Secretaría Distrital de Integración Social

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La asistencia virtual a niños, niñas y adolescentes con discapacidad en tiempo de pandemia

 

 
• Son 163 las personas con discapacidad atendidas por los diferentes servicios del proyecto ‘Por una Ciudad Incluyente y sin Barreras’ en la Subdirección Local de Chapinero.

Bogotá, D.C, 29 de mayo de 2020. Para los profesionales del Centro Crecer La Paz de la Localidad de Chapinero se ha convertido en un reto llegar a los hogares en este periodo de cuarentena. Para acompañar a sus beneficiarios del servicio han modificado sus actividades diarias y han cambiado las maneras para comunicarse.

Se puso en marcha un canal en YouTube; en donde los niños, niñas y adolescentes, con el apoyo de sus familias, han disfrutado de actividades diarias para ejercitar no solo su cuerpo a través del baile, sino también su mente, motivando la imaginación por medio de lecturas de cuentos y realización de manualidades.

“Los lunes realizamos actividades físicas; los martes, educación especial; los miércoles, talleres de autocuidado; los jueves, fonoaudiología y psicología. Los viernes, talleres de música”, destaca Johanna Zambrano, coordinadora del Centro Crecer La Paz y creadora de esta estrategia de comunicación.

Con discapacidad, Sofía Bolaños es participante del Centro Crecer La Paz y seguidora activa en el canal de YouTube. Resalta que "me encantan los vídeos y los invito a todos a dar ‘like’ y a comentar”.
 

Por medio de estas actividades, los participantes del Centro Crecer cuidan su salud con hábitos de vida saludable, aprenden sobre sus derechos y deberes, fortalecen el lenguaje con actividades lúdicas y finalizan su semana tocando diferentes instrumentos musicales, con el acompañamiento de su tallerista Javier Peralta. Precisamente, Peralta comenta que “ha sido una experiencia muy favorable debido a que los niños y sus cuidadores tienen ese material a disposición en cualquier momento que lo puedan requerir”.

En la ejecución de esta estrategia virtual han participado distintos profesionales, entre los cuales se encuentran: educadoras especiales, psicóloga, trabajadora social, terapeuta ocupacional, tallerista de música, nutricionista y una auxiliar de enfermería.

María Fernanda Mosquera, auxiliar de enfermería, asegura que “la experiencia de poder generar vídeos para este canal ha sido maravillosa, porque es la mejor forma de estar cerca de los participantes”. En familia participan y comparten en casa a través de los divertidos videos que realiza el equipo de profesionales.

Así, la estrategia ha permitido generar acercamientos entre los mismos profesionales, con sus alumnos y sus diferentes disciplinas. Además, entre los 31 niños y niñas con discapacidad y sus cuidadores participantes de este servicio, que hace parte del proyecto ‘Por una Ciudad Incluyente y sin Barreras’.

En la Localidad de Chapinero se atienden 163 personas con discapacidad. En esta época de confinamiento, esta estrategia creativa ha logrado disminuir el estrés generado por el encierro y es una forma de acompañamiento a los cuidadores de esta población.
 

 
 
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Sebastián Romero: Un deportista con discapacidad de alto rendimiento

 

 
• Joven deportista con más de 51 medallas obtenidas en torneos nacionales.

• 248 participantes en Los Mártires reciben mes a mes el bono canjeable por alimentos en el Proyecto de discapacidad

Bogotá, D.C, 22 de mayo de 2020. Sebastián Romero Sánchez es un joven de 15 años con síndrome Down que se ha destacado como el mejor estudiante distrital y un deportista de alto rendimiento en natación.

Su constancia y disciplina lo han llevado a participar en torneos distritales y nacionales obteniendo medallas en oro, plata y bronce. Es una gran promesa de este deporte, como lo indica Orlando Vergara Vargas, entrenador del IDRD de la selección Paralímpica de Natación Cognitiva de Bogotá. “Sebastián es uno de nuestros prospectos dentro de la selección Bogotá de natación paralímpica para representar al país en diferentes eventos”, dijo Vergara Vargas.

Para Sebastián, la cuarentena no ha sido impedimento para continuar con su entrenamiento en casa. De manera virtual y con la ayuda de algunos elementos que ha utilizado, como sillas, mesas y bancas, se las arregla simulando tener una piscina al frente en donde desarrolla ejercicios de calentamiento, fuerza y algunos movimientos para mejorar su técnica.
 

