Bogotá, 12 de junio de 2018. “No pensé que volviera a bailar frente a un público tan especial en éste teatro tan inmenso”, expresó Henry Cárdenas, una mujer ‘Trans’ que hace más de tres meses abandonó la calle, luego de que un día los ‘Ángeles Azules’ la encontraran en una zona de la ciudad y le hicieran una invitación que le cambiaría por ahora su forma de ser, pensar y soñar.

 

El alma de bailarina, tal vez como ella piensa, viene de la sangre. Nació en Palmira – Valle, una ciudad donde el sabor de la salsa era el ritmo que a diario entre calle y calle se escuchaba. Su vida desde muy pequeña y con solo ocho años de edad, no fue la más normal como cualquier otro niño o niña. Luego de tener que despedirse para siempre de sus padres que de manera repentina fallecieron, pasó al cuidado de una tía. Durante esas épocas de crecimiento, su inclinación sexual y su pensamientos frente al género femenino no la impulsaba a pensar hacia el género opuesto, al contrario se sentía diferente y su atracción hacia otros niños era un mayor impulso el cual no podría ser normal.

Luego de un corto paso por el colegio, y al sentir tanto rechazo a su decisión de vida, decide tomar rumbo hacia otra ciudad, en busca de nuevas metas y aceptación. Hace más de ocho años con una entrada que no precisamente la llevó a las tablas de un teatro o el mejor lugar de su vida, la desplazó desde muy joven a las calles de la capital del país. El consumo que había adquirido durante su adolescencia en su tierra natal, ya la había llevado a un camino de drogas que día a día entre alcohol y la prostitución, se ‘disfrazaban’ en su mente y cuerpo, y la venían consumiendo poco a poco.

 

Al llegar a Bogotá, buscó sitios para poder trabajar de manera honesta, aunque sabía que por medio estaría su dignidad, su cuerpo y el riesgo de poder ser agredida o abusada. El trago el cual era su más fiel parejo de baile, la llevó a caminar muchas veces por el antiguo sector del ‘Bronx’. Entre canciones de las cientos de Rockolas que visitó, allí entre la lujuria, el deseo, el estasis del cigarro de bazuco que consumía y las altas dosis de todo tipo de bebida alcohólica, la llevaban hasta el borde de la locura.

“Una vez en el ‘Bronx’, me pase de tragos, me puse a bailar y hacer mucha ‘bulla’; estaba tan ebria que empecé a gritar y bailar hasta sin ropa. Allí, en ese lugar, pues no le gustaba a los ‘duros’ ese tipo de situaciones, entonces pues me cayeron y me dieron duro para calmarme, me rompieron la cabeza, casi me matan”, menciona Henry recordando ese día.

No volvió a frecuentar el ‘Bronx’, aunque su vida no ha sido habitar la calle, si consumía. Pagaba su pieza diaria y trataba de estar siempre bien, aunque reconoce que el estar “bien” en la calle, no es lo mejor. Se ha dedicado al trabajo como estilista y ofrece algunos servicios. Cuando laboró un tiempo por la zona del barrio ‘Santafé’, estuvo por primera vez en un hogar de paso. Aunque su falta de voluntad y su adicción que no era la mejor compañía, la llevaron de nuevo a las calles.

Un sueño que baila, y danza al ritmo de una nueva vida

“Yo era bailarina en Cali, la pasaba muy bien y hoy de nuevo volver a bailar, me emociona mucho”. Así inicia su relato Henry Cárdenas, hoy muy contenta por participar en el ‘Segundo Encuentro Intercentros de Danzas’ el cual reunió a más de 150 exhabitantes de calle de los centros de atención de la Secretaría Social.

El camino de la calle a un hogar de paso, para Henry vino gracias a los ‘ángeles azules’, que por muchos días se la encontraban en la calle y le insistían en cambiar de vida y poder iniciar de nuevo un proceso de recuperación personal lejos de esa vida y el vicio. Esta vez ella, se vinculó de nuevo a un hogar de paso. Ya lleva tres meses, en donde no consume, vive más tranquila y le entrega más atención a su vida.

Hace menos de un mes, se vinculó a la convocatoria que desde los centros de atención hicieron a los exhabitantes de calle que reciben los servicios, para participar y hacer parte de los grupos de danzas que representaría cada delegación en el encuentro de danzas de la Secretaría Social. Luego de las actividades diarias de recuperación personal en su nueva casa, se dedicaba a ensayar, tenía a cargo un baile moderno y una danza contemporánea que requería toda su concentración y entrega.

“En el Centro de Atención Transitorio, la paso muy bien, la convivencia con otros hombres, mujeres y demás personas LGBT; es un ambiente de respeto. Los ‘ángeles azules’ del hogar, nos enseñan todos los días a respetar y a recuperar los valores que hoy en día el ser humano ha perdido”, resalta Henry en su actual experiencia de vida.

