• Actualmente se benefician 140.140 personas mayores de 54 (mujeres) y 59 años (hombres) con un apoyo económico de 120 mil pesos mensuales.

Noviembre 29 de 2017. Desde el mes de octubre, 2.000 personas mayores de 60 años en situación de vulnerabilidad social y económica reciben un apoyo de la Alcaldía Mayor de Bogotá -por intermedio de la Secretaría Social-, para cubrir gastos de su familia, el pago de arriendo, medicamentos, servicios públicos y alimentación, entre otros.

En lo corrido de este año, con los recursos de la Secretaría de Integración Social se han apoyado a 140.140 personas incluidos los bonos financiados por la administración distrital (Fondos de Desarrollo Local y Secretaría Distrital de Integración Social) y cofinanciados con la Nación (Ministerio del Trabajo – Programa Colombia Mayor).

De esta forma, la administración distrital en cabeza del Alcalde Enrique Peñalosa reafirma su compromiso con las personas mayores; además, trabaja en mecanismos de control para garantizar la focalización correcta de los servicios, de manera que los beneficiarios sean realmente las personas que más los necesitan.

En relación con los recursos que se recaudan con el aumento alcanzado de la estampilla ‘Pro Adulto Mayor’, que pasó del 0.5% al 2%, la inversión se centrará en mejorar los servicios de los Centros Días y de los Centros de Protección Social, así como promover el intercambio intercultural, generacional e intergeneracional entre las personas mayores.

“En 2017, se ha atendido a 9.733 personas mayores en los Centros Día del Distrito. Se inició también la construcción de un nuevo Centro Día en Engativá y se adelantan las adecuaciones de plantas físicas de las unidades operativas en Santa Fe, Puente Aranda, Ciudad Bolívar y Mártires. Además, se iniciará en algunos centros la atención los días sábados”, destacó la secretaria de Integración Social, María Consuelo Araújo Castro.

En esta administración se asignó un presupuesto histórico de 703.342 millones de pesos para los programas de atención a la población mayor que hoy corresponde al 11% de total de la población y que en el 2020 pasará al 14% con más de un millón de personas mayores de 60 años.

Según los resultados del estudio de la línea base Política Pública Social de Envejecimiento y Vejez -PPSEV- Bogotá es una ciudad que cada día envejece más, y solo un poco más de la tercera parte de la población mayor de 60 años (37.2%) recibe una pensión.

 

 

Fuente: Política de Envejecimiento y la Vejez en el Distrito Capital. 2010-2025. Cartilla de la Línea Base 2014. Secretaría Distrital de Integración Social

• Actualmente en Bogotá hay 902 mil personas mayores de 60 años en 2020 seremos más de 1.153.000

• El 10.9% de las personas mayores de 60 años viven solas.

• El 7.8% de las personas mayores cotiza aún para cumplir los requisitos de Ley y acceder a ella. Más crítica es la situación del 62.3% de personas mayores que no cotizan al sistema de pensiones: en ese grupo de no cotizantes se encuentra la casi totalidad de personas mayores en miseria (99.5%) y también una buena proporción de pobres (74.8%) y de no pobres (61.6%).

• Más del 50% de las personas mayores de 60 años en la ciudad no tuvieron acceso a educación secundaria.

 

 

Noviembre 19 de 2017. Durante el desarrollo de la asamblea distrital de sabios y sabias de la ciudad, la administración distrital presentó el balance de las acciones adelantadas por el gobierno del alcalde Enrique Peñalosa en favor de la población mayor. 

Con la toma de posesión de los nuevos consejeros locales, inició la asamblea anual del consejo distrital de sabios de la capital, donde participaron más de 500 personas mayores, quienes también recibieron un reconocimiento por su participación activa de seguimiento y veeduría a la aplicación de la política de vejez desde sus localidades.

“Trabajamos en fortalecer procesos y construir más espacios de participación para ustedes que cada día nos enseñan con su sabiduría y experiencia”, afirmó Miguel Uribe secretario de Gobierno, en la toma de posesion de los nuevos consejeros.