Este joven deportista, con 51 medallas obtenidas, ha competido en ciudades como Barranquilla, en los Intercolegiados 2018, y en Medellín, en la convocatoria Paralímpica 2019, además de torneos deportivos intermunicipales en Girardot, Apulo, Mesitas del Colegio, San Juan de Tequendama y finalmente en Bogotá, en donde llegó a las finales en el torneo ’Supérate’ 2019.

Sebastián y su familia hacen parte del proyecto de Discapacidad ´Una Ciudad Incluyente y Sin Barreras´ de la Secretaria Distrital de Integración Social en la localidad de Los Mártires, donde reciben bono canjeable por alimentos.

“Brindamos apoyos alimentarios a las personas con discapacidad que se encuentren en un mayor riesgo nutricional, con el fin de salvaguardar la seguridad alimentaria de este grupo poblacional”, afirma Fredy Bautista, coordinador del proyecto.

Por su parte, Hans Augusto Romero, padre de Sebastián, asegura que “para Sebastián estar vinculado a la Secretaría de Integración Social ha representado mejoría en el estado de salud físico, mental y motivacional. Para nosotros como familia es satisfactorio y grato encontrar en esta entidad el apoyo que le dan a las personas con discapacidad y a sus cuidadores”.

Mientras tanto Sebastián, en esta época de cuarentena, continúa concentrado en su estudio con las clases virtuales que inician a partir de las 6 de la mañana. Luego del desayuno y de un repaso escolar, le dedica dos horas en la mañana y dos en la tarde a las rutinas deportivas y a la perfección de sus movimientos en su piscina imaginaria.
Desde la Subdirección local de los Mártires se benefician 248 niños, niñas, jóvenes, adultos y personas mayores con discapacidad física, cognitiva, visual y múltiple.
 

 
 
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Distrito activa cursos virtuales para formación de personas con discapacidad y sus cuidadores

 

 
• El Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS) tiene abiertas las inscripciones para los cursos del segundo semestre del año.

• Son gratuitos, tienen una duración de 40 horas y están certificados por el SENA.

• Tienen el acompañamiento de profesionales calificados del Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS), quienes realizan los ajustes necesarios para cumplir los requerimientos de las personas con discapacidad.

Bogotá, Mayo 19 de 2020. Con poco más de un año desde su inauguración, el Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS) se ha transformado durante esta época de distanciamiento social para continuar ofreciendo formación socio-ocupacional para las personas con discapacidad y sus cuidadores, ahora a través de cursos virtuales.

El CADIS, en articulación con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), desarrolla una amplia oferta de cursos para promover la inclusión en el entorno productivo, a través del desarrollo y fortalecimiento de habilidades individuales y capacidades familiares.

Actualmente el CADIS se encuentra realizando cursos formativos en mercadeo y ventas, servicio al cliente, logística básica, vitrinismo, gastronomía, cocina básica, cocina criolla y curso complementario de cocina caliente.
 

Para los cuidadores y cuidadoras se están desarrollando cursos virtuales de Cuidado Básico para Personas con Dependencia Funcional.

El Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS) tiene abiertas las inscripciones para los siguientes cursos que empezarán en junio, julio y agosto:

• Mercadeo y ventas
• Sistemas
• Primeros auxilios
• Soporte vital básico
• Bioseguridad
• Etiqueta y protocolo
• Mesa y bar
• Cocina básica

Requisitos de Inscripción:

• Tener entre 18 a 59 años y 11 meses de edad.
• Copia de la cédula de ciudadanía ampliada al 150%
• Copia de certificado de discapacidad o diagnóstico clínico reciente.
• Fotocopia del recibo público del agua
• Fotocopia de certificados o diplomas de estudio
• Fotocopia de cursos certificados.

Para cuidadores/as son los mismos documentos anexando documento de identificación e historia clínica de la persona que tiene a su cargo.

Estos documentos deben ser enviados al correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. . El equipo profesional contactará a los interesados para formalizar la inscripción.

Cómo se realizan los cursos

Para que el aprendizaje sea exitoso un equipo interdisciplinario de profesionales del CADIS desarrolla estrategias en ajustes razonables, realizando las adaptaciones necesarias para que los estudiantes puedan desenvolverse con la máxima autonomía en sus procesos de aprendizaje y participar activamente, fundamentados en la equiparación de oportunidades y teniendo en cuenta los requerimientos necesarios según los tipos de discapacidad.