Ahora, trata todos los días de cuidar su cuerpo y mente. Iniciará sus estudios validando su bachillerato. Sueña con poder viajar y ser bailarina. Se ha sentido contenta con su proceso y más cuando tuvo la oportunidad de mostrarse de nuevo sobre las tablas de un escenario y ante un auditorio de muchas personas que aplaudieron cada movimiento, cada sonrisa y destacaron el trabajo que ella y su grupo de danzas realizaron. Ahora Henry Cárdenas, vive feliz y dispuesta a cambiar.

Fueron más de 25 bailes tradicionales entre danzas típicas colombianas y la puesta en escena de algunas obras musicales con mensajes claros sobre el daño que el consumo y la habitabilidad en calle puede generar en la vida y cómo poder prevenirlos.

“Todas estas personas presentes, han tomado la decisión de abandonar esa vida que llevaban en calle, y hoy tienen la oportunidad de vincularse a estos encuentros culturales, siendo nuevos espacios en donde los exhabitantes de calle, comparten, interrelacionan y lo más importante, disfrutan de todo lo que a diario cualquier otra persona puede vivir en su cotidianidad”, menciona Myriam Stella Cantor, subdirectora para la adultez, quién dio la bienvenida a los artistas, invitados especiales y ángeles azules en el segundo encuentro de Danzas.
 

 

 

Bogotá, junio 7 de 2018. Pedro Julio Vargas Rojas fue un niño como cualquiera. De la mano de su padre, a sus 9 años, lo acompañaba al lugar de trabajo en donde se dedicaba al negocio de la compra y venta de esmeraldas. En plena ‘Avenida Jiménez’ en el corazón de la ciudad, se ofrecían estás piedras preciosas que han traído riqueza, pobreza, muerte y mucha sangre derramada durante la historia de nuestro país.

Éste no es el caso del padre de Pedro quien comerciaba algunas esmeraldas. En sus ventas diarias, que no eran muchas, llevaba el sustento para la casa y a veces hasta le quedaba algún dinero extra para beber y llevar problemas a su hogar. La vida de Pedro a esa edad, no fue la mejor. Las discusiones y problemas en su casa, sumados a las tensas situaciones que se vivían en el barrio con el tema de las pandillas y los ‘chachos’ de la calle, quienes entre el vicio y otras artimañas ganaban poder esquina tras esquina. Esas fueron las vivencias que con frecuencia Pedro debía afrontar.

“Con tantas situaciones a mi alrededor, decidí irme de la casa. Ese tema del dinero y el poder me llamó la atención, las amistades que lo convencen a uno de vainas que lo llevan a uno hasta el fondo”, recuerda Pedro aquella niñez.

 

Desde las calles de Ciudad Bolívar caminó hasta el centro de la ciudad. El Barrio ‘Santa Inés’ fue su primera y única parada. Allí derecho llegó al ‘Cartucho’. A esa edad probó el vicio. La marihuana ya rodeaba su cabeza y cada día le pedía y le pedía más. “Allí en el ‘cartucho’ la droga era muy barata, me metía unos siete ‘pipazos’ de bazuco, eso era mucho y por tan barato”, recuerda Pedro.

Allí en esa ‘olla’ en medio de las hogueras que se prendían en la noche, que de hoguera no tenía nada, pues lo que se quemaba era el caucho que rodeaba el añorado cable de cobre que la gente robaba para finalmente venderlo; Pedro conoció en el ‘cartucho’ a don Orlando alias ‘mano de cobre’. Él era el más duro jalando cobre. “Una vez tenía frío y me acerqué a esas hogueras. Allí veía lo que hacían y pues me animé a preguntar. ‘Mano de cobre’ me explicó que pasaba y de ahí en adelante me lo hice de amigo y me enseñó algunas técnicas, como por ejemplo ver bien las alcantarillas donde metía la cabeza, ya que algunas de ellas tenían cables de alta tensión y ahí podía quedar ‘tostado’”, comenta Pedro.

“La plata se veía robando cable. En algunas esquinas pagaban a 25mil por kilo. Entonces pues uno se hacía buen material. Yo me metía en una alcantarilla, ‘jalaba’ el cable y luego me iba a buscar la otra punta y me metía para ver como ‘jalaba’ más. Así fue como un día me dejé caer y me arrestó la Policía y finalmente pagué 240 meses entre la cárcel ‘Modelo’ y otras prisiones de la ciudad”, cuenta Pedro al recordar su paso por esos lugares.

Una vida oscura en el ‘Bronx’.

