Bogotá, septiembre 18 de 2017. María Nelly Rojas, no podía creer que la construcción abandonada durante más de 5 años, ubicada a dos cuadras de su casa y que era foco de inseguridad empezaba a ser demolida para dar paso al nuevo Centro Día Engativá. Ella y los cerca de 400 personas mayores que se dieron cita en los límites de Bogotá cerca al Humedal Jaboque fueron testigos que lo prometido por el Alcalde Mayor, Enrique Peñalosa, era realidad. 

 

Pero las buenas noticias no paraban ahí. Acto seguido, la secretaria de Integración Social, María Consuelo Araújo Castro, en compañía del primer mandatario capitalino anunciaron que los 22 Centros Día que operan en la ciudad extenderán su servicio los días sábado ampliando la oferta a mil nuevos cupos.

A su vez, representantes del Concejo de Bogotá y del Consejo de Sabios Distrital y local (Engativá), acompañaron a las personas mayores beneficiarias de los servicios de la Subdirección de Vejez de la Secretaría de Integración Social, quienes recibieron con alborozo las buenas nuevas y manifestaron que ha sido la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ la que más ha dedicado esfuerzos y recursos vía estampilla Pro Adulto Mayor, para fortalecer la oferta de servicios que le apunta a una vejez digna y feliz.

Bastarán solo 8 meses para que el antiguo predio se transforme en un moderno Centro Día dotado con gimnasio, aula múltiple, baños, enfermería, zonas de juego, oficinas, sala de juntas comedor y cocina. Allí se desarrollarán las actividades de desarrollo humano, que empoderan y honran a las personas mayores como miembros activos de una sociedad que necesita de sus experiencias y sabidurías.

 

 

El aliado privado que prefirió reservar su identidad pagará la construcción del nuevo centro con una inversión cercana a los 2.200 millones de pesos mientras que el Distrito aporta el lote y la administración del nuevo servicio.

Finalmente Nelly y varias de sus amigas se fueron felices ya que el servicio del que habían oído funcionará cerca a su casa. “A mí me gustan muchos las actividades, no soy de las que se quedan quietas. Muchos creen que uno llega a viejo o a vieja y se vuelve un mueble decorativo y están equivocados quienes piensan así”, indicó Nelly.

El nuevo Centro Día Engativá tendrá capacidad para atender 156 personas mayores, quienes podrán participar de actividades psicosociales, lúdicas y recreo-deportivas, que le apuestan desde la secretaría de Integración Social al mejoramiento de la calidad de vida.

 

 

• Niños y niñas del Centro Crecer de Bosa, campeones del festival de porras de Bogotá, en categoría incluyente.

Bogotá, septiembre 18 de 2017. La Secretaría de Integración Social, María Consuelo Araújo Castro, en compañía de su equipo de trabajo continuó con el proceso de verificación del cumplimiento de los derechos que tienen las personas más vulnerables de las distintas localidades de Bogotá.

En esta ocasión, los habitantes de la localidad de Bosa, durante más de seis horas, recibieron a los directivos de la Secretaría Social en las diferentes unidades donde se prestan los servicios de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’, y a su vez estos les contaron sobre algunos inconvenientes en las unidades y respecto a la atención a los beneficiarios, con el fin de proyectar soluciones frente a algunas necesidades encontradas.

La acogida la hizo un grupo de personas mayores que complacidas plasmaron en un cartel, “gracias Consuelo Araújo por pensar en las personas mayores, gracias por el programa Centro Día y las profesionales que nos tienen todos los días, excelente actividad, siendo persona mayor estoy en continuo crecimiento”.

Estas beneficiarias se sumaron a las cerca de 400 personas que a la misma hora visitaban el Centro de Desarrollo Comunitario ‘ El Porvenir’, con el fin de disfrutar de los cursos de belleza, sistemas, aeróbicos, natación, pintura, artes plásticas , gimnasio, talleres de manualidades y comedor comunitario entre otros.