Para ello trabajan en el ajuste de guías de trabajo, interpretación en lengua de señas, audio descripción y audio llamada, para contribuir a su inclusión y calidad de vida de los usuarios.

Gabriel Ciprian, un joven de 23 años con discapacidad visual, inició en los cursos virtuales hace casi 2 meses estudiando logística, mercadeo y servicio al cliente. “Estoy aprovechando lo máximo posible las clases. He estado muy a gusto, la profesora enseña de una manera muy didáctica. En esta situación de cuarentena he experimentado por primera vez una clase virtual, es una grata experiencia y espero seguir estudiando muchas cosas junto con el CADIS y el SENA”, señaló.

Con una duración de 40 horas los cursos están programados de lunes a viernes en diferentes horarios según el área de formación y se realizan a través de distintas plataformas de interacción y videoconferencia.
 

 
 
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Lucy Restrepo, una cuidadora que sueña en grande

 

 
• En la Subdirección local Puente Aranda-Antonio Nariño se atienden 607 personas en la estrategia de complementación alimentaria para personas con discapacidad.

Bogotá, 19 de mayo de 2020. Desde hace 6 años, Lucy Brillit Restrepo Romero alcanzó uno de los mayores anhelos en la vida: ayudar a muchas personas que tuvieran familiares con discapacidad y discriminados por la sociedad.

Lucy tenía una situación muy particular que la motivaba día a día a luchar por sus sueños y los de su hija, Sonia, quien nació con parálisis cerebral por hidrocefalia y discapacidad múltiple.

Para lograr una formación adecuada de su hija, Lucy acudió al apoyo que la Secretaría Distrital de Integración Social ofrece a personas con discapacidad y a sus cuidadores desde el proyecto ‘Una Ciudad Incluyente y sin Barreras’. Recibió bono de complementación alimentaria y acompañamiento como cuidadora para adelantar las tareas en casa al momento de brindarle un buen cuidado a su bebé.
 

Sonia creció y ha afrontado 72 cirugías, logrando un avance muy positivo en su movilidad y desarrollo personal. Durante este tiempo, Lucy ha permanecido la mayor parte de su vida en clínicas, lo que la motivó a dar el primer paso hacía una carrera profesional al servicio de los más necesitados.

Por su lucha, interés y liderazgo en poco tiempo se convirtió en una líder destacada del grupo de cuidadores y cuidadoras de la Subdirección local de Puente Aranda.

Con la motivación y el impulso para seguir conquistando metas personales se presentó a un proceso interno de la entidad. Luego de pruebas y entrevistas, fue elegida como auxiliar administrativa, y asignada al proyecto ‘Una Ciudad Incluyente y Sin Barreras’ de la subdirección local Puente Aranda - Antonio Nariño.

“Trabajar en el proyecto de discapacidad me ha dado la oportunidad de valorar la vida y aprender que, a pesar de las adversidades, tenemos muchas oportunidades para seguir. Hemos desarrollado unos procesos que nos han permitido mejorar nuestra calidad de vida y entender que la discapacidad no es un límite para lograr nuestras metas y proyectos”, expresa Lucy, quien cursa pregrado de Seguridad y Salud en el Trabajo en Uniminuto. Lucy tiene otro hijo, Juan, de 17 años. Sonia ya tiene 22.

En la Subdirección local Puente Aranda-Antonio Nariño se atienden 607 personas en la estrategia de complementación alimentaria para personas con discapacidad del proyecto ‘Por una Ciudad Incluyente y sin Barreras’. Cincuenta niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años y 11 meses con discapacidad cognitiva están vinculados al Centro Crecer Puente Aranda con servicios integrales para ellos y sus familias.
 

 
 
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La profe cuentacuentos: Una manera divertida de llegar a los hogares

 

 
• Llega a más de 90 hogares en la localidad de Suba.
• La Secretaria Distrital de Integración Social cuenta con 16 Centros Crecer en toda la ciudad

Bogotá, 19 de mayo de 2020. Sandra Milena Ahumada, licenciada en Pedagogía de la Universidad del Tolima, vive actualmente en Bogotá, pero en su alma lleva los ritmos tradicionales de su tierra tolimense, el Joropo y el Bambuco. Con la habilidad en la cuentería ha llegado a miles de hogares de niños y niñas en Bogotá creando cuentos como ‘Pinocho’, ‘Blanca Nieves' y Los Tres Cerditos.

Su pasión por la cuentería la ha desarrollado en su trayectoria profesional a partir de su interés por la literatura y llevarla de forma amena a niños y las niñas.