Pedro salió de la prisión, un poco más maduro, aunque no por mucho tiempo. Pasó un año juicioso; vendía dulces por todos lados. Trataba de hacer todo honestamente pero la venta de ‘mecato’ no le dejaba mucho y tenía que conseguir dinero para sobrevivir, así que de nuevo recayó en el vicio. Volvió a las calles y finalmente llegó al ‘Bronx’.

Empezó a trabajar en uno de los hoteles del ‘Bronx’. “Me pagaban con vicio y a veces con plata. Yo tenía que recibir los clientes, arreglar las piezas, fumigar, tender las camas. Aunque eso era un hueco de lugar. Nos exigían lo mejor para la gente. Igual iba gente de toda, con plata sin plata. A mí me pagaban comisión de $1.000 pesos por todo. Si querían una ‘traba’, me daban comisión. Si querían mujeres me daban comisión. De todo se veía. Pero yo recibía mi paga y listo”, comenta Pedro.

Allí, fuera del bazuco y la marihuana, consumió de todo. El ‘poper’, también fue una de las drogas que metió. “Eso se sentía como un fuego que le corría a uno desde los pies a la cabeza. Luego alucinar un rato y listo. Ahí quedaban los cinco minutos de placer”, menciona Pedro recordando esas ‘trabas’. También se ‘chuteó’ lo brazos, como decían ellos refiriéndose al momento de consumir heroína, pero no le gustó mucho, como afirmaban algunos en el ‘Bronx’. Se ‘picó a loco’, pero al final, no siguió por los caminos de ese vicio.

“La mañana de la intervención en el ‘Bronx’, yo estaba por la calle. Apenas estaba entrando a la ‘olla’, cuando fue que empezó ese alboroto. Ni siquiera la seguridad del ‘Bronx’ alertó que venía ‘Mario Grande’ como le decían a los máximos operativos de la Policía. Eso fue mucha inteligencia la que hicieron, porque la verdad, sí que se metieron bien. De ahí me llevaron al hogar de la ‘Carrera 35’, pero yo duré como dos días, yo solo quería soplar y soplar”, recuerda Pedro de la operación de la intervención en el ‘Bronx’.

Caminó por varios lados, por la ‘Plaza España’ estuvo un rato. Pero allá llegaron los ‘duros’ a ofrecer ‘trabas’ solo para que ellos hicieran desorden y estragos en la ciudad. “Ese día me dí cuenta que ya estaba muy mal, que no quería más correrle al vicio, así que me fui de ahí para otros lados a caminar y buscarme el rebusque”, dice Pedro.

“Le cuento que si el ’Bronx’ no se hubiera acabado, yo no sé si seguiría vivo, tal vez ya muerto por una ‘traba’ grande o algún loco por ahí que me haya ‘cargado”. Piensa Pedro, recordando la caída del Bronx. Estuvo varios días por la calle, pero entre un lado y otro no era fácil. Así que decidió irse de nuevo al Hogar de Paso de la Secretaría Social. Era la segunda vez que estaba allí y lo que más lo impulsaba para volver era que veía que en ese lugar podría iniciar una nueva vida, claro si se lo proponía.

Ingresó al centro de atención y desde ese día muy juicioso inició un camino diferente. La ansiedad y el pensamiento por el vicio lo cambió por los libros y cuadernos, ya que decidió continuar con sus estudios de bachillerato, los cuales finalmente y a mucho honor, logró terminar recibiendo su diploma de Bachiller, hace menos de cinco meses.

Ahora después de mucho tiempo, habla más seguido con su padre a quien lo perdonó y él también perdonó las malas situaciones vividas durante su niñez. La familia lo acompaña en su proceso. Lo apoyan día y noche. “Creo que la edad y los años no me llegaron solos, desde niño tuve desafortunadas decisiones que me llevaron a hacer cosas malas. Hoy con mi mente cuerpo y alma deteriorada, trato de darle un nuevo sentido a la vida. Ya no pienso como aquel niño que de locuras trataba de ser el más adinerado y duro de todos. Eso no existe, eso tan solo es algo que se crea en nuestras mentes por culpa de personas que se aprovechan de los consumidores y nos llevan hasta el último camino de perderlo todo”, resalta Pedro quien ahora disfruta cada momento en su segundo hogar y con una nueva vida. Él es el vivo ejemplo de que sí se puede.

 

 

 

Bogotá, junio 5 de 2018. Tras cumplirse dos alos de la intervención del sector de ‘El Bronx’, la Scretaría Social de Bogotá informó que 444 personas, quienes iniciaron proceso de recuperación, superaron la habitabilidad en calle. Esto corresponde a un 22% de éxito, cuando el promedio mundial es del 3%.

