- En el Centro Día Tejedores de Sueños de Ciudad Bolívar, Rosa Delia Morales fortalece la técnica de pintura y explorar diferentes técnicas a la hora de plasmar sus pensamientos en el óleo.
- Medio ambiente, reciclaje en casa y felicidad son los mensajes que Rosa Delia transmite en sus labores diarias.
Bogotá, D.C., julio 11 de 2022. Rosa Delia Morales tiene talento en la pintura de retratos y paisajes, ella ha fortalecido y mejorado su técnica gracias al acompañamiento y formación que recibió en el Centro Día Tejedores de Sueños de la localidad de Ciudad Bolívar, lugar en donde ha pintado varios cuadros que hicieron parte de exposiciones y muestras artística en la localidad.
Rosa Delia, nacida en el municipio de Apulo (Cundinamarca), llegó a Bogotá cuando tenía seis años de edad. Trabajó en diferentes plazas de mercado vendiendo tamales, rellenas y envueltos de mazorca. También en una fábrica de tejidos y planchando ropa. Con esfuerzo y dedicación sacó adelante a sus cinco hijos, con los que ha compartido parte de su vida en el barrio Jerusalén de la localidad de Ciudad Bolívar.
Su proactividad y las ganas de aprender no le han impedido lograr nuevos retos personales. Como buena internauta, como ella misma menciona, ‘cacharreando’ y navegando en internet, encontró videos que le enseñaron a realizar arreglos florales, navideños, tarjetas y decoraciones para neveras, utilizando elementos de material reciclable como: botellas plásticas, cartón y cucharas desechables.
Enseñanzas que le permitieron llevar a la práctica la producción de lindos motivos que empezó a vender en la calle, logrando ingresos económicos para su familia y ayudar a la preservación del medio ambiente a través de la buena utilización de los elementos.
Rosa llegó al Centro Día Tejedores de Sueños de la Secretaría Distrital de Integración Social hace ya algún tiempo, lugar en donde se ha vinculado a los talleres, actividades deportivas y culturales, permitiéndole fortalecer habilidades artísticas, despejar la mente, confiar en ella misma, aprender hablar en público y transformar imaginarios sobre su vejez.
“Acá, en Centro Día aprendí a defenderme, a expresarme, hablar, bailar, aprendí hacer muchas cosas que no sabía. Me siento contenta, satisfecha con esto porque he aprendido que la vida es todo, nos han enseñado a valorarnos porque somos personas mayores de edad, valemos mucho y que nosotros podemos salir adelante”, relató Rosa Adelia Morales.
El interés por aprender más llevó a Rosa a vincularse al taller local de pintura, espacio que le permitió explorar diferentes técnicas a la hora de plasmar sus pensamientos en el óleo. Hoy pinta paisajes y escenarios que reflejan la juventud y el paso por la vejez, una etapa de la vida que se disfruta con la misma emoción como si tuviera 15 o 20 años de edad.
“Rosa Delia Morales en la actividad de pintura se ha desenvuelto muy bien, caracterizándose por su compromiso y dedicación a este arte, además de romper las barreras de la timidez, el cual es muy notorio desde el ingreso al servicio, es una mujer muy talentosa y empoderada de su quehacer artístico y social”, afirmó Yeison Rodríguez, artista del Centro Día Tejedores de Sueños.
Para Rosa, que en los últimos meses se ha visto afectada por la Artritis, que le han reducido la fuerza y movimiento en sus manos, no ha sido impedimento para continuar haciendo sus figuras y decoraciones; manipular el bisturí, doblar el plástico de las botellas y armar objetos han sido un reto personal que asume con muchas ganas.
Ella agradece a los profesores del Centro Día que la motivaron a dejar el miedo e integrarse, compartir con otras personas, salir de la rutina y olvidar el afán de cada día.
Rosa ahora les enseña a sus nietos e hijos cómo reutilizar las botellas de plástico y los cartones para crear artesanías. También los concientiza sobre el cuidado con el medio ambiente, y les explica la necesidad de seleccionar materiales reciclables.
Desde Ciudad Bolívar se continúa trabajando por las personas mayores para que disfruten de una vejez digna, a través del acceso a los servicios que brinda la Secretaría Distrital de Integración Social, donde las oportunidades y los aprendizajes permitan eliminar barreras y estereotipos sobre la vejez.
