Bogotá, junio 14 de 2017. Caminando por la zona verde del Centro de Protección Social, ‘Bosque Popular’, de Integración Social, Marcelino Cantillo recuerda, con un balón en sus manos, sus gambetas y velocidad, las cuales caracterizaron su juego por la punta izquierda cuando militó en el club ‘Samarios’ (hoy Unión Magdalena).

“Fue en el año 1952. Tenía 17 años cuando los profes se fijaron en mí. Mi velocidad y regate con el balón llamarón la atención. Fue así como me promovieron de la tercera división al primer equipo”, cuenta Marcelino a quien le decían cariñosamente ‘Machi’.

Tras dos meses de práctica Marcelino fue incluido en la nómina del equipo titular que viajó a enfrentar al encopetado Millonarios. “Cuando me dijeron que viajaba a Bogotá, no la creía, me dieron nervios. Me fui a mi casa y aún emocionado les conté a mis viejos la noticia, me dieron su bendición, alisté mi indumentaria y viajamos”, recuerda ‘Machi’.

Para Marcelino todo estaba dado porque llegó el sábado y el delantero titular, el húngaro Zsengellér Gyula, se lesionó y fue allí cuando debutó oficialmente en el fútbol profesional colombiano enfrentando a jugadores de la talla de Cozzi, Rossi y Pini, Di Stéfano, y Pedernera. Samarios se impuso 2-3 con un hat-trick del ‘Machi’.

Pero la suerte no lo acompañó en el partido siguiente frente al Cúcuta. Recibió una fuerte patada que no solo lo sacó del partido sino acabó con su carrera, al destruir su rodilla.

Marcelino cuenta que tras su efímero paso por el fútbol y después de haber sido chef de los mejores hoteles de Santa Marta, e incursionar en otros oficios decidió trasladarse a Bogotá. “Yo veía falta de afecto de algunos familiares y no quería ser carga para nadie”, asegura el viejo.

Con pocos recursos y trabajando en lo que podía Marcelino fue recibido de manera temporal por unos vecinos en el barrio El Ricaurte. Allí le daban el desayuno y la comida. Para almorzar Marcelino empezó a ir a un ‘Centro Día’ y fue allí donde le hablaron del Centro de Protección Social Bosque Popular, su hogar de hoy.

“Yo llegué aquí hace unos años y he recibido el afecto y el cariño que no tuve por parte de algunos seres queridos”. Para este admirador de Carlos ‘El Pibe’ Valderrama y Lionel Messi la atención de los profesionales del centro ha sido vital para tener unos últimos días felices.
Hoy, con 73 años de edad, Marcelino, junto con un centenar de personas mayores como él, disfrutan de un lugar amplio, realizando diferentes actividades que ocupan su tiempo libre y enriquecen su alma y espíritu goleando la indiferencia del pasado.
En la actualidad el Distrito cuenta con 17 Centros de Protección Social, de los cuales 2 de ellos son operados directamente por la Secretaría de Integración Social y 15 tercerizados.