“Actualmente más de mil personas que hacen parte del fenómeno de habitabilidad en calle continúan su proceso en nuestros centros. Esto es un gran logro para la ciudad si se tiene en cuenta lo complejo y que es recuperar de la adicción a un habitante de calle”, señaló Cristina Vélez Valencia, secretaria social de Bogotá.

Así mismo, se anunció que la entidad esta proxima abrir los procesos licitatorios para 5 nuevos centros para habitantes de calle, con una inversión de más de 7 mil millones de pesos. Los servicios de estos centros tendrán un enfoque diferencial y allí se podrán recibir poblaciones como mujeres diversas, personas mayores de 60 años y habitantes de calle con sus mascotas.

El sector social (Secretaría Social e IDIPRON) dispone en la actualidad de 15 centros de atención para habitantes de calle con 2.781 cupos, de los cuales tres quedan en el departamento de Cundinamarca y el resto están distribuidos en las localidades de Santa Fe, Los Mártires, Puente Aranda y Engativá.

En inversión para habitantes de calle se pasó de un presupuesto de 156.534 millones de pesos de la administración anterior, a 272.478 millones para el cuatrienio de la Administración Peñalosa.

A su vez, en lo corrido del ‘Plan Distrital de Desarrollo’ más de 1.486 ciudadanos habitantes y exhabitantes de calle han sido formados en artes y oficios en temas como carpintería, electricidad, cocina, mantenimiento de bicicletas, construcción, sistemas, inglés, artes visuales, teatro y validación del bachillerato.

Adicionalmente, 1.187 habitantes y exhabitantes de calle han participado en procesos de desarrollo de capacidades y en acciones de seguimiento y acompañamiento, con el fin de fortalecer su inclusión social y disminuir la reincidencia de conductas asociadas a la habitabilidad en calle.

Pero no solo se atiende a las personas en cercanías al ‘Bronx’. Tras el desmantelamiento de la ‘República Independiente del Crimen’, como la denominó el alcalde Peñalosa, se continúan realizando acciones para atender a esta población en los barrios aledaños al sector, es decir: Voto Nacional, LaPepita, Ricaurte, La Sabana y La Estanzuela en la localidad de Los Mártires, y Santa Inés de la localidad de Santa Fe.

Cabe resaltar que para la vigencia 2017 se realizaron en total 5.412 recorridos en este territorio y, entre enero y marzo de 2018, se han realizado 1.680 recorridos, en horarios diurnos y nocturnos con el equipo de ‘Ángeles Azules’ el cual traslada a los habitantes de calle que acepten la ayuda estatal de manera voluntaria, con un promedio diario de 19 kilómetros diarios de caminatas con recorridos los 7 días a la semana.

Igualmente los ‘Ángeles Azules’ siguen realizando acciones significativas en el Canal Comuneros que atraviesa las localidades de Los Mártires y Puente Aranda. Allí, entre el 1 de noviembre de 2017 y el 31 de marzo de 2018, se realizaron 512 recorridos.

Aquellos que aceptan ingresar al proceso son llevados a los Hogares de Paso de la Secretaría, donde pueden suplir necesidades básicas como la alimentación, el descanso, la higiene, y pueden iniciar procesos de recuperación de hábitos de vida saludable y para dejar la habitabilidad en calle.

Cabe recordar que tras la intervención a ‘El Bronx’, el Sector Social atendió durante el 2016 a 10.723 habitantes de calle, durante el 2017 a 11.487 y de enero a abril del 2018, 7.254.

 

 

 

Bogotá, junio 2 de 2018. Dos años después de que el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa Londoño, tomara la firme decisión de recuperar el sector del ‘Bronx’ para los bogotanos, zona calificada por el mandatario como una ‘República Independiente del Crimen’, se hará allí una dinamización de dicho territorio, con empresas creativas que conformarán el proyecto de ‘Economía Naranja’, además, de posibilidades de arte y cultura para el disfrute y orgullo de los ciudadanos.

En una caminata el alcalde Peñalosa, junto con la Secretaría Social, Cristina Vélez, recorrieron la zona, trayecto que incluyó el Parque ‘Tercer Milenio’, zona recuperada por el alcalde en su anterior administración y en donde funcionaba ‘El Cartucho’. Allí el alcalde anunció que el parque contará con pista de bicicross, canchas de fútbol sintéticas iluminadas y un patinódromo, como parte de un escenario acorde a una recreación más activa.

El mandatario conversó con los habitantes y comerciantes del sector del ‘Voto Nacional’, en la localidad de ‘Los Mártires’, para comunicarles acerca de la renovación urbana que transformará la zona centro de Bogotá y que incluirá una estación de la primera línea del Metro.

