Bogotá, octubre 5 de 2018. A las 6:00 de la mañana Lizbeth se levanta de su cama, si va a cepillarse el cabello entonces lo hace más temprano, es decir a las 5:30 am. Se mete a la ducha con su hijo de 4 años. Luego su esposo recibe al niño, lo seca mientras ella termina de bañarse, le ayuda a salir del baño; ella se viste y cambia al niño. Entre tanto él va empacando las loncheras de ambos. Luego viene el proceso de salida, subir al carro todo lo que tienen que llevar, no pueden olvidar por nada del mundo la silla de ruedas, pues es lo que moviliza a Lizbeth. Dejan al niño en el jardín y luego se desplazan hasta nivel central de la Secretaría Social, el lugar donde ella trabaja.

Su esposo la ayuda a bajarse, ella ingresa por el Centro Comercial hasta llegar a los ascensores del edificio San Martín. Una vez ahí las ascensoristas le colaboran en la llegada al piso donde la deben sujetar a un mecanismo llamado ‘oruga’ que se adapta a la silla de ruedas y así usar unas pequeñas escaleras que la llevan al piso 16 donde trabaja. Una vez en su cubículo se pone al día con sus obligaciones contractuales. Así transcurre su día a día como servidora pública.

Desde los 7 meses de edad, Lizbeth tiene una discapacidad física como consecuencia de una Poliomielitis que la dejó dependiendo de una silla de ruedas para el resto de su vida. Su familia han sido sus gestores: “Gracias a mi mamá me siento segura y empoderada. Ella siempre me cuidó y se esmeró para que no me faltara nada, que tuviera las mejores condiciones. Me mandó hacer una silla de ruedas para niños porque en aquel entonces en 1980 no existían las sillas pequeñas, eso era raro. Recuerdo que para esos años no se hablaba de discapacidad se hablaba del niño enfermito, de la desgracia de la familia, del castigo que les mandó Dios” comenta sonriente Lizbeth.

Quien cargó con ella durante su niñez fue su mamá. Doña Ruth, tuvo que sacrificar su carrera a los 19 años por ella. Hacer mil cosas, muchas veces por poca plata para que no le faltara nada y darle una mejor calidad de vida a su hija.

“Recuerdo que no me aceptaban en los colegios por mi condición. Una vez por fin encontramos un lugar cercano a la casa. Una institución con el menor número de escaleras. Mi mamá debía estar pendiente, salir de la casa para que me llevara al baño, dejarme nuevamente en mi puesto, regresar al medio día y llevarme a la casa. Así transcurrían los años con la misma dinámica. Realmente a ella le tocó la tarea más pesada, porque los profesores no sabían cómo actuar conmigo y para agravar el asunto, el lugar no era accesible para que yo me movilizara con la silla”, afirma con algo de tristeza Lizbeth.

Los niños eran crueles con ella. Le decían que se parara a jugar con ellos. Le preguntaban porque estaba en esa silla, que ella no era normal como los demás niños. Para Lizbeth verlos correr fue muy duro. Lloró muchas veces en silencio, sola en su cama; tenía que disimular para que su mamá ni mi familia se enteraran lo mucho que sufría con cada palabra que le decían sus compañeritos. “Cuando eres niños dejas pasar muchas cosas, el tema es cuando te vas convirtiendo en mujer y te das cuenta de que a las otras chicas les dan chocolatina, flores, las llaman, las buscan, les proponen ser novias y a ti no. Me sentía fea, poco, atractiva, no interesante y excluida”, narra con nostalgia la mujer guerrera.

Cuenta que una vez cuando tenía 12 años, estaba en una tienda y un señor le preguntó ¿qué que sabía hacer? En Colombia se tiene la creencia que todas las personas con discapacidad tienen alguna destreza, ya sea pintar con los pies o la boca, cantar o bailar con la silla de ruedas. El desconocido quería saber cuál era el talento de ella. Lizbeth comenta que ese señor le marcó la vida para siempre, la puso a pensar como podía explotar un talento… “¿será que me va a tocar pintar un cuadro con las pestañas?”, entre risas se dijo así misma, no sabía qué hacer. Con el tiempo y los estudios descubrió sus habilidades que por cierto eran muy diferentes a los que pensaba el señor.

Cuenta Lizbeth que si el colegio fue duro la universidad ni hablar. Movilizarse era toda una odisea. Estudio diseño gráfico contra todo pronóstico, se graduó y entró a trabajar en lugares pequeños donde fue adquiriendo experiencia en su profesión. Ella confiesa que al único monstruo de su vida que teme, es buscar trabajo; saber que reúne los requisitos, estar segura de lo que sabe y de pronto la ven y no confían en ella, creen que no cumplirá, que vivirá enferma por ser una persona con discapacidad.