Por su parte, la secretaria de Integración Social manifestó la importancia de los mayores en la sociedad y en la construcción de una nueva Bogotá.

"Desde la administración distrital somos conscientes del rol que tienen las personas mayores, ustedes como asamblea son la junta directiva de los viejos y del envejecimiento digno, activo, feliz y de calidad en Bogotá", afirmó María Consuelo Araújo, secretaria de Integración Social.

Durante la jornada, la secretaría distrital de Integración Social lideró la presentación de las actividades realizadas y los logros alcanzados por la administración durante el 2017 donde se destacan:

- La atención de 93.237 personas mayores de 60 años en 2016 a 94.766 en 2017.

- La Atención de 9.188 personas mayores en 22 centros Día.

- La entrega de 139.351 apoyos económicos para personas mayores.

- 180.367 personas mayores afiliadas al régimen de salud.

- 253.133 usuarios mayores de tarjetas personalizadas SITP con el 10% de descuento en 30 viajes.

- Servicio educativo a 452 personas mayores en 59 IED

- 2.984 mujeres mayores de 60 años atendidas integralmente en las casas de igualdad de oportunidades.

- 5.652 personas mayores participantes de la estrategia aulas ambientales.

- Inversión de más de 339 mil millones de pesos en estímulos para las personas mayores con la secretaría de cultura recreación y deporte.

- 315.637 atenciones en los diferentes programas de cultura y 10.391 actividades realizadas paa los mayores.

- 824 personas mayores atendidas por el Instituto para la Economía Social IPES

 

 

Bogotá, noviembre 18 de 2017. Roselina Pamplona Moreno, nacida en Pesca, Boyacá 91 años atrás y quién fue adoptada por Bogotá a mediados de 1948, se convirtió en la persona con más longevidad presente en el homenaje organizado por la Secretaría Social bajo la orientación del alcalde Enrique Peñalosa en el barrio San Francisco de Ciudad Bolívar.

 

Para esta campesina que cuidaba ovejas y ganado además de trabajar como ella dice “la tierrita del campo”. Bogotá le ha dado todo. “Aquí nacieron mis hijas, en Bogotá he tenido las oportunidades que no tuve en otros lugares. Ahora como persona mayor recibe beneficios en los centros en donde ha adquirido más saberes. Dios socorra al alcalde Peñalosa por lo que nos da”, dijo la señora Roselina.

El homenaje que se convirtió en todo un encuentro intergeneracional que inició con la participación de las bandas de los Carabineritos Fuerte Sur y del Colegio Psicopedagógico de los Andes, quienes con un variado repertorio musical hicieron que las personas mayores evocaran con aplausos los recuerdos de antaño.

Posteriormente las personas mayores que acudieron masivamente (cerca a las mil) al homenaje en el barrio San Francisco en Ciudad Bolívar degustaron un delicioso sancocho preparado por miembros de la Policía Nacional, institución que amenizó la actividad con un grupo musical en tarima.

Junto a Roselina en Ciudad Bolívar son 77.400 las personas mayores beneficiarias de los servicios sociales que brinda el gobierno Peñalosa en la localidad, así lo indicó la Secretaria Social, María Consuelo Araújo.

“Ustedes son prioridad para nuestro alcalde, por ello 18.300 personas mayores reciben apoyos económicos aquí en Ciudad Bolívar. Aquí hemos invertido más de 79 mil millones de pesos para fortalecer los servicios sociales”, indicó la funcionaria.

La secretaria recalcó que la etapa de la vejez no debe ser una etapa triste ni de ocaso, al contrario debe ser activa, sana y productiva.

“Ustedes nos han enseñado y han hecho mucho por construir la Bogotá que avanza. El envejecimiento en Bogotá debe ser de acompañamiento de la sociedad y de transferencia de saberes. Queremos implementar más granjas rurales como en Pasquilla, e incrementar actividades recreodeportivas para que las personas mayores sean autónomas. Una sociedad tiene que garantizar que sus viejos y niños sean los más protegidos” manifestó Araújo.