Frente a la extinción del ‘Bronx’ el alcalde Peñalosa indicó que, “esta se semana se cumplen dos años de la intervención en el Bronx, lo que era un República Independiente del Crimen, un horror. Aquí era una fábrica de drogadicción, donde había explotación masiva sexual de niños y criminalidad de todo tipo, en el corazón de Bogotá y en el centro de Colombia, algo aberrante e impensado”.

Peñalosa agregó que lo que antes era una barrera de temor e inseguridad para los ciudadanos que iban hacia el norte o al sur de la ciudad y que tenían que pasar por la zona, ahora se va a convertir en un centro de Integración que generará turismo gracias a los proyectos de renovación que se construirán y que traerán prosperidad al comercio y empresas que funcionan en la zona así como bienestar para los habitantes que residen en la zona del emblemático ‘Voto Nacional’.

“A la gente le va a quedar difícil creer que aquí funcionó un horror de la criminalidad. Este lugar deja ese macabro recuerdo para transformarse en el corazón palpitante de la ciudad porque aquí florece Bogotá”, aseguró el burgomaestre.

Para la Secretaria Social, Cristina Vélez, además de la recuperación urbanística, salvar vidas que estaban perdidas en medio de la droga y la delincuencia es motivo de orgullo para la administración de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’.

“Dentro de los logros que alcanzó el Distrito al desarticular la ‘olla’ más grande de la ciudad, en mayo de 2016, fue sacar del Bronx a 2.053 habitantes de calle. De ellos, más de mil están en recuperación y 444 ya culminaron con éxito un proceso para iniciar una nueva vida. Gracias al trabajo articulado de nuestros Ángeles Azules y el Idiprón, esfuerzo que se traduce en lograr que menos jóvenes tomen el camino de la drogadicción y la habitabilidad en calle”, resaltó la secretaria.

Cabe destacar que durante 2016 se atendieron a 10.723 habitantes de calle y 11.487 durante 2017. Entre enero y abril del presente año van 7.254 atenciones. La inversión para beneficiar a esta población pasó de $156.534 millones en la anterior administración, a $272.478 millones para el cuatrienio de la Administración Peñalosa.

 

 

 

Bogotá, junio 1 de 2018. Una sorpresiva y grata visita recibió Bernardo Pérez, habitante de calle, quien frecuenta la zona del ‘Canal del Arzobispo’ a la altura de la calle 40 con Av. Caracas. Se trataba de Fabián Belnavis, subdirector local de Chapinero, quien verificó las condiciones de vida y las ayudas que actualmente recibe ‘Berna’ y su familia en el ‘cambuche presidencial’

En un diálogo, ameno junto con una carreta que hace las veces de sala y al lado de sus mascotas ‘Tyson’ y ‘Lukas’, el Subdirector de Chapinero escuchó a Bernardo y de paso lo invitó a dejar las calles y acogerse a uno de los servicios que brinda la Secretaría Social en las unidades operativas que esperan a ‘Berna’ para enfrentar el fenómeno de habitabilidad en calle.

“Estamos aquí acompañando a Bernardo, pero no solo hoy. El equipo de sensibilización de los ‘Ángeles Azules’ diariamente en su quehacer en los territorios visita el ‘cambuche presidencial’ para monitorear las condiciones de salud de sus integrantes. En la actualidad estamos haciendo un seguimiento a su compañera Blanca Hernández, quien presenta una afección respiratoria y a quien le deseamos pronta mejoría”, aseguró el Subdirector.

‘Berna’ e ‘Isa’ son beneficiarios del servicio que presta el comedor comunitario Lourdes en donde reciben un almuerzo caliente y nutricionalmente balanceado. Aunque Bernardo e Isabel son adultos mayores todavía no alcanzan la edad necesaria que se requiere para acceder a los beneficios como persona mayor del proyecto ‘Por un Envejecimiento Digno Activo y Feliz’.

Por su parte ‘Berna’ agradeció la atención que a la fecha le presta la Secretaría Social a él y a su compañera.

“Tenemos nuestro almuercito de lunes a sábado. Una comidita bien preparada en el comedor comunitario en donde nos atienden bien. Agradezco a los de la Secretaría Social ‘la mano’ que me están dando en este instante”, sentenció emocionado.

La ‘Nueva Bogotá’ brinda para la atención de la población habitantes de calle 15 unidades operativas con una cobertura de 2.781 cupos. Durante el presente año 2018, se dará apertura a cinco centros para habitantes de calle con enfoque diferencial como: personas mayores, mujeres diversas, carreteros con sus mascotas, con una Inversión de $7.432 millones.