Logró entrar a trabajar a la Secretaría de Gobierno. Luego a la Secretaría Social por medio de una convocatoria que hicieron para personas con discapacidad. “No sabía que estaba embarazada; me llamaron hacer unas pruebas y logré entrar a trabajar. Hice parte del proyecto de discapacidad; con mi barriga debía movilizarme para Puente Aranda - Antonio Nariño y laborar en el territorio. Me quedaba pesado porque vivía en La Candelaria. Hoy podría decir que el miedo que me producía subirme al transporte público en aquel momento produjo de alguna manera que mi hijo naciera prematuro; pero en el camino siempre encuentro ángeles, y conté con la ayuda de mis compañeras de trabajo, mujeres bonitas que me ayudaron en todo”, confiesa Lizbeth.

Hoy hace parte del equipo de la subdirección de Investigación e Información (SII), de la Secretaría Social. Es madre, esposa, diseñadora gráfica. Actualmente es secretaria general de la Mesa Nacional de Discapacidad. Es líder, defensora de derechos y la cara amable de la discapacidad. “Bailo, trapeo, lavo, tengo sexo como cualquier persona, Mi discapacidad no involucra la sensibilidad de mi cuerpo. Con esto quiero enviar un mensaje a todas las personas con discapacidad, reconózcanse, descúbranse, identifíquese, empodérense, pero sobre todo sean felices como yo lo soy”, sentenció Lizbeth Rodríguez.

 

 

Bogotá, octubre 3 de 2018. Los padres que deseen acceder a la oferta institucional que ofrece la Secretaría Social, en la localidad de Chapinero, tienen a su disposición 15 cupos disponibles para niños, niñas, adolescentes y jóvenes entre los 6 y 17 años y 11 meses, en el centro crecer ‘La Paz’.

Para la ‘Bogotá Mejor Para Todos’, los niños y las niñas son una prioridad absoluta, por eso la inclusión de esta población con discapacidad cognitiva grave o moderada se adelanta gracias al proyecto ‘Por una ciudad incluyente y sin barreras’, a través de los 17 centros crecer que se encuentran distribuidos en toda la ciudad.

A los niños y niñas con discapacidad se les brinda atención integral, se les desarrollan habilidades y destrezas encaminadas a la potenciación de la autodeterminación, la vida independiente y a la creación y fortalecimiento de escenarios de socialización que promuevan, protejan y garanticen sus derechos fundamentales.

El centro crecer La Paz de Chapinero, ubicado en la calle 65 No 1 – 60, cuenta con un equipo de profesionales interdisciplinarios y con una planeación de actividades encaminadas a la inclusión social. El horario de atención es de 8.00 a.m. a 4.00 p.m., de lunes a viernes.

¿Cuáles son los criterios de ingreso?

Niños, niñas, adolescentes y jóvenes entre los 6 y 17 años y 11 meses, con discapacidad cognitiva no psicosocial o autismo que requieran apoyos extensos y generalizados, o con discapacidad múltiple que requieran apoyos intermitentes y limitados.

¿Qué se necesita para ingresar al centro crecer La Paz?

Fotocopia del registro civil o tarjeta de identidad.
Fotocopia del carné de salud EPS – ARS.
Fotocopia del carné de vacunas.
Evaluación sistema de apoyo.
Diagnóstico de discapacidad expedido por el neurólogo o psiquiatra.
Fotocopia de documento de identidad de los miembros de la familia que convivan con el niño, niña o adolescente.
Fotocopia del recibo público, preferiblemente Codensa.

¿Qué hacemos en el centro crecer La Paz?

• Actividades lúdicas, pedagógicas, recreativas y deportivas orientadas al fortalecimiento de habilidades y capacidades para desenvolverse con independencia en su entorno.
• Desarrollo de procesos de inclusión educativa de acuerdo con las habilidades y capacidades de los participantes.
• Apoyo alimentario.
• Servicio de transporte.

Los padres interesados pueden dirigirse al centro crecer, o recibir mayor información en el teléfono: 212 02 58

Esta oferta hace parte de las distintas acciones que la Secretaría Social dirige en beneficio de las personas más vulnerables de la ciudad, para que cada día logren una vida digna y sin barreras.

Hoy la ‘Bogotá Mejor Para Todos’ le llega a 1.097 personas, menores de 18 años, que son atendidas en 17 centros crecer, a 899 personas mayores de 18 años atendidas en 12 Centros Integrarte de atención interna y 490 más en 6 Centros de atención externa.

A través de bonos canjeables por alimentos de benefician 12.578 personas, 232 más son atendidas en 3 Centros ‘Avanzar’ y 61 beneficiarios en 1 Centro ‘Renacer’.

 

 

Bogotá, octubre 3 de 2018. Como parte de la prioridad que le ha dado el alcalde, Enrique Peñalosa Londoño, a la población con discapacidad, desde la Secretaría Social, con el trabajo de la Estrategia de Fortalecimiento a la Inclusión, conformado por 18 personas, se llevan a cabo acciones de gestión y articulación con la empresa privada para promover procesos de inclusión laboral y educativa dirigido a las personas con discapacidad.

A través del trabajo conjunto, se ofrece a la población con discapacidad que está en busca de empleo, alternativas y herramientas para ingresar al mercado laboral y a los empleadores, reconociendo su status como sujetos de derechos, con capacidades y habilidades, que requieren de acciones acordes a su tipo de discapacidad y que inciden en la garantía de su participación.