En ese mismo sitio y con fines completamente contrarios, un gran número de personas eran atendidas en solución de conflictos. La ayuda se prestaba en la Comisaría de Familia Bosa 2, centro de atención con la más alta demanda de Bogotá y en donde diariamente se realizan cerca de 40 audiencias con atención de 80 personas. Allí también llegan ciudadanos que por primera vez buscan la solución de conflictos como la violencia intrafamiliar y conciliación de alimentos para personas mayores y niños.

La demanda obedece al crecimiento permanente de unidades residenciales y la llegada de familias desplazadas y reinsertados de diferentes sectores del país. Ante esta crítica situación la Secretaría, María Consuelo Araújo Castro, anunció que en los próximos días se estará analizando la posibilidad de ampliar el horario de atención en este centro de atención. Actualmente se presta el servicio de 7 de la mañana a las 4 de la tarde y podría ir hasta las 11 de la noche.

El equipo de la entidad se desplazó al jardín infantil ‘Ojo de Perdiz’, en el barrio ‘El Recreo’, donde la Secretaria exaltó el trabajo que los servidores prestan en beneficio de los más vulnerables de ese sector del sur occidente de la ciudad y donde constató la hermosa instalación que alberga a 719 niños y niñas diariamente. “En ustedes está la responsabilidad más grande y reconocemos esa hermosa labor que hacen por los niños de Bosa”, expreso Araújo Castro.

La Casa de Pensamiento Intercultural ‘Uba Rhua’, que presta sus servicios a 65 niños indígenas, mestizos, afros y personas en condición de discapacidad, así como el Centro Amar, ubicados en el barrio San Bernardino, este último con atención a 95 niños y niñas entre los 13 meses a los 17 años 11 meses que son protegidos del trabajo infantil, hicieron parte de la verificación que realizaron las directivas, sobre el normal desarrollo en la prestación de la atención.

“Se requiere de una mayor cobertura en el Centro Amar, por lo que el Alcalde Enrique Peñalosa dejará construido antes de concluir su administración, un nuevo centro para 150 personas, al igual que un jardín infantil. Se trata de un centro de bienestar social en donde estarán estas dos unidades. El predio esta ubicado en el barrio El Recreo” dijo la Secretaría.

Durante el recorrido se pudo constatar el adelanto de las obras de lo que será el jardín infantil ‘Asovivir’, que en un área de 1.065 metros cuadrados atenderá a más de 200 niños y niñas de ese sector y cuyas obras se encuentran en cerca de un 80 por ciento de su culminación

El largo recorrido permitió conocer que la Casa de la Juventud, no es solo para los jóvenes. Allí las personas mayores han encontrado un gran refugio, pues les encanta el ambiente juvenil y comparten sus actividades musicales hasta altas horas de la noche y de domingo a domingo. En este lugar se reúnen organizaciones juveniles, barras futboleras con sus proyectos de prevención, grupos musicales y grafiteros entre otros, que ven una gran posibilidad al encontrar diversidad de acciones culturales y de recreación.

Y con el “Sanjuanero” y “Colombia tierra querida”, los beneficiarios del Centro Crecer Bosa que atiende niños y niñas en condición de discapacidad y que estrenan agrupación musical, recibieron la comitiva, que muy complacida se sumó a la celebración del primer puesto logrado en el Festival Distrital de Porras en la categoría incluyente y en la que participaron equipos de todos los centros crecer de Bogotá, en un acto realizado en el palacio de los deportes.

La Secretaria Distrital de Integración Social continuará con estas visitas a las localidades, con el fin de garantizar la prestación de los servicios a la población más vulnerable de la ciudad ya que aún queda ‘Gobierno todoterreno’ para rato.

 

 

• A partir del mes de octubre de 2017, la atención en los 22 Centros Día de la capital, se ampliará a los días sábados.

Bogotá, septiembre 18 de 2017. Con una inversión de $2.200 millones el alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, inició la construcción del nuevo Centro Día Engativá, que tendrá capacidad de atención para 156 personas mayores, quienes participarán de actividades psicosociales, artísticas, lúdicas y recreo-deportivas para el mejoramiento de su calidad de vida.

