• El ‘Día grande’ o ‘Fiesta del perdón’ le brinda a esta comunidad la posibilidad de conservar las tradiciones de su pueblo, ubicado en Putumayo.
• 584 personas de la comunidad Inga participan de los servicios sociales de la Secretaría de Integración Social, durante el último año.
Bogotá, D.C., febrero 16 de 2024. A Pesar de los miles de kilómetros que los separan de su pueblo de origen, en el Putumayo, los miembros del pueblo Inga, y ahora residentes de Bogotá, conservan sus tradiciones, identidad y espíritu alegre.
Liderados por el cabildo mayor, celebraron un año más de vida o el Atum Puncha, una ceremonia para festejar el inicio de año nuevo con identidad y alegría y denominada la “fiesta del perdón” que les permite la posibilidad de conservar las tradiciones de su pueblo.
“El Atum Puncha es el día grande para nuestro pueblo no solo aquí en Bogotá, en todo lado donde viven los Inga celebramos un año más de vida con danzas, con música y con versos, todos en lengua materna, donde agradecemos a nuestros padres, al creador, a nuestros taitas y a nuestros médicos sabedores por permitirnos estar un año más”, expresó la gobernadora del cabildo, Leidy Agreda Chasoy.
Además, la gobernadora calificó como muy fructífero el apoyo que la Secretaría Distrital de Integración Social les brinda a las familias de su comunidad residente en Bogotá. “Nuestros beneficiarios reciben un gran apoyo, desde la canasta de acuerdo con el tipo de familias: tipo A, tipo B y Tipo C que son satisfactorias y estamos buscando que otras entidades conozcan el proceso indígena y que sea un tema de enfoque diferencial también”.
En cifras
Durante el último año, 584 personas de la comunidad Inga participaron de los servicios sociales de Integración Social, de los cuales 176 fueron niños, niñas y adolescentes; 380 adultos y 28 personas mayores.
Así mismo, 485 vinculadas con el cabildo y residentes en la localidad de Santa Fe, fueron beneficiadas con la canasta alimentaria indígena a cargo de la dirección de Nutrición y Abastecimiento, y 5 más reciben una ración de comida caliente en comedores comunitarios.
40 niños y niñas entre los 0 y los 5 años recibieron atención integral en jardines infantiles, 31 jóvenes entre 13 y 28 años participaron de los servicios de la casa de la juventud y 5 más hicieron parte de Parceros por Bogotá.
Desde la Subdirección para la Vejez, 22 personas mayores de la población Inga recibieron apoyos económicos, 7 personas mayores participaron en los centros día y noche, 24 jóvenes y adultos se vincularon con las acciones de fortalecimiento de capacidades de los centros de desarrollo comunitario.
Finalmente, tres mujeres gestantes Ingas, así como 2 niñas menores de dos años se beneficiaron del servicio Creciendo Juntos y de la estrategia 1.000 días de oportunidades para la vida.