Es necesario aclarar que desde el primer acercamiento del equipo de La Estrategia de Fortalecimiento (conformado por algunas personas con discapacidad), buscan romper los imaginarios sociales frente a la discapacidad así como las barreras actitudinales que se puedan evidenciar.

 

“Invitamos a las empresas privadas para que como parte de su corresponsabilidad vinculen en sus equipos de colaboradores a personas con discapacidad. De esta manera continuarán aportando en la inclusión de esta población, mejorando su calidad de vida, a partir de la visibilización de sus capacidades y habilidades, necesarias en la construcción de una ciudad cada vez más incluyente,” señaló Rafael Poveda, asesor del proyecto de discapacidad de la Secretaria Social.

Una vez se generan estas acciones se brinda el acompañamiento tanto a la empresa o institución educativa para lograr que se establezca entre los dos una relación que sea perdurable en el tiempo y que la inclusión sea parte de su cultura.

Teniendo en cuenta la misionalidad de la Entidad, estas acciones de inclusión tanto a nivel educativo como productivo se llevan a cabo en articulación con la Secretaria de Educación Distrital y con la Secretaria de Desarrollo Económico, que cuentan con rutas diferenciales para la población con discapacidad.

A la fecha, desde la Secretaría Social, han sido vinculadas laboralmente 423 personas, en empresas de diferentes sectores económicos y en diferentes perfiles, apostando cada día a generar un perfilamiento más alto en la contratación.

Entre las empresas vinculadas a este proceso se tiene a CRM INTERACTIVO CONTAC CENTER, WODEN SAS, BIMBO y BIOBOLSA SAS. Así mismo se tienen 265 personas con discapacidad incluidas en entorno educativo, en diferentes instituciones de la ciudad.

Es así como día a día el equipo de la Estrategia de Fortalecimiento a la Inclusión hace presencia para abrir más accesos a las personas con discapacidad en espacios laborales, educativos, de cultura, recreación y deporte.

 

 

Bogotá, octubre 1 de 2018. “Colombia un país latinoamericano bañado por dos mares, con montañas, llanuras y varios ríos que la bañan. Colombia es un país multicultural donde sus pobladores tienen diversas costumbres como su música, su danza y su comida”.

Con esta introducción, 15 niños y un adulto, con distintas discapacidades y pertenecientes al Centro Crecer ‘La Gaitana’, de Suba, acompañados de instrumentos y hermosos vestuarios, se dieron cita para representar su obra ‘Yo soy folclor’, todo un recorrido por el folclor y la geografía colombiana.

Tambores, maracas, saxofón, flauta, acordeón, vestidos de distintas regiones del país y hasta una bandera de Colombia, hacen parte de la utilería para que inicien la función.

Swing sin límites

En 2015 Orlando Yaguara, músico tallerista y maestro, con discapacidad visual, perdió la visión a los 19 años por un glaucoma. Ingresó al centro crecer ‘La Gaitana’, donde presentó la propuesta para la conformación de un grupo de teatro y tan solo se logró una agrupación musical.

Gracias a su experiencia como tallerista de música en ACPHES (Asociación colombiana de padres con hijos especiales), 18 años de experiencia en trabajo con personas en situación de discapacidad, siguió insistiendo y en enero de 2016 se propuso integrar los talleres de música y danzas.

En ese momento contaron con 10 canciones para interpretar y 4 bailes distintos. Ese mismo año crearon una obra que integra música, danzas y teatro para ser presentada. La obra se llamó ‘El circo de la fantasía’.

Pero todo no quedó en fantasía. Sebastián Suárez quien padece autismo, Jhon Herrera con síndrome de Appert y Damián Cantillo, con discapacidad cognitiva moderada, dieron los primeros pasos para el nacimiento del grupo.

En abril de 2018 se integró el taller de teatro y en colaboración con la emisora ‘Suba al Aire’ se creó la obra ‘Yo soy folclor’ para aprovechar la integración de las tres áreas en una sola presentación. Nació ‘Swing sin límites’ (Teatro, música y danzas).

El trabajo con la obra de teatro se inició en el mes de mayo y su primera presentación fue el 26 de junio en la biblioteca ‘Francisco José de Caldas’ de la localidad, en el marco de una actividad cultural organizada por la Casa de la Cultura de Suba y la emisora ‘Suba al Aire’. A la fecha se han realizado aproximadamente 8 presentaciones de la obra.

En escena

Un niño vestido de Policía ondeando el tricolor nacional y con el himno Nacional de fondo, comienza el recorrido por el territorio patrio. Le siguen en escena la reina, que se llama cumbia, y para ella su corazón son los tambores, la sangre que corre por sus venas son las maracas y su voz es una fina flauta que Dios le dio.

“Y tú, ¿cómo te llamas?” Pregunta otra de las niñas.

