siento feliz de pertenecer al equipo de trabajo de la Casa de Juventud de Bosa, ya que puedo aportar mis conocimientos a todas las juventudes que como yo luchamos día a día por alcanzar nuestras metas”, afirma la ‘skater’. Esta joven bogotana, se lleva consigo la esperanza de todo un país que lucha a través de sus deportistas de colocar en alto a Colombia en los diferentes escenarios. Le deseamos la mejor de las suertes para éste y otros eventos deportivos a los que seguramente asistirá y competirá con buenos resultados. Finalmente, Ana María deja un mensaje para las juventudes de la ciudad: “Aprovechen el tiempo libre y no se dejen influenciar por personas que los llevan a caer y no subir. Si les gusta el arte, la danza, el deporte, que le hagan. No dejen de seguir sus sueños”. |
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