Se calcula que en ocho meses la edificación, que permaneció abandonada por más de 5 años, será transformada en un moderno inmueble dotado con gimnasio (zona activa y zona pasiva), aula múltiple, baños, enfermería, zonas de juegos, oficinas, sala de juntas, comedor y cocina. Estos espacios serán dotados y ambientados para el disfrute y beneficio de las personas mayores que viven en los barrios La Riviera, Mirador, Granjas del Dorado, Alameda, El Palmar, el Muelle y La Faena, entre otros.

La construcción del nuevo Centro Día de Engativá será financiada con el apoyo del sector privado, como un ejemplo de corresponsabilidad y articulación intersectorial en favor de las personas mayores y la construcción colectiva del territorio.

Una de las obsesiones del alcalde mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa Londoño, es que las personas mayores tengan una vejez digna, activa y feliz. Por tal razón, la administración distrital, gracias al apoyo decidido del Concejo capitalino, logró el aumento del valor de la estampilla Pro Adulto Mayor que pasó del 0,5 al 2 por ciento.

Lo anterior se traduce en un incremento de recursos para 2017 de $58.896 millones de pesos, lo que representa un aumento del 363 por ciento respecto al 2016, en donde se asignaron recursos por $16.229 millones.

De esta manera se fortalece la inversión en los Centros Día en donde se invierte el 70 por ciento de dichos recursos y el restante 30 por ciento, va a los Centros de Protección Social con miras a fortalecer la calidad del servicio que se presta a las personas mayores.

 

 

 

A partir del mes de octubre de 2017, las atenciones de los Centros Día de la capital se ampliarán también a los días sábados, aumentando así la cobertura distrital de 5.870 a 6.670 cupos semanales.

Así mismo se extenderá la atención a los cuidadores de las personas mayores en los Centros Día ofreciendo espacios de respiro con actividades de esparcimiento y apoyo para que desarrollen y configuren nuevos estilos de vida, así como formación en autocuidado del cuidador y de la persona mayor.

¿Sabía usted que?

• Actualmente Bogotá cuenta con veintidós (22) Centros Día, distribuidos en 17 localidades. Estos ofertan 1.474 cupos diariamente para que las personas mayores disfruten y gocen activamente de su vejez.

• Desde enero de 2016 a la fecha, en los Centros Día han sido atendidas 15.259 personas mayores, de 38 mil proyectadas como meta en el Plan de Desarrollo 2016-2019 ‘Bogotá Mejor para Todos’.

• En Engativá en el Centro Día ‘El Bosque’ se han atendido durante la vigencia 2017, 440 personas mayores de 60 años de los estratos 1 y 2 del Sisbén, quienes han tenido la oportunidad de estimular sus procesos de autonomía, mejorar sus estilos de vida, fortalecer sus redes sociales y comunitarias para el mejoramiento de su calidad de vida.

• El Distrito a través del servicio de apoyos para la seguridad económica para el año 2017, ha atendido a nivel distrital a 136.648 personas mayores en situación de vulnerabilidad, de las cuales 8.879 habitan en la localidad de Engativá.

Con mayor inversión que permite la construcción de mejores infraestructuras, la administración ‘Bogotá Mejor Para Todos’, garantiza una atención digna para que los sabios de la ciudad reciban la calidad y calidez de los servicios que se prestan a través de la Secretaría de Integración Social.

 

Bogotá, septiembre 8 de 2017. Doña Elvia no pudo parar de llorar desde que supo que iba a ver al papa. Lloró mientras se alistaba, en su casa del barrio San Cristóbal Norte, en Usaquén, y lloró cuando se subía al bus. Lloró cuando empezó el aguacero en el parque Simón Bolívar, a tal punto que sus lágrimas se confundieron con las gotas del chubasco. Lloró mientras recibía el almuerzo y lloró cuando llenó la botella de agua que bendeciría el papa Francisco a su paso. Cualquiera diría que sufre, pero ella, llora de felicidad.