• “Yo me llamo vallenato”.
• “¿Ósea el hijo de la Ballena?”
• “No. Soy el hijo del folclor del cacique Upar. Todos los años me hacen un festival en Valledupar y mi corazón es un tambor llamado caja y mi sangre es la guacharaca y mi voz es el acordeón”.
• “Yo quiero verte bailar y cantar”.
El grupo representa un paseo, mientras van ingresando otros actores que le dan vida a la Zona Andina, con un gran realce gracias a sus coloridos atuendos y elementos alegóricos al centro del país, mientras de fondo se escucha un bello bambuco.

El turno le corresponde a los representantes del otro mar, el mar pacifico. “Me llamo currulao y en mi tierra somos muy alegres, somos afrodescendientes y tocamos y bailamos para que Colombia esté muy contenta”, dijo una de las niñas, mientras abandonaban el escenario, porque salían cada uno rumbo a sus regiones.

Hacen parte de ‘Swing sin límites’, el músico Orlando Yaguara, (discapacidad visual) Sebastián Suárez (Autismo), Jhon Herrera (Síndrome de Appert); Damián Cantillo (Discapacidad cognitiva moderada), Brayan Arenas (Síndrome de Down), Lorenzo Avendaño (Discapacidad cognitiva moderada); Jesús Palacios (Síndrome de Down), Jaider Gómez (Síndrome de Down), Brayan Álvarez (Síndrome de Down), Claudia Gómez (Síndrome de Down), Andrea Llorente (Síndrome de Down); Valentina Sánchez ( Discapacidad cognitiva moderada), Katherine Macea (Discapacidad cognitiva moderada), Christian Betancourt (Discapacidad cognitiva moderada), Nicolás Guerrero (Autismo) y Jhon López (Síndrome de Down).

Después del recorrido por distintas regiones y la demostración teatral de los niños y niñas del centro crecer ‘La Gaitana’, quedó demostrado que las limitaciones físicas, mentales y sensoriales no son una barrera cuando existe educación con enfoque inclusivo y gracias a profesionales como Gabriela Arroyave, educadora especial y tallerista de teatro con 5 años en La Gaitana, 7 años en Integración Social y 10 de trabajo con personas con discapacidad.

Se suma al equipo Rocío Salazar, educadora especial y tallerista de danzas, con 2 años en el Centro Crecer, 8 años en la entidad y 16 de experiencia en trabajo con niños, niñas y adolescentes con discapacidad.

Estos espacios, dicen las docentes, son propicios para que cada niño desarrolle con más autonomía y confianza las habilidades propias o aprendidas, las mismas que podrán usar para alcanzar sus logros, éxitos que redundarán en una ‘Bogotá Mejor Para Todos’.

Esta es una de las formas, como la Secretaría Social hace, día a día, transformaciones en la comunidad, para que cada habitante de la ciudad lleve una vida digna, sin barreras, con el apoyo de la administración del alcalde, Enrique Peñalosa Londoño, que hoy le llega a 1.097 personas, menores de 18 años, quienes son atendidas en 17 Centros Crecer, a 899 personas, mayores de 18 años, atendidas en 12 Centros Integrarte de atención interna y 490 más en 6 Centros de atención externa.

A través de bonos canjeables por alimentos se benefician 12.578 personas. 232 más son atendidas en 3 Centros ‘Avanzar’ y
61 beneficiarios en 1 Centro ‘Renacer’. 

 

 

Bogotá, octubre 1 de 2018. Bajo el lema ‘La discapacidad no conoce límites’, la Secretaría realizó el lanzamiento del ‘Mes de la Discapacidad’, celebración que busca romper los imaginarios que tiene la ciudadanía sobre las personas con discapacidad y revelar como ésta población pueden aportar de igual a igual en el crecimiento de la ciudad y a su vez en la cristalización de sus proyectos de vida. 

 

Desde el proyecto ‘Por Una Ciudad Incluyente y Sin Barreras’, la Secretaría Social preparó una serie de eventos que visibilizarán las aptitudes y capacidades que poseen las personas con discapacidad y que se fortalecen gracias al talento humano, que atiende a esta población en los centros Crecer, Avanzar, Integrarte y Renacer.

A su vez, el objetivo del ‘Mes de la Discapacidad’, es que los bogotanos lo apropien como suyo, compartan con esta población y sobretodo se generan lazos afectivos y de reconocimiento, ya que seguramente todos conocen a una persona con discapacidad, su cuidador o cuidadora e incluso sus familiares.

 

 

 

 

 

Octubre 1 - Lanzamiento ‘Mes de la Discapacidad’: Se realizará un recorrido por la empresa ‘Industrias Alimenticias San Nicolás’ en donde se podrán evidenciar las capacidades laborales del personal allí vinculado.

Octubre 10 – Foro Experiencias Exitosas: En este espacio en la universidad ‘Manuela Beltrán’ se visibilizarán los casos de personas con discapacidad que han tenido una experiencia digna de contar y replicar. El evento contará además con la presencia de panelistas expertos sobre el tema.

Octubre 11 – Foro Distrital de Accesibilidad: Evento que busca generar conciencia en la superación de barreras actitudinales y físicas que la sociedad impone a las personas con discapacidad.