De esta manera la Secretaría Social continúa trabajando con las personas mayores mejorando y fortaleciendo la atención hacia esta población en pro de una vejez digna activa y feliz.

 

 

Noviembre 16 de 2017. Demostrando que están más activos que en sus años mozos, 70 personas mayores, del Centro de Protección Social Bosque Popular, participaron en la primera edición interna de las ‘Olimpiadas de Juegos Tradicionales y Deportes Adaptados’, donde revelaron sus capacidades deportivas, promoviendo un envejecimiento activo, digno y feliz.

Durante siete días, la llama olímpica de las justas deportivas estuvo encendida en el ‘Bosque Popular’ y en los corazones de los beneficiarios mayores del centro de atención integral de la Secretaría Social de Bogotá.

Juegos tradicionales como ‘Cucunubá’, ‘mini-tejo’ y ‘rana’ promovieron la sana competencia, la solidaridad, el trabajo en equipo y el desarrollo de capacidades de los mayores que participaron activamente en las olimpiadas.

 

 

 

El encuentro deportivo permitió a los mayores de 60 años demostrar que ni la edad, ni una limitación física son impedimentos para desarrollar sus habilidades y destrezas en los deportes adaptados como ‘boccia’, ‘lanzamiento de aros’, ‘balonmano’, fútbol, y billar.

En la celebración, el grupo de personas mayores y 25 cuidadores disfrutaron y participaron de viejas y nuevas experiencias deportivas y recreativas afianzando vínculos socio-afectivos y desarrollando nuevas destrezas corporales que favorecerán sus procesos de envejecimiento en el marco de la dignidad y la felicidad mediante el juego, el deporte y la recreación.

Con acciones como éstas, en los Centros de Protección Social de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ se promueven actividades que aumenten la expectativa de vida saludable y la calidad de vida para todas las personas que están envejeciendo, inclusive las que se encuentran en situación de fragilidad, incapacidad física, y que requieren cuidados de otros.

Para la administración del alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño, el garantizar una vejez sana, es una prioridad integral donde no solo se debe asegurar la alimentación, los servicios de salud, confort habitacional e higiene; sino promover en los mayores una vida útil, productiva, independiente y activa.

 

 

Bogotá, octubre 23 de 2017. Con casi un siglo de vida y con las huellas del paso del tiempo en su cuerpo, Manuel Antonio Onofre Pardo, mantiene un alma joven, una alegría desbordante y un agradecimiento infinito a Dios por el cúmulo de experiencias vividas. Su apariencia frágil dista mucho de la fuerza y del ímpetu de un espíritu libre y andariego, porque a sus 97 años don Manuel sigue pedaleándole a la incertidumbre del día a día.

Nació un 13 de junio de 1920, en Choachí, Cundinamarca. Contrario al año de 1925 que señala su documento de identidad, afirma que hay un error en su fecha de nacimiento en la cédula, error que le resta 5 años de su edad real. Sean 97 o 92 años este “súper abuelo”, residente del Barrio San Fernando, en la localidad de Barrios Unidos, es ejemplo de que para vivir no hay límites.
Vive en un cuarto en arriendo que paga una de sus hijas. Sale desde allí en bicicleta. Empuja pedalazo a pedalazo su ‘caballito de acero’ para llegar hasta el comedor del Doce de Octubre en donde almuerza de lunes a sábado. Con calma se transporta desde su casa hasta el comedor. Monta su bicicleta con prudencia, llega con el tiempo suficiente para permitirse estacionarla y sentarse a hablar un rato con unos amigos en donde le cuidan la bicicleta.

Hablar con él, es permitirse un viaje en el tiempo “Soy bien del campo. Viví en una choza, sobre una loma”, dice. Fue el primogénito de un total de 18 hijos: 9 hombres y 9 mujeres. En tiempos en el que eran usual las familias numerosas. Recuerda que fue un niño feliz, felicidad misma que aún mantiene intacta y que contagia. Agrega que Dios y el tiempo han sido benévolos pues muchos de sus hermanos ya no están.