Cuando se le preguntó el motivo de sus lágrimas quiso esconder la razón. Sin embargo, entre inquietud e inquietud, fue revelando su secreto, llorar la llena de esperanza.

“Yo no estoy llorando. Es que tengo gripa y me lloran los ojos”, aseguró cuando se le indagó por el hilillo transparente que corría por sus mejillas. Lloró mientras respondía.

Y es que doña Elvia López Mojica, de 80 años, es de esas personas que vive la espiritualidad con fervor. Boyacense de pura cepa, solo tiene buenos deseos para sus prójimos, especialmente para sus cinco hijos.

 

“Vengo de Soatá (Boyacá). Llegué a Bogotá hace como 50 años y toda la vida he sido religiosa. Me levanté como a las 6 de la mañana para alistarme a ver al papa y me fui para Servitá (subdirección local de Usaquén), y desde que me subí estoy rezando por todos, porque todos estemos bien y tengamos salud”, dijo, entre sollozos, doña Elvia. Con sus dedos intenta disimular su felicidad.

Doña Elvia fue una de las 11 mil personas mayores que asistió a la Plaza de Eventos del Simón Bolívar a ver la misa del papa Francisco. Aguantó, ante todo pronóstico, el salvaje clima y la lluvia que quiso espantar a los asistentes. No se inmutó ni ante la caída de agua ni ante el frío. Con lágrimas, aunque suene repetitivo, esperaba al papa.

“Le voy a pedir al papa que me ayude. Que me de salud y muchos años más de vida. Le voy a pedir por todos, que estén bien que no sufran. Le pediré por mis cinco hijos y para que me dé una vida, o lo que queda de ella, tranquila”. Llora de nuevo, lo hace tranquila y ya no intenta disimular, sus lágrimas se camuflan entre sus arrugas, las mismas que le dejaron años de experiencia … y de llanto.

Cuando el ébano del cielo, acompañado de una luna amarilla y gigante, caía sobre el lugar, doña Elvia se levantó. Se dirigió, con parsimonia, hacia el bus que la llevaría de nuevo a su casa. Iba llorando, como lo hizo desde el día anterior a la misa del Sumo Pontífice. Pero sus lágrimas son de felicidad.

 

Bogotá, enero 30 de 2018. Como respuesta a la instrucción del Alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa Londoño, la Secretaría Social de la ciudad ha transformado los ambientes de sus unidades operativas para brindar una atención integral y de calidad, ahora los espacios son espacios más coloridos, con mobiliario funcional y especial para cada población.

 

Ahora los jardines infantiles, las casas de pensamiento intercultural, las salas de lectura y las zonas acuáticas de los centros de desarrollo comunitario, entre otros, son intervenidos con expresión artística y sentido pedagógico, para generar condiciones de confort a los beneficiarios.

 

El área de plantas físicas de la Secretaría Social adelanta visitas técnicas a las unidades operativas de la entidad para identificar las condiciones naturales de los espacios y así poder lograr una transformación, donde se recreen las paredes con figuras que narren cuentos, historias, rondas y canciones. El color es el actor principal en la ambientación que enriquece estos espacios.

 

Todo esto se logra, por el concepto claro que viene desde el arte y la pedagogía, que confluyen y se vuelven cómplices en la recreación de ambientes confortables y generadores de experiencias. Es así, como se enriquecen y se fortalecen los espacios.

 

En especial, los jardines infantiles son ambientados de manera que potencien el desarrollo integral de niñas y niños de la ‘Bogotá Mejor para Todos’. Por tanto, el sentido de la recreación de los ambientes para la Primera Infancia, le apunta a despertar la curiosidad, a fortalecer la capacidad de asombro y estimularlos para que realicen sus propias creaciones.

 

En este sentido, para potenciar el desarrollo se ambientan las aulas desde los cuatro pilares de la educación inicial: arte, juego, literatura y exploración del medio. Para ello, los colores y elementos se disponen en los lugares para generar ambientes tranquilos, acogedores, seguros y afectivos.