Llegó hace más de 6 años a los jardines infantiles de la Secretaría Distrital de Integración Social como auxiliar pedagógica y maestra técnica. Integró la cuentería a sus clases, en las cuales el movimiento, el canto, el baile y la narración en voz alta lograron captar la atención de sus pequeños y hacer más animadas las jornadas académicas.

Su vida profesional dio un giro total a partir del ofrecimiento de ser tallerista del proyecto ‘Por una Ciudad Incluyente y sin Barreras’, en el cual su nuevo público incluía niños y niñas con discapacidad. Necesitaba adaptar sus rutinas y tener un lenguaje incluyente para que todos disfrutaran de las presentaciones.
 
 

Con el inicio de la cuarentena y la ausencia de los niños y niñas en los centros de atención, Sandra tuvo el reto de poder llegar con sus cuentos a más de 90 hogares de familias y cuidadores que se benefician de los servicios. Así inició su primera función virtual con videos grabados en casa y con el apoyo de su esposo Luis Carlos y sus hijos María Paula, Juan Pablo y Andrés Felipe. Hicieron el montaje de cuentos y obras literarias, llevándolas día a día a los niños y niñas en cada hogar.

“Mi familia ha sido el equipo perfecto que acompaña la creación de cada personaje hasta llevarlo a escena, cada uno tiene un rol asignado y son el complemento perfecto para mi profesión”, comenta Sandra.

De su baúl de historias y cuentos trajo a la vida nuevamente a la ‘Cuentacuentos’, personaje que hace muchos años inventó cuando estaba en la universidad. Hoy tiene un público virtual de unas 500 personas, que esperan cada semana sus ocurrencias y disfrutan de cada historia que recrean la tallerista y su familia.

Para Sandra, las artes escénicas han sido el camino para muchos logros. En los últimos años creó el grupo de teatro ‘Rincón de Sueños’. Su obra ‘Pies guerreros al Rescate’ obtuvo el tercer puesto en el Encuentro de Artes Escénicas-FIDES Compensar 2018.

Además, el año pasado, ella y el profesor Diego Rodríguez recibieron el galardón por su práctica artística musical en la categoría ‘Cultural Simbólica’ en la ‘Décima Gala de Exaltación y Reconocimiento de las Personas con Discapacidad’,otorgado por la Alcaldía Mayor de Bogotá.

También con cuentos, Sandra dicta el taller de confección y costura, en el cual enseña a elaborar delantales en máquina plana y luego los comercializan en las ferias productivas que años tras año hace el Centro Crecer ‘Rincón’.

Astrid Ramírez, coordinadora de este centro, indica que “buscamos acciones de inclusión y atención que favorezcan el desarrollo, la participación y el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad. Los preparamos desde el entorno cultural para fortalecer sus habilidades a través de las obras de teatro, puestas en escena y danzas. Sandra ha logrado que los niños, niñas y adolescentes se desenvuelvan más en su vida cotidiana”.
 

 
 
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El lugar donde la discapacidad se transforma en autonomía

 

 
• 15.500 personas con discapacidad han sido beneficiadas en lo corrido del año por los servicios de la Secretaría de Integración Social.
 
• 12.698 familias se han alimentado a través de los bonos canjeables por alimentos.

• 118 personas con discapacidad han accedido a procesos de formación con el SENA

Bogotá, 8 de mayo de 2020. Entrar a las instalaciones de la Fundación Misionera Divina Redención (Fumdir) es una experiencia inspiradora en medio de esta época de pandemia. Basta recorrer los espacios de este lugar, que opera mediante convenio con la Secretaría Distrital de Integración Social, para contagiarse de la alegría, esperanza, optimismo y capacidad que irradian los 206 participantes con discapacidad que permanecen internos.

En este lugar funcionan 4 Centros Integrarte de Atención Interna, que atienden a personas con diversas discapacidades, desde los que necesitan apoyos intermitentes hasta los que requieren de un cuidador permanente para el desarrollo de sus actividades básicas cotidianas.

Allí tienen múltiples actividades que incluyen juegos de mesa como ajedrez y tradicionales, como la rana, así como talleres para trabajar coordinación por medio de aros y balones. Así mismo se encuentran áreas de lectura, escritura y música.