Octubre 12 – Segundo Encuentro de Empresarios Incluyentes: Actividad que tiene como uno de sus objetivos aumentar la participación de empresas y empresarios en procesos de inclusión laboral de las personas con discapacidad.

Octubre 19 - Olimpiadas Deportivas: Jornada recreo-deportiva que tiene como fin visibilizar las potencialidades de las personas con discapacidad a través de la práctica deportiva y como ésta sirve para afianzar los procesos de autonomía.

Octubre 27 – Evento de Cuidadores: Esta actividad busca brindar un espacio de autocuidado y de reconocimiento a los cuidadores de las personas con discapacidad.

Octubre 27 – Evento ‘Jaque Mate’ a la Exclusión: Este evento lúdico-recreativo busca a través de la práctica del ajedrez sensibilizar a la sociedad sobre la inclusión que se debe tener en todos los campos hacia las personas con discapacidad.

Octubre 20 – Entrega de Reconocimientos Día Blanco: Jornada que se llevará a cabo en el Auditorio ‘Huitaca’, de la Alcaldía Mayor, y que busca reconocer los casos exitosos de los cuidadores de personas con discapacidad.

• 1.097 personas, menores de 18 años, atendidas en 17 Centros Crecer.
• 899 personas, mayores de 18 años, atendidas en 12 Centros Integrarte de
atención interna y 490, en 6 Centros de atención externa.
• 12.578 personas recibieron bono canjeable por alimentos.
• 232 personas atendidas en 3 Centros ‘Avanzar’.
• 61 personas atendidas en 1 Centro ‘Renacer’.

 

 

 

Bogotá, septiembre 25 de 2018. En conmemoración al día internacional de la persona sorda que se celebra el 28 de septiembre, la Alcaldía de Bogotá a través de las Secretarías de Integración Social y Desarrollo Económico, se unen a Compensar en la iniciativa de la cadena de hamburguesas ‘Sierra Nevada’, de abrir durante una semana un punto atendido exclusivamente por personas con discapacidad auditiva, siendo la primera empresa de la ciudad, con este modelo de inclusión laboral. 

“Invitamos a las empresas privadas para que como parte de su corresponsabilidad vinculen en sus equipos de colaboradores a personas con discapacidad. De esta manera continuarán aportando en la disminución de barreras para la inclusión de esta población y visibilizaran sus capacidades y habilidades necesarias en la construcción de una ciudad cada vez más incluyente,” señaló Rafael Poveda, asesor del proyecto de discapacidad de la Secretaria de Integración Social.

 

Es así como ‘Sierra Nevada’ viene vinculando personal con discapacidad gracias a la articulación con Compensar por medio de la Red de Apoyo de Empleo (RECA), y las Secretarías de Integración Social y Desarrollo Económico a través de la Agencia Pública de Empleo del Distrito ‘Bogotá Trabaja’.

“Para nuestra empresa la discapacidad no constituye una barrera laboral. Hoy en día el 10% de nuestro talento humano son personas sordas. Tenemos dos (2) segundos al mando (reemplazo del Administrador) y 12 auxiliares. Gracias a su desempeño y habilidades están haciendo carrera en nuestra empresa y de eso nos sentimos orgullosos”, afirma Emiliano Moscoso, gerente general del Grupo Sierra Nevada.

A través de las acciones de gestión y articulación con la empresa privada se ofrece a la población con discapacidad que está en busca de empleo, alternativas y herramientas para ingresar al mercado laboral y a los empleadores, opciones para contratar el talento humano que requieren para sus empresas, incidiendo de esta manera en el mejoramiento de su calidad de vida. Hoy las agencias de empleo vinculadas cuentan con rutas especiales y orientación profesional.

Por su parte el Secretario de Desarrollo Económico, Juan Miguel Durán sostuvo que, “esta iniciativa rompe los imaginarios sociales frente a la discapacidad y las barreras del lenguaje. Invitamos a los empresarios a la inclusión laboral ofreciendo oportunidades dignas y decentes. Así mismo, es importante que las empresas dentro de sus programas de responsabilidad Social tengan en cuenta esta población”.

A la fecha desde la Secretaría Social han sido vinculadas laboralmente 423 personas. Así mismo se tienen 265 personas con discapacidad incluidas en entorno educativo. Es así como día a día el equipo de inclusión comunitaria hace presencia para abrir más accesos a las personas con discapacidad en espacios laborales, educativos, de cultura, recreación y deporte. 

 

 

Bogotá, septiembre 21 de 2018. El Polideportivo de Castilla, en la Localidad de Kennedy, vivió la tercera versión deportiva de niños con discapacidad, un día lleno de alegría donde reinaron las sonrisas y el orgullo. Cientos de niños demostraron que no hay nada que pueda impedirles ser unos campeones. Allí se celebraron ‘Las Olimpiadas de Colores’ en las cuales participaron todos los jardines infantiles de la localidad. Allí niños y niñas con discapacidad demostraron sus habilidades y destrezas en el deporte.