Sus padres eran cultivadores de papa, maíz y habas. Con ellos vivió hasta los 5 años. Fueron sus abuelos maternos y en especial su tía Arcelia quien lo crío y lo sacó adelante hasta que él se enamoró y se caso. Su mamá fue quien lo entregó a sus abuelos y tía para alejarlo de la violencia de la que ella era víctima por parte de su papá. Trae al presente un evento en el que su padre ebrio golpeo a su mamá mientras ella lo alimentaba. Esa noche su madre lo tomó entre sus brazos y los dos durmieron detrás de la casa.

Bajo la tutela de su tía Arcelia vivió en Chapinero y estudió internado en el Colegio León 13, del cual se graduó como Bachiller Industrial. Aprendió la carpintería, oficio que ejerció en su propio taller en el barrio San Fernando, con la que sacó adelante económicamente a su familia.

Viviendo en Chapinero conoció a Teresa Casas quien fue su esposa por 50 años. La conoció en la Iglesia del Carmen. Allí mismo se casó. Tiene gratos recuerdos de su suegra quien lo acogió 10 años en su casa y siempre lo trató con afecto, el mismo que le proporcionó su esposa, una mujer amorosa y muy respetuosa con la que tuvo dos, de sus tres hijos.

Su pasión por las bicicletas viene desde niño cuando en aquel entonces le regalaron un triciclo en el que aprendió a manejar y desde entonces precisa: “toda mi vida he andado en bicicleta”. Siendo siempre su medio de transporte, saca cuentas y dice que ha tenido como cinco las cuales se las robaron. Ahora dice tener una viejita y feíta, motivo por el cual no se la roban.

Don Manuel maneja bicicleta todos los días. Calcula que lo hace una hora. Expresa que esa actividad le sirve 100 por ciento para su vida tanto física como mentalmente. Sus hijos le han pedido en varias ocasiones que deje la bicicleta a un lado, pero no les hace caso. Considera que es un hombre cuidadoso. Transita siempre por su derecha respetando las señales de tránsito, no se pasa los semáforos y afirma que nunca lo ha parado la Policía. Atribuye parte de su buen estado físico a la alimentación que ha tenido. Conjuntamente al beneficio del comedor recibe un bono de 120 mil pesos del Proyecto de Envejecimiento Digno, Activo y Feliz del cual dice que es una bendición de Dios.

Cree que el camino que ha recorrido en su vida es como una carrera ciclística, con subidas, bajadas, caídas, raspones, premios de montaña, contrarreloj y aunque a veces piensa en la meta final, esa a la que todos llegaremos en un tiempo determinado, prefiere pedalear cuesta arriba y disfrutar cada instante con la mejor actitud.

Don Manuel posiblemente sea el ‘biciusuario’ más longevo de Bogotá, ciudad donde cada vez más se promueve la bicicleta como un medio de transporte alternativo, amigable con el medio ambiente y que genera beneficios a la salud de quienes se movilizan en ella.

 

 

Bogotá, octubre 6 de 2017. No hay nada mejor que un corazón sano. En articulación con la Universidad Manuela Beltrán cerca de 250 personas mayores que se benefician de los servicios de los centros día y noche que presta la Secretaría Social en la Localidad Antonio Nariño participaron en la feria cardiovascular, actividad busca de manera preventiva minimizar los riesgos en salud. 

 

En primera instancia, las personas mayores recibieron una charla sobre hábitos de vida saludables como alimentación adecuada con una dieta acompañada con frutas y verduras y en el no consumo de licor y cigarrillos, factores que aumentan el riesgo de un infarto.

Acto seguido se realizó una sencilla rutina de ejercicios físicas para el fortalecimiento cardiovascular y la oxigenación que genera una mayor energía en nuestro cuerpo y un mejor rendimiento en las actividades cotidianas.

Los estudiantes del área de fisioterapia de la Universidad Manuela Beltrán realizaron tamizajes cardiovasculares (medición de grasa muscular y valoración del índice de masa corporal) así como controles de peso, talla y presión arterial a las personas mayores presentes en los Centros Uecha, Restrepo I y II.