 

 

 

Bogotá, Mayo 18 de 2018. Una visita relámpago pero muy productiva, realizaron funcionarios pertenecientes a la Secretaría de Bienestar Social, de la Alcaldía de Santiago de Cali, así como la ONG ‘Samaritanos de la Calle’. Muy temprano y con las chaquetas azules ‘puestas’ la cual identifican a los cerca de 700 ‘Ángeles Azules’ que en calle y centros de atención brindan servicios a los habitantes de calle; la delegación ‘valluna’ recorrió los canales y calles de la ciudad, para ‘palpar’ de primera mano, la sensibilización que se brinda a los habitantes de calle por parte de la Secretaría Social, así como el funcionamiento de los servicios en donde se atiende a esta población en Bogotá.

“El trabajo de los ‘Ángeles Azules’ es una experiencia gratificante y enriquecedora para las personas que venimos de la Alcaldía de Cali. Observamos avances en la atención integral a los habitantes de calle, direccionada en primer lugar, por la garantía de sus derechos, y en segundo lugar, por su inclusión social. La habitabilidad en calle es un fenómeno en donde todos los actores de la sociedad debemos ser corresponsables”, resaltó Diana Pereira, coordinadora del sistema para la atención de habitantes de calle para la Alcaldía de Santiago de Cali, y quien vivió como un ‘Ángel Azul’ por un día en Bogotá.

Por su parte Libia Mina, representante de la Fundación ‘Samaritanos de la Calle’ destacó que el esquema de atención de la Secretaría Social para los habitantes de calle en Bogotá es ejemplar. “Ser ‘Ángel Azul’ por un día ha sido una experiencia maravillosa. Aquí en Bogotá, tienen un sistema estructurado con una Política Pública clara frente al fenómeno de habitabilidad en calle”, aseguró.

Los visitantes guiados por la subdirectora para la adultez, Myrian Cantor, conocieron el abordaje en calle y la atención ofrecida en uno de los hogares de paso del Distrito, ubicado en el centro de la ciudad, en donde se trabaja a diario con vocación y calidez para las personas que habitan la calle y que deciden acceder al servicio.

De esta manera la administración del Alcalde Peñalosa, comparte sus experiencias y aprende de las estrategias de otras ciudades en busca de la retroalimentación necesaria para fortalecer y mejorar aún más la atención a los habitantes de calle en Bogotá.

 

 

 

Bogotá, 10 de mayo de 2018. Gracias a los buenos consejos por parte de los ‘Ángeles Azules’ y después de varios intentos frustrados, finalmente 30 habitantes de calle que habitan normalmente en el barrio Verbenal, en la localidad de Usaquén, aceptaron la mano amiga de la Secretaría Social, y decidieron por primera vez vincularse a los servicios de los hogares de paso del Distrito.

Con el apoyo y participación de la comunidad, comerciantes y entidades como el IDIPRÓN, Defensa Civil, ‘Promo Ambiental’, la Personería local y líderes comunitarios del sector, se adelantó una jornada de oferta de servicios, en donde el equipo de ‘Ángeles Azules’ invitó a los ciudadanos habitantes de calle a recibir los servicios que ofrece la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ a través de sus centros de atención integral.

A pesar de la mañana lluviosa y el fuerte frío que afronta la ciudad por estos días, no se evitó para que los servidores recorrieran diferentes sectores de la localidad, dialogando, escuchando e invitando a cada habitante de calle a los servicios.

 

Por otra parte en el salón comunal Verbenal I y II, los habitantes de calle que aceptaron la invitación, participaron de actividades lúdicas, y luego de una 'charla' sobre los riesgos de habitar calle, y los factores de permanencia, fueron trasladados voluntariamente a los centros de atención del IDIPRON y el Hogar de Paso ‘Carrera 35’ de la Secretaría Social, para iniciar así su proceso de recuperación personal.

En la jornada de sensibilización también se adelantó una visita por cada local comercial de la zona, en donde los propietarios, residentes y vecinos del sector, fueron informados sobre el tipo de servicios que se prestan en los hogares de paso y luego de ello, se brindó una explicación relacionada con el daño que se le puede causar al habitante de calle cuando se regala una moneda, ya que muchas veces, termina en manos del microtráfico y aumenta el consumo de alucinógenos en las personas.

Así mismo, se informó sobre la línea de atención al ciudadano, en donde se pueden reportar cualquier situación relacionada con los habitantes de calle, así como, la recepción de donaciones como ropa, libros, instrumentos musicales entre otras herramientas que pueden servir para su uso en los centros de atención integral.

 

 

 

Bogotá, mayo 8 de 2018. Si has escuchado hablar de los ‘hogares de paso’ para los habitantes de calle que tiene la Secretaría Social, y aún no comprendes muy bien que oportunidades ofrece, te vamos a dar unas orientaciones sobre la gran labor que adelantan los ‘Ángeles Azules’ en esos lugares donde con el liderazgo del alcalde mayor, Enrique Peñalosa, se salvan vidas a diario.