En el taller de costura y pintura se percibe el entusiasmo de aprender para avanzar en los procesos de los cerca de 50 participantes que asisten a la actividad. Allí, Alba Muñoz, una mujer mayor con discapacidad cognitiva leve, se destaca por su dulzura y destreza en los telares, en donde como por arte de magia, transforma hilos de colores en tapetes y preciosos bordados, objetos que junto a repisas, cuadros y artesanías son exhibidos en las ferias artesanales de la ciudad.

Esta mujer no tiene una red familiar pero encontró en los compañeros y profesionales de Fumdir unos amigos a los que considera su familia. “Me tratan muy bien, me brindan mucho afecto, cariño y comprensión. Yo aprendí aquí a tejer y me gusta mucho. Me levanto temprano, tomo mi desayuno y me paso el día aquí. Soy muy feliz”, cuenta Alba mientras desanuda unos hilos.

Como el de costura, cada salón está lleno de energía y entusiasmo. Allí los participantes muestran sus destrezas con balones, con aros, saltando o pintando, y demuestran que la discapacidad no conoce límites y que el talento cada quien lo tiene y lo entiende a su manera.
 
 
 


Covid-19 no ha afectado la atención

Por información de los profesionales que atienden el servicio, los participantes son conscientes de la existencia y riesgos del coronavirus. Por eso, el tradicional abrazo, con el que reciben a los visitantes y talento humano que opera el lugar, fue reemplazado por un saludo de codo o de pie, además del incremento del lavado de manos y el uso obligatorio del tapabocas por parte de los cerca de 40 profesionales que atienden el lugar las 24 horas al día, siete días a la semana.

Liliana Ladino, profesional del Centro Integrarte, destaca el compromiso y disposición de los profesionales y la grata respuesta de los beneficiarios. “Prestamos una atención integral con actividades que les permiten a las personas con discapacidad disfrutar de los tiempos de ocio y del desarrollo de actividades integrales ocupacionales. En todas tenemos en cuenta los protocolos de seguridad y medidas preventivas frente al Covid-19”, cuenta, para referirse a esas medidas adoptadas, entre las que también está la restricción de visitas presenciales y su transformación en videollamadas.

El proyecto de discapacidad de la Secretaría de Integración Social incluye una estrategia de atención integral para atender con eficiencia a la población. “Por un lado realizamos el acompañamiento a través de nuestros servicios sociales y por otro, potenciamos el desarrollo de capacidades y el acompañamiento en formación”, afirma Xinia Navarro, secretaria de Integración Social.

Ese acompañamiento pedagógico se realiza a través del SENA, con formación de 118 personas con discapacidad y para sus cuidadores. El sentido es lograr el desarrollo de capacidades para una vida independiente que incluso lleve a procesos productivos y de inclusión laboral, como el caso de Laura Ximena Vergara y su madre, María del Carmen Cano.

Y como parte de los servicios sociales está la entrega de bonos canjeables por alimentos que, en lo corrido del año, ha llegado a 12.698 familias con discapacidad en la ciudad; y la atención en los centros especializados, con los que se han beneficiado 15.500 personas en las diferentes modalidades:

• Centros Crecer: para niños, niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva, entre los 6 y 18 años.
• Centros Renacer: para niños, niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva, entre los 6 y 17 años y 11 meses, con medida de protección. Ver nota aquí
• Centros Avanzar: para niños, niñas y adolescentes con discapacidad múltiple asociada a discapacidad cognitiva, entre 6 y 18 años.
• Centros Integrarte: para personas con discapacidad cognitiva y física entre 18 y 59 años 11 meses.

Así, entre centros de atención, proyectos de formación y entrega de bonos canjeables por alimentos, y medidas especiales durante la pandemia, la Secretaría de Integración Social mantiene su atención para la población con discapacidad de Bogotá.
 

 
 
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Con educación inclusiva, Ayda y su hija rompen barreras

 

 
• Los jardines infantiles de la Secretaria de Integración Social cuentan con la estrategia Entre Pares, para niños y niñas con discapacidad y alteración en el desarrollo.

• Equipo de profesionales en educación especial realizan acompañamiento continúo a familias desde casa.

Bogotá, 7 de mayo de 2020.
Ayda Luisa Córdoba Mosquera es una madre soltera a cargo de Adah Naima, su hija de dos años diagnosticada con síndrome de Down y síndrome de superhembra, también conocido como triple X, una condición genética que afecta a 1 de cada mil mujeres, y que puede generar dificultades para el aprendizaje y en el desarrollo.