Ciclismo, bolos, tiro al arco, porotos, zapallo, relevos, atletismo, fútbol, carrera de obstáculos, boccia y una pista sensorial fueron las disciplinas que se destacaron, fortaleciendo las habilidades deportivas y de acondicionamiento físico de todos los niños y niñas que participaron en esta nueva versión de las olimpiadas.

Familias, profesionales y demás agentes educativos que han hecho posible que la utopía del proceso de inclusión de niñas y niños con discapacidad, hoy sea una realidad; donde se reconoce que cuando las niñas y niños comparten con sus pares desde relaciones cimentadas en la solidaridad, el respeto y sobre todo en celebrar la presencia del otro, permiten pensar en una generación de personas donde lo natural sea lo diverso, donde no existan límites ni barreras, para que las niñas y los niños con discapacidad y sin discapacidad convivan y disfruten de escenarios comunes del ciclo vital en el que se encuentren.

 

 

 

La inclusión, en la Primera Infancia, tiene que ver con reflexionar sobre las creencias en el accionar de las personas involucradas en el acompañamiento al desarrollo integral de las niñas y los niños, así como con la construcción de ambientes enriquecidos en comunidad para lograr el respeto a la diferencia en todos los ámbitos de desarrollo, lo que involucra interacciones transformadoras entre las familias, cuidadores, cuidadoras y demás agentes educativos que garanticen la participación con equidad.

Días de colores se gesta en esta localidad hace 5 años con el propósito de resignificar el día blanco, en la búsqueda de visibilizar el reconocimiento, respeto y disfrute de la diversidad.

Durante la experiencia se ha transformado y se ha dado vida a las olimpiadas de colores donde la diversidad se vive en torno al deporte, propiciando el pleno potencial de las niñas y los niños, en coherencia con el compromiso de ciudad de consolidar una comunidad que confíe, crezca y aporte en la garantía de mayores oportunidades sociales para todos, en condiciones de equidad.

Carolina, madre de Alejandro Castañeda Díaz, de grado prejardín del jardín satélite ‘Patio Bonito’, uno de los niños participantes aseguró: “El niño ha estado muy contento he visto un avance en su discapacidad cognitiva. A él le toco ciclismo yo lo veo ahora más atento, colaborador y su vocabulario se ha extendido mucho. Lo veo más independiente”.

La Nueva Bogotá en cabeza del alcalde, Enrique Peñalosa Londoño y la secretaria social, Cristina Vélez, resaltan la participación y el esfuerzo de la localidad y principalmente a las profesionales que lo hacen posible. Es mejor ‘Entre pares’, para que el ejercicio de hoy continúe construyendo una generación que celebre la diversidad.

 

 

Bogotá, septiembre 14 de 2018. Gradas de concreto, piso asfaltado, una carpa, 1500 vatios de sonido, una gran cartelera de colores y una nube que preludiaba un fuerte aguacero, hicieron parte del improvisado escenario, que le dio vida al ‘Primer festival de teatro al parque’ y el cual congregó a más de cien beneficiarios de los ‘Centros Crecer’, de cinco localidades de Bogotá.

La tarea: visibilizar las habilidades artísticas e histriónicas de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad de estos centros, fortalecer su desarrollo integral, su inclusión a nivel cultural, e incrementar la expresión corporal y oral a través de una puesta en escena.

 

 

No fue necesario el anuncio de los artistas, pues todos estaban tan dispuestos y expectantes, que con el ritmo musical de fondo ya comenzaba su actuación. Las sonrisas, el contoneo de sus cuerpos y las ganas de tomarse el escenario, fue la constante de los invitados.

Pero como el programa se debía cumplir, comenzaron a aparecer en escena los grandes atuendos de los grupos que representaban una familia, los espadachines, representantes de nuestra cultura folclórica, animales, defensores del medio ambiente y hasta se hizo un viaje al pasado con la representación de los indígenas muiscas.

Los primeros en recibir los aplausos, fueron los niños y niñas del Centro Crecer ‘Kennedy’, quienes demostraron sus habilidades teatrales con la puesta en escena de la obra ‘Una dulce espera’, que inicia con una niña en embarazo hasta cuando el niño se hace profesional. Se trató de un mensaje que muestra que por más que exista una discapacidad no existen barreras ni dificultades cuando una familia se encuentra unida y comprometida en un proceso.

El segundo acto fue para el grupo ‘Rincón de los Sueños’ del Centro Crecer ‘Suba Rincón’ con su obra ‘10 guerreros al rescate’, en donde el príncipe con sus enormes pies logra después de una ardua lucha quedarse con la princesa.

El llamado fue para el Centro Crecer ‘Suba La Gaitana’, con su obra ‘Yo soy folclore’. Todo un recorrido por el folclore y la geografía colombiana. Los tambores, las maracas, el saxo y hasta el acordeón, alegraron la fría mañana y a los asistentes al hermoso espectáculo.

‘Las llaves que abren todas las puertas’ y que versó sobre el buen trato y el cambio de las malas palabras por mensajes agradables, fue la representación del Centro Crecer ‘Puente Aranda’. “Son mejor las palabras al oído que estimulan y no aquellas palabras ofensivas”, dijeron los niños cuya representación se hizo con trajes alusivos a animales.