Con este tipo de actividades de autocuidado la administración ‘Bogotá Mejor Para Todos’ reitera su compromiso con las personas mayores tal y como lo ha priorizado el Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa.

 

 

Bogotá, octubre 3 de 2017. Tenía apenas seis años cuando un episodio ocurrió en su vida para quedarse en su memoria para siempre. Eran las 8 de la noche de un día cualquiera del año 1940 y el pequeño Pedro recibió de su tío Francisco la señal que le indicaba que era hora de dormir. Así inicia uno de sus relatos Pedro Antonio, beneficiario de la Secretaría Social en el Centro Día ‘Macondo’ de Tunjuelito, bautizado así en honor al lugar que vio nacer el realismo mágico de nuestro Premio Nobel, Gabriel García Márquez.

Como todas las noches atravesó el patio interior de la casa con el árbol de manzano en el centro, para ir al baño. Dejó la puerta que comunicaba la sala con el patio entreabierta, para que la luz le alumbrara el paso, pero la puerta se cerró y quedó en completa oscuridad. Segundos después el patio se iluminó con una luz intensa y de repente vio a un extraño. Era un hombre joven y delgado de traje y sombrero que se veía rodeado de pequeñas estrellas y que, sin mediar palabra, pasó de largo frente a sus ojos, perdiéndose en el otro extremo del enorme lugar.

Esta inexplicable aparición se convertiría apenas en una de las numerosas historias que don Pedro a lo largo de su vida había acumulado en su memoria y que tenía para contar.

Hoy con 83 años de edad, este caucano de hablar pausado y sonrisa afable, fue cultivando el amor por las artes y la literatura desde que era un niño cuando descubrió la magia de la literatura de la mano de Don Quijote de la Mancha, su primer ejemplar, de una biblioteca que fue alimentando a lo largo de los años y que recuerda compró a escondidas, juntando sus ahorros, un día de mercado en Popayán cuando acompañaba a su tía a comprar insumos para su negocio de panadería.

Siendo un Joven se convirtió en técnico electrónico, se especializó en el mantenimiento de antenas de trasmisión. Ese fue su primer acercamiento con el maravilloso mundo de la radio, teniendo el privilegio de hacer posible la emisión por onda corta, de varias vueltas a Colombia, la competencia ciclística más importante del país. Trabajó para la emisora Nueva Granada que más tarde se convertiría en RCN. También en La voz de Medellín, Radio Pacífico en Cali y Radio Satélite.

Más adelante se especializó en el montaje de sonido profesional. Laboró junto al empresario de entretenimiento Carlos Reder y tuvo la gran responsabilidad de manejar el sonido espectáculos internacionales como el Circo Chino y el Ballet Ruso. Fue en este camino que se encontró con el teatro siendo el sonidista de grandes clásicos de las tablas y así como se enamoró de los escenarios y la vida en ellos.
Su vena artística y su habilidad con las letras hicieron gala en el 2011, cuando se convirtió en finalista en el concurso de cuento y narración oral ‘Historias En Yo Mayor’, organizado por la Fundación Saldarriaga Concha en alianza con la Fundación Fahrenheit 451 y la Red Capital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

Con el cuento “Vida y Aventuras de la Pulga”, una historia en la que un domador de circo para culminar su carrera con bombos y platillos decidió crear un espectáculo circense único, con pulgas trapecistas, dedicando parte de su vida a la preparación de esta gran presentación nunca antes vista. Pero el día del estreno, las pulgas para sobrellevar la emoción y el nerviosismo terminaron embriagándose y al hacer su entrada triunfal al escenario, montadas en una lanuda canina, terminaron cayéndose de la perra, mientras el domador, atento a un enloquecido público, sin darse cuenta de lo que pasaba con sus diminutos trapecistas, terminó aplastándolas con sus botas, acabando así de un pisotón con el sueño de su vida, el sueño de ser el mejor domador del mundo.