Por eso y por su edad, la niña requiere el cuidado y atención las 24 horas del día, algo que para Ayda ha resultado más viable después de haber encontrado apoyo en la Secretaría de Integración Social, y el servicio de educación inclusiva que ofrecen los jardines infantiles, así como el acompañamiento y orientación en educación especial, fonoaudiología, fisioterapia y terapia ocupacional.

Para Ayda es muy importante que su hija comparta espacios con niños de su edad, sin sentir discriminación por su discapacidad. Juntas buscan derribar las barreras.

“Desde el día que mi hija ingresó al jardín infantil 'Lugar de Recreo', de la localidad de Teusaquillo, ha recibido apoyo en su progreso cognitivo y ha fortalecido el desarrollo de habilidades como alimentarse sola, tener control de esfínteres y ahora, caminar”, resalta Ayda Luisa.

“El proyecto ‘Desarrollo Integral desde la Gestación hasta la Adolescencia’ de la Secretaría de Integración Social, brinda diferentes servicios para la primera infancia, entre ellos la estrategia Entre Pares con la que se garantiza que los niños y las niñas con discapacidad y alteración en su desarrollo, participen y compartan espacios pedagógicos con sus pares sin discapacidad, minimizando la brechas de discriminación”, menciona Catalina Bejarano, educadora especial de la Subdirección Local de Barrios Unidos.

La estrategia Entre Pares garantiza la educación inclusiva de la primera infancia en escenarios de arte, juego, literatura y exploración del entorno para fortalecer las dimensiones comunicativas, corporal, artística, personal social y cognitiva de los niños y niñas con discapacidad.

El equipo de profesionales realiza un proceso de identificación para el ingreso a la educación inicial con la acogida y reconocimiento de las historias de vida de las familias de los niños y niñas con alguna discapacidad o alteración en el desarrollo con el propósito de disfrutar, crecer y gozar de sus derechos en ambientes libres de discriminación y segregación. También se adelantan acciones como lectura de cuentos, representación con títeres y actividad física, entre otras.

Actualmente, hay 630 niños y niñas con discapacidad y alteración en el desarrollo atendidos en los jardines infantiles de la Secretaría de Integración Social en toda la ciudad, con un equipo de 74 educadoras especiales, 19 profesionales del equipo de apoyo a la inclusión y 9 intérpretes que acompañan a niños y niñas sordas.

En la localidad de Barrios Unidos y Teusaquillo existen 7 jardines que cuenta con el apoyo profesional de 3 educadoras especiales que realizan el acompañamiento a 20 niños y niñas con discapacidad en estas unidades operativas.

Durante esta cuarentena Ayda no cuenta con trabajo pero ha encontrado apoyo en el jardín infantil un apoyo, gracias a la entrega de los paquetes alimentarios cada 20 días, garantizando la alimentación nutricional necesaria para ella y su hija.

Este periodo de asilamiento en casa han estrechado los lazos entre madre e hija por el trabajo y actividades pedagógicas que desarrollan semanalmente con la asesoría de sus maestras.
Además, Ayda le pone el toque de creatividad, ya que su hija es muy activa. Esta comunicadora, oriunda de San José del Palmar (Chocó), resalta el trabajo constante y orientado por el equipo de educadoras del jardín con las familias, puesto que ha podido crear, aprender y jugar, redescubriendo nuevamente la niñez junto a su hija, una oportunidad valiosa que resultó de la cuarentena.
 

 
 
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Fábrica de chocolates de joven con discapacidad espera final de cuarentena para reactivar actividades

 

 
• El emprendimiento de una joven con discapacidad y su cuidadora que quedó suspendido por cuarentena.

• Emprendieron gracias a la formación en artes y oficios que ofrece la Secretaría Distrital de Integración Social en las localidades.

Bogotá, 21 de abril de 2020. Con una tierna y muy firme voz, María Del Carmen Cano madre de Laura Ximena Vergara Cano, recuerda los momentos que marcaron su vida, y la pusieron a prueba como progenitora y cuidadora de Laura Ximena Vergara Cano quien tiene una discapacidad múltiple severa y con un pronóstico progresivo degenerativo.

En tiempos de coronavirus vuelven a estar a prueba. Son tiempos complicados y más cuando la microempresa de chocolates que crearon las dos hace algunos años ha cerrado la producción y ventas, justamente por la cuarentena.
 
Sin embargo, tienen el apoyo de la Secretaría de Integración Social con el bono de discapacidad que recibe Laura a través del proyecto ‘Una ciudad incluyente y sin barreras’.
 
