Bogotá, diciembre 9 de 2019. Venir en contra de la propia voluntad a una ciudad extraña, sufrir el abandono de la familia, huir por amenazas o escapar del maltrato, vivir las consecuencias de malas decisiones y buscar recuperarse, estar rodeado de una familia y no poderles brindar un atuendo apropiado contra el frío, son muchas de las situaciones que Claudia Milena Upegui, servidora de la Subdirección Local de las localidades de Santa Fe y La Candelaria, ha podido escuchar y presenciar, por parte de quienes buscan acceder a los servicios sociales, que brinda la entidad.

Claudia Milena, madre de una adolescente, en medio del cumplimiento de sus labores administrativas, desde el área de contratación, no podía dejar de pensar en las múltiples historias de cada ciudadano y ciudadana en situación de vulnerabilidad. Aún, conociendo sobre la oferta de proyectos y servicios que la entidad presenta a la población más vulnerable, pensaba en la oportunidad de ofrecer una 'ayuda extra'.

 

 

 

“Veía a la gente que solicitaba los servicios de Integración Social, sin sacos y sin zapatos. Vi a muchos faltos de ropa, entre ellos migrantes venezolanos y muchos niños. Obtuve la autorización de la subdirección local y empecé a dialogar con los referentes (servidores responsables de los servicios sociales), recomendándoles ese tipo de casos. Se creó un espacio y gracias a las compañeras y compañeros funcionarios, y a la gente que ha visto la necesidad, me empezaron a traer ropa nueva y usada, en buen estado y esto ha sido de gran ayuda para ellos”, comentó Milena Upegui, al referirse a la creación de ‘La Boutique’.

Todavía recuerda el primer caso que tuvo la oportunidad de gestionar y que resultó en recibir la donación de una silla de ruedas, elementos de aseo, útiles escolares y ropa, para una mujer con el síndrome de 'Guillain-Barré', madre de una menor de edad, quien venía a reclamar un bono canjeable por alimentos del proyecto ‘Bogotá te nutre’, residiendo en una zona muy precaria de la localidad. Así nació ‘La Boutique’.

Al indagar sobre el origen de tan particular nombre para este emprendimiento social, Milena respondió: “le puse ‘Boutique al día’, porque es algo bonito y glamuroso y para darle sentido a lo que hacemos, pues es una labor diaria. Casi todos los días reciben ayuda entre tres y cuatro personas, y a veces familias enteras”.

Finalmente, Claudia Milena resalta el impacto que ha tenido esta idea en su vida, y en la vida de sus compañeros y compañeras de trabajo.

“Es una cosa que creció a tal punto, que en oportunidades hemos surtido con ropa las campañas que realizan en el sector, con habitantes de calle, los 'Ángeles Azules'. La gente se ha sensibilizado mucho, hay funcionarios que no sólo traen lo usado, también traen cosas nuevas y no sólo ropa, por ejemplo: utensilios de cocina, sábanas y cobijas. Además, se ha generado la conciencia de: lo que a mí no me sirve, a ti si te sirve. Para todo hay, y aquí la gente necesita lo más mínimo”, sentenció con esa tranquilidad que tienen los que viven para servir.