Con esa inquietud don Pedro, siguió escribiendo, participando luego en el concurso de escritores de Tunjuelito 2013, organizado por la casa de la cultura, con el cuento ‘Lucifer’. Posteriormente obtuvo una mención de honor, en la categoría de narración oral en una nueva versión del concurso ‘Palabras en yo Mayor’, con la experiencia personal ‘Realidad o fantasía’.

Su producción en teatro no ha sido menos fructífera. En el 2015 participó en el montaje de la Obra de Teatro ‘Aquí no ha pasado nada’, y actualmente dirige la comedia ‘El médico a palos’ que presenta con el Grupo de Teatro ‘Antaño’, el cual se conformó hace 4 años con acompañamiento de servidores de la Subdirección Local de Tunjuelito y de la Biblioteca Pública.

Don Pedro, actualmente es participante del Centro Día ‘Macondo’ de Tunjuelito, en donde fortalece sus habilidades artísticas. ‘Macondo’ se ha convertido en su escenario permanente para presentar, junto con su grupo, sus creaciones y montajes teatrales.

Su motivación está en el amor que a lo largo de su vida ha desarrollado por las artes y la mística con la que crea sus escritos, narraciones y obras teatrales. El talento se perfecciona con el tiempo y eso es lo que demuestra Pedro Antonio López Hurtado, cada vez que inicia un nuevo proyecto cultural, probando así que la experiencia y la sabiduría de los años alimentan con más fuerza al artista, al hacedor de historias. 

 

 

Bogotá, septiembre 29 de 2017. Poco a poco se ha ganado un lugar de reconocimiento en medio de la comunidad. Un telón, un armazón, introducción musical y un curioso personaje de blancos bigotes que emerge tras bambalinas.

“¡Uy! ahora si me estoy acercando a tierra firme. ¡Qué sueño tan delicioso ala!”, dice la voz picaresca de este ancianito bonachón, bogotano de pura cepa, que se despierta lentamente. Un poco desorientado trata de recordar en qué día se encuentra, pero esa somnolencia desaparece al recordar intempestivamente los recibos, impuestos y cuentas por pagar.

“Pagar, pagar y pagar. ¡Ay Dios mío!, mejor me meto otra vez a las cobijas, que allí estoy más seguro”, refunfuña Don Fulgencio.
Un par de sonrisas de grandes y chicos acompañan el inicio de esta curiosa escena que refleja la situación de muchas de las personas mayores que habitan la capital del país.

Tras meterse de nuevo en las cobijas, un par de preguntas rondan su acompañante soledad: Ay, ¿Pero nadie llama?... ¿Será que no le intereso a nadie?... Tras lo cual decide llamar a su amigo ‘Pachito’ ofreciéndole excusas por la molestia que pueda ocasionar el llamarlo a tempranas horas.

“¿Qué más Don Fulgencio? No, ninguna molestia, voy rumbo al Centro Día. Hombre ¿Qué se le ofrece?”, le contesta Pachito.
Antes de proseguir con la conversación, Don Fulgencio queda extrañado. Desde que conoce a Pachito, esta es la primera vez que lo escucha hablar de Centro Día.

“¿Y esa vaina qué es ala?”, se pregunta Don Fulgencio.

Así continúa este ‘sketch’, o pieza teatral con sabor a comedia y que busca visibilizar y socializar a la comunidad de las localidades de Santa Fe y La Candelaria, en especial a las personas mayores en situación de vulnerabilidad, sobre las actividades y servicios que brinda de forma gratuita el Centro Día ‘Años Dorados’.

¿Cómo nació la idea?

De acuerdo con el responsable del servicio para Santa Fe y La Candelaria, Héctor Javier Russi Arévalo, “el equipo de Centro Día ‘Años Dorados’ vio la necesidad de socializar los servicios del centro de una manera lúdica y artística, para que la gente pudiera reconocerlo y se pudiera vincular. Luego de la propuesta, la idea fue materializada por los acompañantes sociales, los artistas Carlos Fernando Castañeda y Diego Magaldi, quienes se dieron a la tarea de elaborar una marioneta que personificara a una persona mayor y las invitara al servicio”.