 

El nacimiento de un emprendimiento

María del Carmen siempre buscó la forma de aprender junto a su hija y por eso aprovechó los programas de la Secretaría de Integración Social en la localidad de Barrios Unidos. Como cuidadora, decidió formarse en todos los talleres que se ofrecían en articulación con el SENA, tales como manualidades con materiales reciclados,  chocolatería, muñecos de navidad, entre otros.

“Además de hacer entrega de apoyo alimentario, la gestión del proyecto es enlazar a las personas con discapacidad y sus cuidadores con estrategias de gestión comunitarias en entornos educativos, recreativos, productivos”, destaca Ivonne Messier, líder del proyecto ‘Por una Ciudad Incluyente y Sin Barreras’ de la Subdirección local de Barrios Unidos.

“Cuando Laura cumplió 18 años me preguntaba cómo se iba a emplear o dónde la iban a recibir por su discapacidad múltiple, porque depende en un 100% de mí como cuidadora. Pero pensé que mi hija tenía los mismos derechos para ejercer laboralmente y de tener alternativas como cualquier otra persona”, menciona María del Carmen.

María probó con las empanadas, pero se decidió por los chocolates por consejo de una vecina. Aprovechó lo que había aprendido con los cursos de la Secretaría y contó con el apoyo de su proyecto de emprendimiento con entidades como el IPES, Ministerio del Interior, Cámara de Comercio de Bogotá, entre otras empresas que le brindaron espacios para ofrecer sus productos en diferentes ferias.

‘Tienda sin Barreras’ el delicioso sabor del chocolate

Con 28 años, Laura Ximena, dirige su propia empresa. Cuenta con el apoyo de su madre, quien es su representante y cocinera en ‘Manitas Achocolatadas’, como se llama el emprendimiento con el que ha logrado abrir puertas a otros emprendimientos de madres cuidadoras de personas con discapacidad.

El año pasado Laura participó en una convocatoria de la Fundación QUBO y la Unidad para las Victimas con Jóvenes Empresarios. De 120 emprendimientos de jóvenes entre 17 y 27 años de edad, 20 fueron seleccionados. Y ahí estaba Laura Ximena.

Los clasificados recibieron capacitación y las herramientas necesarias para presentar un proyecto innovador,  sostenible y amigable con el medio ambiente. Laura trabajó en equipo con otra joven, con quien decidió resaltar la labor de los cuidadores de las personas con discapacidad.

Elaboraron el proyecto ‘Empoderando Madres Cuidadoras’ mediante el desarrollo de la ‘Tienda Sin Barreras’,donde otras cuidadoras pueden ofrecer sus productos e iniciativas para generar recursos y avanzar con sus hijos con múltiples discapacidades.

El proyecto obtuvo el primer puesto y su propósito es crear un punto físico donde otras madres cuidadoras tengan la oportunidad de ofrecer sus productos. Esta será la meta para cuando la pandemia haya bajado su alerta. Por estos días de aislamiento, las ventas se han bajado y Laura debe cuidarse mucho más. Pero ahí está su madre, su líder y cuidadora, siempre atenta de su protección.
 

 
 
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El hogar de niños, niñas y adolescentes con discapacidad en cuarentena

 

 
Bogotá, 9 de abril de 2020.  Sin importar el día, la hora o la situación, el equipo profesional del Centro Renacer para atención de niños, niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva o múltiple, está con ellos 24 horas del día los 7 días de la semana.

Son un equipo de 63 personas, entre trabajadores sociales, sicólogos, educadores especiales, fonoaudiólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, nutricionistas, enfermeros jefe y auxiliares, profesores de música y artes plásticas, instructores y administrativos, que se convierten en la familia de los 52 chicos que hoy atiende el centro y que, como el resto de la población, está en aislamiento preventivo ante la pandemia del coronavirus.

Muchos de ellos tienen medidas de protección tras haber sido vulnerados sus derechos.

“La mayoría no tienen familia… De los 52, hay 44 que cuentan con medida de adaptabilidad, que es cuando se pierde el vínculo familiar. Entonces el representante legal es el Estado”, indicó Nancy Correa, coordinadora del Centro.

Por eso, allí reciben atención en actividades básicas cotidianas como el baño corporal, la higiene oral, y la alimentación, y hay espacio para disfrutar juntos actividades recreativas y culturales. Entre todos conforman una familia en la que se festejan los cumpleaños, se celebran los logros y se viven los duelos.