Primero que todo, la Secretaría Social, cuenta con cuatro hogares de paso, ubicado en diferentes puntos que a través de los ejercicios de ‘caracterización y censos’ de población, se han identificado con mayor presencia de habitantes de calle. Entre estos sectores se destacan, la localidad de Los Mártires, Santa Fe y Puente Aranda. Esto no quiere decir, que no se brinde atención a los habitantes de calle en otras zonas de la ciudad.

Aunque pueda parecer muy sencillo, el trabajo de invitación en calle también tiene sus riesgos. Existen personas que se aprovechan de la condición, adicción o ansiedad de los habitantes de calle para manipularlos y exponerlos al tráfico de estupefacientes o demás acciones. Esto hace que muchos de ellos se rehúsen a que los ‘Ángeles Azules’ se acerquen a ellos. Otra situación son las condiciones físicas, logísticas y demás para llegar a sitios en donde otra persona no estaría. Por ejemplo, canales, caños, pastales, obras civiles abandonadas entre otras.

El servicio inicia muy temprano, con el apoyo de los equipos de ‘Ángeles Azules’ en calle que a diario ofrecen los servicios a los habitantes de calle. El traslado al servicio es voluntario. Estos espacios físicos, prestan una atención integral, con el único objetivo de motivar a los ciudadanos habitantes de calle a darle fin a su vida en la calle. Darse un día diferente, lejos del ‘rebusque’ de alimentos en las canecas de las basuras o en la puerta de algún comercio. Brindarse un espacio para su aseo personal. Tener un momento para pensar y analizar los ‘pro y contras’ de la vida en calle, es la mayor motivación que los ‘Ángeles Azules’ ofrecen a esta población.

 

Iniciar en un hogar de paso no es fácil para un habitante de calle. El apego a las cosas materiales es muy afectiva. A veces la misma cobija o ropa con la que han estado por mucho tiempo, hace difícil separarse. Ahí inicia el proceso, el diálogo entre profesionales y el ciudadano logran romper con ese afecto. Para ello, entender la razón por la cual se habita en calle, escuchar a estas personas, es primordial para enfocar un trabajo profesional.

Luego de éste primer momento, viene el muy abnegado baño. Es difícil dar ese paso, ya que estos hábitos se han perdido por la habitabilidad en calle y por decisiones propias de las personas. Aunque no es imposible, el cambio de imagen gracias a la ayuda del jabón, crema de dientes, un buen corte de cabello, afeitada, peinado nuevo, cepillado y hasta un cambio de ‘pinta’, son acciones que aportan en la motivación personal de cada persona.

Entender no sólo las problemáticas y causas del por qué se habita en calle en cada persona, es el trabajo diario de psicólogos, trabajadores sociales y demás profesionales. También es fundamental en esta labor, acompañar y apoyar a las mujeres que a diario son víctimas de maltrato, humillaciones y demás situaciones que se generan en calle. Muchas veces la mujeres en calle se sienten y viven situaciones difíciles de afrontar, la indiferencia y el rechazo de la sociedad hace que sea más duro por esos días su vida en calle, destaca una de las profesionales del hogar de paso que a diario debe atender diferentes casos.

Durante el día, cientos de habitantes de calle, tienen la oportunidad de asistir a talleres que abordan temas desde derechos y deberes, construcción de planes de vida, proyección de metas y hasta autocuidado personal. Así mismo, se adelantan alianzas y articulación con otras entidades para la vinculación a obras de teatro, visitas a museos, parques de entretenimientos, cinemas, escenarios deportivos, actividades artísticas, lúdicas, formación en artes y oficios. Acciones que durante la permanencia en calle se han perdido y que gracias al apoyo de la Secretaría Social, vuelven a ser parte de la vida diaria como cualquier otro ciudadano.

En la noche inicia otra tarea difícil de afrontar. Los hábitos de sueño se han perdido. Buscar refugio en calle es una labor diaria que en las noches para los habitantes de calle requiere más atención. Largas horas de caminatas, acompañados del fuerte frío de la noche es la constante. ¿Pero cómo se recuperan estos hábitos en un ‘hogar de paso’?

La costumbre de supervivencia hace que no sea fácil al principio. El hecho de dormir en las noches con tranquilidad y en paz, a veces es difícil. Volver a un colchón suave, reemplazar unas cuantas hojas de periódicos o cartón por una delicada cobija, puede ocasionar situaciones emotivas difíciles de controlar; ahí está la gran labor de los profesionales que logran darle un nuevo sentido a estas nuevas opciones de sueño y vida.