Complementario a la marioneta, se produjo la representación teatral de cinco minutos en el que una llamada de ‘Don Fulgencio’ a su amigo Pachito termina en una invitación para vincularse al Centro Día ‘Años Dorados’.

La presentación se ha realizado en las casas comunitarias de los barrios La Concordia, Belén, Egipto, Santa Bárbara, en la caravana de los servicios sociales de la alcaldía La Candelaria, el colegio Jorge Soto del Corral y hasta en la Plaza del barrio Las Cruces. La presentación se ha recibido de buena manera, ha sido agradable y de impacto hacia la comunidad.

‘Años Dorados’ en Santa Fe y La Candelaria

En Centro Día ‘Años Dorados’ se realizan actividades de desarrollo humano para el ejercicio de una vejez activa y digna, y el fortalecimiento a la participación y consolidación de redes sociales.

Las personas mayores son transportadas desde su barrio hasta la sede del centro, donde además de recibir medias nueves, almuerzo y un refrigerio por la tarde participan de actividades físicas, toma de tensión, talla y peso, espacios lúdicos, artísticos, concursos, manualidades, actividades musicales en el coro “Cantares de Centro Día”, actividades de tejido, aula ambiental, cine foros, salidas pedagógicas y encuentros para fortalecer la Política Pública Social para envejecimiento y vejez.

Este proceso es acompañado por psicólogos, acompañantes sociales, artistas, auxiliares de enfermería, educadores físicos, manipuladores de alimentos, auxiliar administrativo y de servicios generales.

En el año 2016 se atendieron 350 personas mayores de las localidades de Santa Fe y La Candelaria y para el 2017, al mes de septiembre 245.

Es de recordar, dijo Javier Russi que, “la administración del alcalde Enrique Peñalosa, tiene como uno de sus principales propósitos, el dirigir estos servicios a la población mayor de 60 años que presente vulnerabilidad física, psicológica o económica”.
Centros Día en Bogotá

Como propósito principal de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’, el servicio Centro Día busca garantizar condiciones mínimas que mejoren la calidad de vida de cada participante, en este caso personas mayores, cumpliendo con la satisfacción de necesidades e intereses en términos de alimentación, salud, interacción social, deporte, cultura, recreación y actividades productivas.

El servicio integral busca que las acciones previstas para el desarrollo humano de la persona mayor, se articulen con recursos adicionales (talento humano, dotación de vestuario y transporte), permitiendo que la población adulta mayor optimice y consolide sus proyectos de vida.

La Secretaría Social tiene en Bogotá 22 Centros Día que atienden diariamente a más de 1400 personas mayores en las 20 localidades, prestando un servicio de lunes a viernes, para un total de 5870 cupos, que próximamente serán aumentados a 6670, debido a que a partir de octubre, también se atenderá los sábados.

 

 

Bogotá, septiembre 28 de 2017. Durante más de 2 meses Balbina Romero, de 81 años, estuvo, con sus propias manos, recortando viejas hojas de periódico, uniéndolas con colbón y armando, sobre una figura de cartón, un vestido que lució con garbo en el ‘Festival de Comparsas’, que se realizó en el Coliseo El Salitre.

No fue fácil. El vestido, que no tiene nada que envidiarle a los de las mejores casas de moda, lleva consigo lentejuelas, botones, encajes y todo lo necesario para hacerla sentir como una reina. Y como ella, miles de reinas y de reyes vivieron una fiesta colosal llena de alegría, colorido y entusiasmo en el evento.

Gabrielina Peña, de 76 años, fue otra de las participantes. Por semanas escuchó el corrillo de “lo que pasa es que un diablo parrandero y borrachín…”, se aprendió los mejores pasos y sin ningún tipo de pena, bailó frente a miles de personas mayores que, como ellas, se prepararon para este momento.

Era un duelo de estrellas. Una batalla de alegría, color y baile que dejó como ganadores a los corazones de los participantes, quienes latieron con mucha más fuerza no solo cuando bailaban con la música retumbando por todo el coliseo, sino al reconocer, en los otros, la gratificación del esfuerzo que hicieron por días.