“Sé que podemos cambiar, a la tierra hay que ayudarla”, fue el mensaje de los niños, niñas y adolescentes del Centro Crecer ‘Rafael Uribe’, quienes pusieron en escena la importancia del agua, la naturaleza y el medio ambiente en general. Un acto pedagógico sobre el reciclaje y la importancia del manejo de las basuras, cerró su lucida actuación. La obra se tituló ‘Un cuento ambiental: Shy Guaia, corazón de tierra’.

Todos los niños y niñas deben disfrutar de su infancia, dejarlos que sean felices y no llevarlos a que sean adultos antes de tiempo. Así lo expresaron durante su actuación, los representantes del Centro Crecer ‘Tejares’ con su obra ‘Permiso para ser niños’, como un mensaje para todos los asistentes.

Y para finalizar, un viaje al pasado permitió conocer las costumbres, ritos, ceremonias y la unión que existía entre la comunidad indígena ‘Muisca’. Los protagonistas, los representantes del Centro Crecer ‘La Victoria’.

Este primer encuentro permitió que hubiese un solo ganador: los asistentes entre quienes se encontraban beneficiarios, cuidadores y cuidadoras, educadores y educadoras de la Secretaría Social, quienes presenciaron un hermoso espectáculo de inclusión y de muestra artística y de fortalecimiento de habilidades y destrezas comunicativas.

Para la anfitriona del encuentro, la subdirectora local de integración Social, Gloria Cerquera, esta clase de encuentros, que contó con todo el apoyo de la policía Metropolitana de Bogotá, son de gran importancia, porque permiten visualizar las habilidades artísticas y fomentar los espacios para el goce efectivo de los niños, niñas y adolescentes en el disfrute de nuestra ciudad. 

 

 

Bogotá, septiembre 13 de 2018. Aún está latente en la retina de los ciudadanos cuando el pasado 31 de agosto, Yuly Alejandra Martínez, una adolescente con discapacidad visual hizo realidad su más grande sueño: conocer a su artista favorito, Galy Galiano, destacado cantautor colombiano. 

Desde ese día, y luego de que el cantante la visitara en su humilde vivienda en la vereda Chorrillos II, de Suba, se selló una bonita amistad y nació en el corazón de la joven la expectativa de la joven de cumplir otro sueño: cantar una canción a dúo con el artista, y luego escucharla en un estudio de grabación.

Fue así como Yuly con una voz hermosa y conocida artísticamente como ‘Guadalupe’ fue invitada por Galy a su casa. Presurosa se preparó, ataviada con sus mejores galas para el reencuentro con el maestro. Acompañada de su tía-mamá Rubiela Guzmán, y llevando una flauta la joven salió a verse con el Galy.

Durante el trayecto, desde Suba hasta Chía, Guadalupe no paraba de cantar los temas de su ídolo y de recordar detalles de su primer encuentro en donde recalcaba que su casa aún tenía el aroma del cantante. La podía sentir en el sofá, la cocina y los pasillos de las escaleras.

Ya en el predio del cantante un “Holaaaa Guadalupeeee” rompió el hielo y guió a la joven a los brazos de su amigo. Al interior de la casa y con el desparpajo que le caracteriza Guadalupe le dedicó al artista una composición hecha por ella y titulada ‘Conocerte a ti’. Acto seguido Guadalupe con elementos braille escribió en uno de sus cuadernos en los que adelanta su escolarización el nombre Galy Galiano y le enseñó al maestro algunos códigos que se manejan en este lenguaje para personas con discapacidad visual.

Orientada por el maestro, Guadalupe realizó algunos acordes en un piano, uno de los elementos inspiradores del artista en sus más de 300 composiciones musicales en géneros tan diversos como: balada, vallenato, salsa y música popular.

Pero la gran sorpresa que le tenía preparada el artista, natural de Chiriguaná, en el Departamento del Cesar, a Guadalupe estaba por realizarse.

Entre micrófonos, audífonos, teclas, perillas y acompañados de un ingeniero de sonido, Guadalupe y Galy fundieron sus voces cantando uno de los reconocidos éxitos del artista: ‘La Cita’, en una versión más rumbera. Sí era cierto, Guadalupe estaba en el estudio del maestro grabando una canción. Su voz y energía brillaban con luz propia, realmente un momento único e impensado hasta hace pocos días.

Para Guadalupe cantar con el maestro fue tan majestuoso como escuchar la grabación minutos después. A un costado sin palabras, apoderada por la emoción, Rubiela a punto de estallar en llanto, no podía dar credibilidad a ese sueño, que delante de ella se convertía en realidad para su sobrina.

Ya más calmada Guadalupe agradeció al artista la invitación a su casa y la posibilidad de grabar un tema con él. “Galy es un artista íntegro. Escucho en sus canciones y lo que dice en ellas la sinceridad de un ser sin igual”, dijo la joven.

Finalmente y tras un grato reencuentro la ‘Fórmula G’, Guadalupe y Galy, se despidieron para seguir con sus vidas. Ella en su colegio y él en el lanzamiento de su nuevo trabajo, pero unidos a través del corazón por una bonita amistad.