 

Así mismo, al ambientar los jardines se tiene presente los ritmos de desarrollo, las costumbres y el enfoque diferencial de las niñas y los niños, como sujetos de derechos. De esta forma, ‘Ambientes Enriquecidos’ de Secretaría Social es un reflejo de la materialización del proyecto pedagógico de cada jardín intervenido.

 

Es así como la nueva Bogotá viene fortaleciendo este proceso para dejar un precedente de la importancia de enriquecer los espacios con sobriedad, pertenencia y funcionalidad, para que las niñas, los niños y la comunidad disfruten de lugares óptimos y favorables para sus procesos de desarrollo integral.

 

Bogotá, agosto 31 de 2017. La administración del alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño, hizo un reconocimiento al trabajo de las organizaciones que son ‘red de apoyo’ a las personas mayores de la ciudad. Se trata de 23 iniciativas de apoyo a los adultos mayores que realizan un aporte cultural, artístico y social.

En el ‘Mes del Envejecimiento y la Vejez’ cerca de 800 personas mayores se dieron cita en el Salón Presidente, del IDRD, para visibilizar el trabajo de las organizaciones que fortalecen el desarrollo personal y la participación de los mayores a través de un silencioso pero efectivo trabajo comunitario. A éstas se les entregó un diploma que exalta su labor en las barriadas capitalinas.

Para la subdirectora de vejez (e), Margarita Barraquer, “la administración del alcalde Peñalosa trabaja por la autonomía, independencia y participación de los mayores”, dijo la funcionaria.

“La obsesión del alcalde por el bienestar de las personas mayores es constante en todos los procesos. Sumado a ello la ciudadanía contribuyó como parte de un ejercicio de corresponsabilidad en donde las personas trabajan por su propia comunidad”, sostuvo Barraquer.

“El trabajo de la comunidad se refleja de miles de formas: una de ellas son las redes, las que se convierten en aliadas de la Secretaría para ejecutar acciones complementarias y lograr mayores impactos”, puntualizó Barraquer.

“Vivir como se quiere en la vejez”, “vivir bien en la vejez”, “ennvejecer juntos” y “vivir sin humillaciones en la vejez” se constituyen en las líneas de postulación que premiaron a las redes de apoyo por su trabajo con las comunidades de adulto mayor.

El evento sirvió para evidenciar el trabajo interinstitucional que cumplen en materia de vejez, la Secretaría de Integración Social, el Idpac, y el IDRD convirtiéndose en socios estratégicos que le apuestan a una vejez digna, activa y feliz.

 

Bogotá, 31 de agosto de 2017. La Secretaria Distrital de Integración Social, ha dedicado el mes de agosto como el ‘Mes del Envejecimiento y la Vejez’, como una magnífica oportunidad para homenajear y reconocer el rol que juegan las personas mayores en el engranaje de la sociedad y como su reconocimiento como actores fundamentales de la sociedad los cuales solo merecen respeto, cariño y comprensión.

En el marco de la celebración bajo el lema ‘Envejece Conmigo’ la administración del alcalde mayor Enrique Peñalosa, ha adelantado en todas las localidades de la ciudad, actividades recreativas, deportivas y culturales, como componentes fundamentales de la Política Pública Social para el Envejecimiento y la Vejez.

La subdirección local de Ciudad Bolívar presidida por Francisco Vásquez, se hizo presente, celebrando con un masivo encuentro y diferentes actividades, la clausura del mes del adulto mayor y en la que participación más de 700 personas reunidas en el polideportivo La Candelaria.

 

Las personas mayores de la localidad 19 que hacen parte del proyecto envejecimiento digno, activo y feliz de Integración Social, fueron los protagonistas de esta celebración, donde la hermandad, la solidaridad y el talento, fueron sus mayores fortalezas para un gran trabajo en equipo, como se vio reflejado en el reinado de la Sabiduría, donde diferentes personas mayores beneficiarios de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ diseñaron sus propios trajes para la coronación, con material reciclable, revistas, periódicos, cds, costales y cajas, demostrando la gran creatividad que tienen.