Antes de dormir se adelantan encuentros con los habitantes de calle que deciden continuar y quedarse en el servicio. El cierre del día requiere de un ejercicio de análisis y autoevaluación de las acciones y emociones de la jornada. Descansar tranquilo también hace parte del cambio. Los recuerdos llegan y es necesario cerrar este ciclo mediante el trabajo profesional superando situaciones de duelo y crisis emocionales o estados de ánimo.

Estas son algunas las actividades y acciones que a diario más de 350 ‘Ángeles Azules’ adelantan en los centros de atención de la Secretaría Social. La oportunidad para volver a empezar inicia dando ese primer paso. Nosotros estamos listos para acompañar ese nuevo camino.

 

 

 

Bogotá, mayo 4 de 2018. Una vez más se confirma que los héroes no solo están en la ficción sino que también hacen parte de la vida real. Sobre las 8.30 de la mañana de manera valerosa y arriesgando sus propias vidas Jorge Muñetón , Damián Nicolich y Wílmer Rodríguez , tres Ángeles Azules de la Secretaría Social, se lanzaron al agua del Canal Fucha para rescatar a tres habitantes de calle, dos hombres y una mujer que cayeron como consecuencia de la súbita creciente de agua en la fuente hídrica en la zona de la calle Sexta con carrera NQS.

Treinta calles abajo y sin pensarlo dos veces Damián, Jorge y William desafiaron las fétidas aguas del Canal Fucha a la altura de la calle tercera con carrera 68 para responder a los gritos de auxilio de los habitantes de calle que luchaban por no ahogarse en la fuente hídrica.

“Estábamos en nuestra labor diaria de sensibilización cuando escuchamos unos gritos y pudimos con la ayuda de Dios socorrer de manera oportuna a las personas que cayeron al caño. Junto a Wilmer y Damián logramos reaccionar rápidamente. No pensamos ni en el frío, ni en la fetidez, ni siquiera en nuestras vidas, pensamos en salvar la vida de esas personas que nos necesitaban y eso fue lo que hicimos”, cuenta Jorge aún temblando de frío, pero con la satisfacción del deber cumplido.

En el lugar hicieron también presencia personal del Cuerpo de Bomberos de Bogotá y de la Secretaría de Salud, quienes brindaron los primeros auxilios a las tres personas afectadas y quienes posteriormente fueron remitidas a un centro médico para ser observados tras ingerir el agua contaminada del canal.

ÁNGELES AZULES

El equipo de los ‘Ángeles Azules’ de la Secretaría Social está conformado por 700 personas, quienes diariamente trabajan con los habitantes de la calle. Algunos hacen parte de la estrategia de abordaje territorial, que busca llevar, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, la oferta institucional de la Secretaría a través del diálogo en las calles, caminado en promedio 19 km.

Dentro de la oferta institucional que brinda la Secretaría Social a los habitantes se encuentran: la vinculación a los Centros de Atención Distrital (12 en total) para rehabilitarse y salir de las calles; la visita a uno de los hogares de paso, en donde podrán comer y asearse sin obligación a permanecer allí, y otros como las comunidades de vida o los centros transitorios. 

 

 

 

Bogotá, abril 30 de 2018. A ritmo de pasillo, bambuco, cumbia, joropo y porros tradicionales, personas mayores beneficiarias de los Centros Día de la ciudad, disfrutaron de un concierto didáctico con la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

El auditorio ‘León de Greiff’, de la Universidad Nacional, abrió sus puertas para recibir como invitados de honor a 390 personas mayores beneficiarias de los proyectos de la Secretaría Social. Brindándoles una mañana llena de música y folclore colombiano. Los mayores revivieron los mejores años de su vida con la majestuosa interpretación de la filarmónica.

“Esto es una belleza, poder estar acá y disfrutar con mis amigos de esta música tan bonita, un evento de altura para nosotros los viejos”, manifestó uno de los asistentes mayores, durante la muestra musical de la filarmónica.

Con actividades como estas, la Secretaría Social busca que las personas mayores se apropien de espacios para el intercambio cultural como un ejercicio de resignificación de sus experiencias y vivencias.

Desde el servicio social Centro Día, se han contemplado una serie de acciones y actividades complementarias a partir de la libre participación de las personas mayores, teniendo en cuenta sus gustos e intereses. En esta oportunidad, como resultado de la articulación interinstitucional, la Orquesta Filarmónica de Bogotá entregó entradas de cortesía para que los mayores gozaran de un espacio cultural inolvidable.

Es así, como en la Nueva Bogotá se ratifica el compromiso de la administración con las personas mayores y se da respuesta a las diferentes necesidades, gustos e intereses de esta población logrando fortalecer sus proyectos de vida para una vejez digna, activa y feliz.