 

 

 

Bogotá, agosto 31 de 2018. No había libreto. Mucho menos un protocolo preparado. Tampoco un tapete rojo, o un estudio de sonido. En la humilde sala de la casa de ‘Guadalupe’ solo había un sueño y un acto de nobleza.

Agachado a su misma altura y luego de escuchar, tras bambalinas, las tonadas que ‘Guadalupe’ cantaba a todo pulmón, orgullosa la letra de ‘Todo es presta’o’, uno de los éxitos de Galy Galiano, el artista siguió su canción con su voz.

La niña, de tan solo 15 años y fan del cantante desde los 6, cuando lo escuchaba en el ‘Show de las Estrellas’, antes de entrar en un eterno letargo de emoción, siguió la letra. Como si fuera una profesional unió su voz a la tonada del artista. No estaba preparado. Era como si el corazón de los dos se hubiera unido bajo las tonadas musicales.

“Alegría. Mejor dicho no puedo creer, que la primera vez que lo escuché y que lo vi con los ojos de mi alma divina, que lo vi así tan de cerquita me dije, ‘¿qué pasó?, ¿de dónde salió este hombre? No sé por qué pero estaba muy confundida con los nervios”, repetía Yuly Alejandra Martínez, minutos después de entrar en contacto con Galy Galiano.

 

 

Acto seguido, empezó a hablar tan rápido y tantas cosas, como una persona que recién es encontrada. “Como les dije a ellos me encanta tu voz. Empecé a escucharte desde muy pequeño. Me gusta tu voz tu humildad, porque se nota que tú eres, súper una buena persona, tienes un corazón de oro que no se cambia por nada, llevas la vida con tranquilidad, de todos modos me encanta tu voz. Me transmite lo que tú eres, la forma en la que canta, me da un poquito de fuerza para seguir cantando, porque quiero cantar con él, muchas canciones”, le decía Guadalupe a Galy, quien solo podía observarla con la ternura de un padre, quien mira a su hija.

“Sabes Guadalupe eso me contenta y me afirma un acosa, o me la reafirma. Yo siempre he creído que cuando uno graba un disco no solamente es ponerse frente al micrófono y cantar sino que uno tiene que entrar a través del micrófono a la canción y uno tiene que dejar dentro de esa pista, el alma. Eso me está ratificando de lo que yo hago con mis canciones cuando las interpreto, es que le está llegando a la gente”, le respondió el artista con la voz temblorosa. Sus ojos brillaban. La emoción le erizaba la piel y solo podía responder al afecto de la niña con más afecto.

Luego, tras ese intercambio de palabras, ‘Guadalupe’ le pidió algo inusual al cantante. Le solicitó que caminara con ella, de gancho, por las polvorientas calles de la vereda Chorrillos II, en la localidad de Suba, hasta donde llegó Galy para cumplir el sueño que hace 10 años tenía la niña, quien tiene discapacidad visual.

“Yo le dije a mi madre, que me enseñara el secreto
Pa´caminar por la vida, sin dar tanto tropiezo
Yo le dije a mi vieja, que me enseñara el camino
Ese que camino que lleva hasta el fin de los tiempos
Ella dijo hijo mío ven te enseño lo que he aprendido
En la vida hay que tener mucho cuida’o
Todo es presta’o, Todo es presta’o
Hasta los hijos que tienes se van de tu la’o”

El estribillo se seguía repitiendo una y otra vez, cada vez que avanzaban por las cuadras del barrio, a las afueras de Suba, hasta que el cantante invitó a ‘Guadalupe’ a sentarse en una silla del lugar.

Allí cantaron otra canción. Ella, sin verlo, no podía dejar de guiar su rostro hacia él. Él, conmocionado, le repetía lo feliz que se sentía.

“Maravilloso, lo hace sentir a uno pleno esta clase de cosas, eso es la vida. Magnífico, maravilloso saber que hay personas como ella, que uno ocupa un lugar muy especial. Uno sabe que tiene fans en el mundo, pero también he sabido que hay fan especiales, como ella”, aseguró Galy, mientras se despedía.

‘Guadalupe’ estiró sus brazos. Con sus manos reconoció el rostro del cantante y se llevó una idea de él. Luego vino el esperado beso de la niña hacia el cantante. Hubo un abrazo, y luego un silencio. Quedaron, en unos días, en hacer un sancocho juntos, la niña no sabe prepararlo y el cantante le va a enseñar.

“No acaba nunca. Quiero que sea el inicio de una bella amistad. Galy si me estás escuchando gracias, hiciste un sueño realidad y te quiero mucho, te quiero mucho, mucho de verdad. Te tengo el sancocho de gallina. Espero que te comas ese sancocho, que disfrutes para la forma que veas en que cocina mi papá”, sentenció ‘Guadalupe’, mientras caminaba hacia su casa. No paraba de sonreír. Hoy Galy Galiano le cumplió un sueño que va más allá de las sombras. Ella vio al ‘Galy’ con los ojos de su alma.