El subdirector local destacó estos espacios de recreación y de cultura, como la mejor oportunidad para reencontrarnos y consolidar las redes de apoyo familiar y comunitaria que hoy existen en favor de la defensa, el cuidado y protección de nuestros mayores.
“Estamos trabajando para que nuestras personas mayores sean felices, y estas actividades aportan significativamente a ese propósito", dijo Francisco Vásquez durante el encuentro que contó con el apoyo y respaldo de la Alcaldía Local de Ciudad Bolívar.

Es de recordar que en este sector de la ciudad, la SDIS brinda atención a las personas mayores en situación de pobreza a través de 2 centros día (1.102) y por medio de apoyos económicos a 13.605, con una inversión en el último año de $ 11.628.996.112.

 

Bogotá, agosto 29 de 2017. Todos los miércoles y viernes Darío Tique Camacho acude al Centro Día, ‘Tierra de Saberes’, en la subdirección local de Barrios Unidos. Siempre lleva puesto su sombrero. Pausado al caminar y tímido al hablar, disfruta mucho de las tardes de tejo y dice tener la receta para preparar la mejor lechona. Oriundo de Natagaima (Tolima), salió a la edad de 12 años desplazado por la violencia de antaño. Esa que se inició en 1948 con la muerte de Gaitán. Es un desplazado histórico del conflicto colombiano.

La vida de Darío es evidencia de perseverancia y ejemplo de fortaleza. Con una fe infinita le hace “Penino” al tiempo, expresión que utiliza para referirse a que siempre le ha puesto la cara a los problemas y enfrentado las situaciones de la vida. Inició a trabajar a los 12 años, en aquel tiempo desplazado y lejos de su familia. Eran muchas las necesidades económicas pues los recursos eran limitados.

Nostálgico relata aquellos tiempos en el que pese a las dificultades había entusiasmo y juventud. Se toma su tiempo para concatenar los recuerdos. Son 70 años de llevarlos consigo. Su primer rumbo fue la cordillera. Una finca ubicada en Rovira (Tolima). Fue su casa y lugar de trabajo por dos años. Aprendió a sembrar café y plátano. Allí trabajó junto con otros dos compañeros igual de jóvenes a él. 15 años tenía cuando la violencia lo alcanzó nuevamente. En esa ocasión miembros de un grupo llamado ‘Los Pájaros’ llegaron a reclutarlos. Su patrón impidió que los echaran al monte. Entregó a cambio su finca, 300 reses y 25 mulas.

Pero lo entregado por el patrón no fue suficiente. La persecución fue constante. “Nos persiguieron al punto de tener que construir un túnel subterráneo de aproximadamente un kilómetro. Vivíamos bajo tierra”, asegura, mientras agrega que éste se encontraba debajo de la casa donde vivía. Allí se ocultaban. No podían trabajar ni salir de esa zona (Rovira), porque no contaba con la cédula, documento que para esa época entregaban a los 21 años cuando se alcanzaba la mayoría de edad.

Tampoco tenía la cédula de trabajo que, como dice, era una especie de permiso que permitía la identificación de los liberales y conservadores. No entendía porque no los dejaban tranquilos, sí lo único que querían era trabajar y en particular él ayudar a su familia. Pasado un tiempo logró obtener la cédula de trabajo, pero sus persecutores también contaban con el documento. “Se hacían pasar por campesinos y así nos recogieron los permisos, la única opción era unírseles”.

Darío señala una cicatriz en la parte superior derecha de su boca. Cuenta que una tarde cuando se transportaba en un bus fueron atacados desde una montaña. Disparos venían desde lo alto. Saltó del bus y se ocultó detrás de las llantas traseras hasta que tuvo el impulso de correr hacia el monte. Corrió hasta más no poder. Cruzó por encima de unas piedras de una quebrada, se cayó y mordió su boca. De los 14 ocupantes del bus, solo 6 se salvaron, él fue uno de ellos.