“Somos una familia y ellos, nuestros hijos. Incluso me dicen mami, pues para la mayoría esa es la figura que tienen”, señala la coordinadora.

Durante la el aislamiento obligatorio en casa, el equipo de profesionales ha fortalecido las medidas de cuidado y prevención y realiza su labor aún con más empeño.

“Hay un principio en mi vida que es la responsabilidad y aquí en Renacer tenemos una responsabilidad que trasciende lo profesional y se vuelve un propósito de vida: cuidar, proteger, garantizar los derechos de nuestra propia familia. Aquí en el servicio los chicos son mi familia y un motivador para trabajar y dar lo mejor. Eso hace que las cosas sean muchos más fáciles”, afirma Carlos Eduardo Sánchez, líder del área de educación y de la línea técnica del Centro.

Así, cada día los profesionales del Centro Renacer se convierten en los héroes y heroínas de los niños y jóvenes con discapacidad de este servicio social, y en la figura materna y paterna que no tuvieron en sus casas, por abandono, violencia y falta de recursos económicos. Ahora tienen una familia que los ama y protege diariamente.

Otros servicios para menores de 18 años con discapacidad

Para atención externa de niños, niñas y adolescentes con discapacidad, la Secretaría Distrital de Integración Social cuenta con 16 Centros Crecer, para casos de discapacidad cognitiva y 4 Centros Avanzar, para atención de discapacidad múltiple.

En esta coyuntura, la entidad continúa atendiéndolos de manera virtual, a través de guías en casa y con el acompañamiento permanente de los profesionales para que sus procesos de desarrollo de talentos, capacidades y potencialidades no se detengan durante esta emergencia.

Durante el tiempo en que no ha habido atención presencial, las familias de los beneficiarios han recibido paquetes alimentarios para suplir la atención nutricional que se ofrece en los centros.
 
“Prestamos el servicio con voluntad, de corazón, con compromiso absoluto por estos niños”
Nancy Correa, coordinadora del Centro Renacer
Para la atención integral de niños, niñas y adolescentes con discapacidad.
 

 
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Niños, niñas y adolescentes con discapacidad, atendidos también en cuarentena

 

 
Bogotá, 31 de marzo de 2020. Samantha Sinducue y sus 49 compañeros y compañeras del Centro Crecer de Puente Aranda se quedan en casa acompañados por sus familias como medida preventiva ante el riesgo de contagio de Covid 19.

Dada la situación, el Centro Crecer Puente Aranda, igual que la mayoría de unidades operativas de la Secretaria Distrital de Integración Social que atendían de manera presencial, transformó su forma de operación para dar continuidad a la prestación de los servicios sociales de manera no presencial.

Así las cosas, se diseñó una estrategia de acompañamiento permanente para que el equipo de profesionales del Centro Crecer, que ofrece atención integral para niños, niñas y adolescentes con discapacidad, haga seguimiento telefónico a las familias vinculadas al servicio, confirmando el estado nutricional de los usuarios y ofreciendo asesorías sobre el estado emocional de los niños y sus familias.

Además, desarrolla un proceso pedagógico de manera virtual con con actividades en casa que refuerzan temas de autocuidado, promoción de hábitos de vida saludables, rutinas y actividades que buscan fortalecer el reencuentro en familia.

“A través de llamadas, los profesionales están pendientes de los niños y niñas. A pesar de todo lo que está pasando, no han descuidado su labor como maestros, y me parece bien, pues me siento respaldada ante las necesidades especiales que cada uno tiene”, afirma Flor Mariela Rubio Pinzón, madre de Samantha Sinducue.

Transformar la prestación del servicio en respuesta a la situación actual ha sido la prioridad del equipo profesional de este y los otros 16 Centros Crecer de la ciudad.

“La estrategia está diseñada siguiendo el plan de trabajo para la prestación del servicio en los Centro Crecer. La idea del acompañamiento telefónico es apoyar a las familias, acompañarlos y orientarlos favorablemente para en casa sigan fortaleciendo las habilidades de cada uno de sus hijos y, así mismo, ir orientando su proyecto de vida”, resalta Natalia Africano, líder del Centro Crecer Puente Aranda.

Esa unidad operativa, a través de sus diez profesionales, continúa con la prestación de su servicio con el amor y calidez de siempre y aunque a puerta cerrada, hoy más que nunca está incidiendo en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes de Bogotá y afirmando, con su actitud que 'Todo Saldrá Bien'.
    

 
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