“Venimos representando ‘Las diabluras de la carranga’. Haciendo el vestido me sentí muy bien, nos ha servido muchísimo para todos los adultos mayores, porque hacemos ejercicio nos distraemos, integramos y hacemos bastantes amigos”, aseguró doña Gabrielina, quien asiste al Centro Día ‘Tierra de Saberes’ de Barrios Unidos.

Con más de 25 comparsas de personas mayores, provenientes de las 20 localidades de la ciudad, se exaltaron valores como responsabilidad, honestidad y lealtad y se demostraron los dotes artísticos al ritmo también, del danzón, la cumbia y la samba. A su vez, personajes de la historia de mundo y de Colombia fueron el centro de atención en el maderamen del escenario deportivo que apoyó el alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño.

Coreografías con máscaras, zanqueros, marimondas y hasta diosas de la mitología griega hicieron viajar al público presente en el tiempo y revivir recuerdos fusionados con el realismo mágico macondiano, evocando batallas épicas contra el mal o simplemente un duelo de zapateo y vueltas sin parar.

Para Richard Romero Raad, subsecretario de Integración Social, el evento ratifica la importancia que para la administración distrital tienen las personas mayores.

“La vejez es una etapa en la vida del ser humano que hay que vivir con dignidad. Por eso el alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño, ha priorizado en su plan de desarrollo todas las políticas en pro del bienestar de las personas mayores que les permita desarrollar esta etapa dorada con dignidad”, aseguró Romero Raad.

Por su parte, María Paula Matiz, subdirectora de Vejez de la Secretaría Social sostuvo que es gratificante participar en un evento tan magno para los sabios de la ciudad.

“Estamos reunidos aquí cerca de 2.500 personas en el Coliseo El Salitre celebrando el día internacional de la persona mayor y celebrando la vida, la dignidad y las prosperidad de todos nuestros personas mayores, que con su ejemplo nos enseñan a ser viejos y a envejecer conjuntamente”, dijo la subdirectora.

El ‘Festival de Comparsas’ organizado por Secretaría Social y apoyado por el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD), además de las localidades de la ciudad, contó con la participación de los Centros de Protección Social de Sasaima, Chía, Chipaque y Sibaté entre otros. 

 

 

Bogotá, septiembre 27 de 2017. Las personas mayores que participan de los servicios de la Secretaría Social, como Centros Día, Centros Noche y Centros de Protección Social vivirán mañana en el Coliseo El Salitre un gran carnaval con el tradicional ‘Festival de Comparsas’ en su versión 2017.

 

Cerca de cuatro mil personas mayores realizarán una revista cultural en donde la temática invita a las demás poblaciones a acompañar con afecto el proceso de envejecimiento de nuestros mayores tal y como está consignado en el plan de desarrollo ‘Bogotá Mejor Para Todos’, y como es prioridad para el alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño.

El evento que contará con el apoyo del IDRD tendrá la presencia del Consejo de Sabios de la Ciudad y los servidores públicos de la Secretaría Social busca fortalecer la identidad, el empoderamiento y la participación social de las personas mayores en el Distrito Capital.

El ‘Festival de Comparsas’ es una oportunidad invaluable para celebrar con nuestros mayores, ya que el próximo 1 de octubre se celebra el ‘Día Internacional de la Persona Mayor’. El evento se convierte en una inmejorable oportunidad para compartir la felicidad de nuestras personas mayores y de paso reconocer su libertad y autonomía.

La invitación es a envejecer juntos. El envejecimiento es un proceso natural en el que estamos inmersos todos los seres humanos. El ‘Festival de Comparsas’ es entonces, un amable llamado a todos los bogotanos para que celebremos con nuestros mayores.

Así como lo hicimos durante el ‘Mes del Envejecimiento y la Vejez’, desde la Secretaría Social reafirmamos nuestro compromiso en la búsqueda de una ciudad que envejezca junta, como debe ser y que lo haga todos los días.