Mal contadas sobrevivió cinco veces más gracias al túnel subterráneo, en el que se ocultaba con otras personas cercanas. En situaciones muy extremas y en compañía de seis familias, incluyendo niños y mascotas, corrían al monte a salvarse del fuego porque los violentos echaban seguro a las puertas. Encerrando a sus víctimas e incendiando las casas y cuando se descapotaba el cielo por la lluvia, retornaban a las casas a resguardarse.

Así transcurrieron 6 años, sobreviviendo a la violencia y a la fuerza de la naturaleza. Cuando cumplió los 21 años inmediatamente sacó su cédula de ciudadanía. Prácticamente no amaneció, ni esperó, ahí mismo salió rumbo al Espinal. Aprendió más labores relacionadas con el campo: sembró arroz, algodón y también cuidó y crió ganado. Por 13 años trabajó allí, hasta que su patrón en un voto de confianza lo envió a la costa a administrar una finca ganadera en el Cesar, exactamente en ‘Los Venados’ corregimiento cercano a Valledupar. De 34 años llegó a la costa, en donde vivió un total de nueve años de los cuales cuatro fueron en Los Venados y cinco más en una finca en Chimichagua. Siempre con el mismo patrón, Humberto Rodríguez.

Muchos amores y compañeras sentimentales, pero no procreó hijos. Dice que fue una papera mal tratada por un doctor lo que lo dejo estéril. Después de nueve años en la costa su patrón lo liquidó y decidió radicarse en Bogotá. Entonces, en compañía de dos de sus hermanas, montó una tienda esquinera en la carrera 21 con calle 66 en el barrio Siete de Agosto. Corría el año 82 en ese entonces y nada lo hacía más feliz que estar al lado de sus hermanas, con parte de la familia que se separó cuando era un niño. En la tienda trabajó 14 años. Una vez terminó con el negocio, se dedicó a trabajar por su cuenta. El fallecimiento de sus dos hermanas fue un duro golpe justo cuando el tiempo y la vida habían permitido recuperarlas. Aun así así se sobre uso al dolor y continuó ‘guerreando’, aprendió y trabajó como ayudante de construcción por seis años, tiempo que le alcanzó para ayudar a construir no solo casas y edificios, sino también una amistad con su patrón, quien desde hace 12 años le permite ocupar una habitación a cambio de vigilar y cuidar del espacio y herramientas de trabajo.

Llegó a la Subdirección Local de Barrios Unidos en el 2005 y desde entonces ha hecho parte de los distintos proyectos y beneficios orientados a ayudar al adulto mayor en la localidad. En la actualidad recibe una ayuda de 120 mil pesos mensuales, que le ayudan mucho para su alimentación.

Lee la Biblia, juega tejo, disfruta de la música, de los juegos y actividades lúdicas de las que participa en el Centro Día ‘Tierra de Saberes’. De vez en cuando se echa su tocadita de guitarra, se pone muy feliz porque sus manos aun le responden. Estos últimos años que vive tranquilo reflexiona y sabe que se ha mantenido firme por más situaciones dolorosas y embates de la vida. Quiere decirle a los jóvenes que perseveren por sus sueños que nunca desfallezcan ante las dificultades, porque la vida no es solo como se vive sino como se recuerda. El ‘pijaito’ como cariñosamente lo llaman sus amigos y profesionales del Centro Día, agradece infinitamente el afecto y la compañía que se le da, porque entiende que allí son una gran familia.

 

Bogotá, agosto 28 de 2017. Con la alegría que los caracteriza unas 200 personas mayores se dieron cita en la zona verde del coliseo 'El Salitre' para participar del ‘Picnic Familiar Comparte Conmigo’. En medio de un ambiente festivo los sabios y sabias de la ciudad, representando los distintos Centros Día de la 'Bogotá Mejor Para Todos', participaron de una jornada lúdica y recreativa.

La primera fase del evento arrancó con un ritual de saludo ancestral a la tierra, al agua, al aire y al sol por parte de Marleny Yalanda perteneciente al pueblo indígena 'Misak'. Posteriormente se dio paso a juegos de ronda en donde las personas mayores en compañía de sus familiares participaron con gran alegría de las actividades. Allí se recordaron juegos de la niñez.

