Bogotá, mayo 8 de 2018. Solo fue ver materiales infantiles como pinturas, lienzos, escobas y traperos, para proceder a utilizarlos sin ninguna técnica, tras sumergir sus manos, sus pies o cualquier otra parte de sus cuerpos y plasmar así, lo que puede ser la historia de futuros artistas. La pintura como desarrollo sensorial, expresión corporal, ternura y libertad es un canal de juego e imaginación.
Todo parecía como si fuera un simple juego de niños. Pero no, era el descubrimiento de un mundo lleno de colores, formas, trazos e imaginación que simbolizan sentimientos y experiencias a través de la pintura.
Los futuros artistas, quienes lograron desarrollar imágenes en 6 lienzos, de 180 de ancho por 220 centímetros de largo, hacen parte del grupo de niños y niñas beneficiarias del jardín infantil ‘Principito’ de la Secretaría Social y ubicado en la localidad de Rafael Uribe. La experiencia como evento que transforma el ser, el cuerpo y la vida involucró a los docentes como motivadores del ejercicio, quienes lograron un total acercamiento y empoderamiento de los padres y madres hacia el reconocimiento de lo que significa el jardín infantil para sus hijos e hijas y lo que les ha aportado para su desarrollo y potenciamiento de habilidades sociales afectivas y motoras y de forma directa el fortalecimiento de las relaciones afectivas en familia. Para Hilda Domínguez Guzmán, coordinadora del jardín, “se trató de una exploración pictórica relacionada con los temas abordados por las y los docente al interior de sus aulas, como una experiencia que denominamos: “Hilando Vidas”, que nos permite a través de la pintura, estimular la comunicación, la creatividad, la sensibilidad y aumenta la capacidad de concentración y expresión de los niños”. Por medio de vinilos no tóxicos de distintos colores, traperos y escobas infantiles, los niños pintaron a partir de sus cuerpos, sus caras y sus pies, como herramientas que iban dando el diseño sobe la tela y al contacto con estos elementos. Fue así como los beneficiarios de la sala materna se les trabajó sobre la experiencia sensorial, los niños y niñas de caminadores sobre la expresión corporal, los párvulos sobre la ternura y la libertad y los de prejardín el auto cuidado como temática. “La experiencia tuvo como base el trabajo de artistas que abordaron la pintura a partir del cuerpo, permitiendo la potenciación del gesto y su fuerza expresiva. Este gesto en los niños y las niñas posee una fuerza dinámica y espacial, por ello el trabajo de artistas como Jackson Pollock quien dentro de su proceso creativo empleó la pintura de acción y el dripping (modalidad de pintura abstracta) y Antoni Tapies, quien abordó materiales y herramientas inusuales de trabajo. Hicieron de la experiencia creativa un acto netamente corpóreo y no fundamentado en la forma de los materiales y unas acciones que los diferencian unos de otros, valorando cada momento del desarrollo”, dijo la coordinadora. Hoy las pinturas de propiedad de la institución y que hacen parte de la historia cultural de la SDIS, quedan a la espera de ser expuestas en una vitrina distrital, donde expertos y no expertos conozcan la experiencia pictórica de los niños y niñas, quienes plasmaron el disfrute de sus emociones e ideas. De igual forma seguir con la motivación de los niños a la pintura y llevarlos a visitar exposiciones de diferentes pintores, con el fin de complementar el ideal de la ‘Bogotá Mejor Para Todos’, como es el lograr cada día más niños y niñas felices. |
Facebook
Twitter
|
- Infancia y Adolescencia