Una de las actividades llamativas fue aquella donde las personas jóvenes fueron vendadas en los ojos y debieron recurrir a ser guiados por las personas mayores. El ejercicio recalcó de forma práctica cómo las personas mayores han guiado la vida de sus familiares a través de los años, con paciencia y sabiduría.

El respeto, el valorar a las personas mayores y la integración activa en las actividades cotidianas fueron los mensajes implícitos en otras de las actividades. Finalmente se dio paso al 'picnic', espacio en donde se reflexionó sobre todo lo realizado en la jornada y se concluyó que las personas mayores son el los ejes fundamentales de las familias.

Con este tipo de actividades el alcalde mayor, Enrique Peñalosa Londoño, a través de la Secretaría de Integración Social fortalece los lazos afectivos y el reconocimiento a la población mayor de la ciudad en el ‘Mes del Envejecimiento y la Vejez’.

 

Bogotá, agosto 23 de 2017. Una serie de interrogantes fueron despejados por parte de expertos panelistas, quienes participaron en el conversatorio ‘Mitos y Realidades de la Sexualidad en la Vejez’, organizado por la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ y el cual se desarrolló en el auditorio Huitaca, de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Ese espacio se transformó por un momento en un gran centro de consulta en donde se recalcó con un lenguaje sencillo que la actividad sexual disminuye con los años pero no el interés y el deseo. Los participantes, a su vez, fueron invitados por la Subdirección de Vejez, de la Secretaría Distrital de Integración Social.

El evento inició con un ritual de saludo ancestral a la tierra, al agua, al aire y al sol por parte de Marleny Yalanda y Giovanni Caicedo. Posteriormente la subdirectora de Vejez (e), Margarita Barraquer, y la directora de fortalecimiento del IDPAC, Angélica Ríos, dieron apertura al panel.

“La población de personas mayores son prioridad para el alcalde mayor, Enrique Peñalosa. Ustedes son los sabios y sabias que se convierten en los protagonistas de la construcción de una ‘Bogotá Mejor Para Todos’”, aseguró la doctora Barraquer.

Posteriormente la especialista en Educación Sexual, de la Universidad Santo Tomás, Nereyda Lacera, indicó que la sexualidad no es solamente los órganos genitales. “Es mente, corazón y relaciones”, dijo. Lacera, además, desmintió el imaginario social respecto a que las personas mayores que les gusta el sexo son unos enfermos. “La sexualidad nunca muere”, respondió la doctora.

Frente al tema de la masturbación en esta población, la panelista indicó que es un acto de autoerotismo normal en jóvenes y personas mayores, hombres y mujeres.

 

“Las personas mayores tienen derechos sexuales que deben ser reconocidos. Ellos deben conocer esos derechos para poder vivir una sexualidad libre y placentera. Hay que llamar al empoderamiento a las personas mayores, es necesario educar sexualmente a todas las poblaciones. La sexualidad no desaparece con la edad”, sentenció Lacera.

En su intervención la doctora Adriana Galindo, especialista en educación sexual de la Secretaría de Salud, se refirió a los derechos sexuales y sexualidad. “Todos somos seres sexuados y eso no acaba sino hasta que fallecemos. La sexualidad también tiene que ver con las relaciones de afecto y la posibilidad de amar”, aseveró la profesional.

Para José Santacruz, médico de la Universidad Javeriana, la actividad sexual disminuye con los años pero no el interés y el deseo. Reveló que el 50 por ciento de las personas mayores en Colombia respondieron que la sexualidad es importante o muy importante.

Al final del evento el Doctor Carlos Alberto Cano Gutiérrez, del Instituto de Envejecimiento de la Universidad Javeriana, y quien hizo las veces de moderador, recibió algunas sugerencias del público presente en donde se pidió la posibilidad de llevar el foro sobre la sexualidad en la vejez por las localidades.

Con este tipo de actividades se fortalecen los lazos sociales y el reconocimiento a esta población en el ‘Mes del Envejecimiento y la Vejez’.