Bogotá, septiembre 6 de 2019. Con trucos de magia, canciones y bailes los niños y las niñas celebraron la reapertura y remodelación del Centro Proteger ‘Álvaro López Pardo’, un lugar que se ha convertido en un hogar lleno de amor, enseñanzas y protección,para un grupo de pequeños, quienes se encuentran en proceso de restablecimiento de sus derechos. Sus risas, son como música que inunda cada espacio de la edificación.

En el Centro Proteger los niños y niñas reciben todo lo necesario para su desarrollo físico, intelectual y emocional mientras sus familias asumen y cumplen los compromisos necesarios para que puedan volver a sus propios hogares.

Adriana del Pilar Silva, coordinadora hace tres años del Centro Proteger ‘Álvaro López Pardo’, afirma, “este centro es maravilloso porque los niños aportan toda la luz y el amor que necesitamos. Nosotros tenemos la oportunidad grandiosa de transformar sus realidades, de devolverles la sonrisa que de pronto en sus hogares les fue arrebatada, pero vemos en cada actividad que realizamos cómo ellos disfrutan y vuelven a sentir esa alegría de ser niños”.

Como profesional Adriana comenta que lo mejor es "el trabajo en equipo que podemos hacer desde las diferentes áreas, pedagogía, terapia ocupacional, psicología, trabajo social y desde cada una ver cómo se aporta tanto a ese niño que está aquí como a su familia y se cambian realidades allá afuera en los entornos sociales, sus barrios y demás”.

Y reconoce que, “lo más difícil es enfrentar esas realidades con las que ellos vienen. Todas esas problemáticas familiares de violencia, de abuso, de abandono y eso nos hace tratarlos con mucho más amor para revertir todo eso”.

Sobre la importancia de la existencia de este servicio que presta la Secretaría Distrital de Integración Social para los niños y niñas vulnerables del Distrito, indica que, “este servicio es primordial porque es lo que hace que en nuestra sociedad se puedan transformar esas situaciones difíciles en cosas positivas para estos niños y que se creen generaciones que realmente aporten al país y se transforme toda la vida social”.

Ella también está feliz con la nueva cara del Centro Proteger, dice que, “la remodelación es algo fantástico, cada uno le ha aportado un granito en la decoración, en los espacios, que sean vivos, que sean lúdicos para los niños y es hermoso ver que ellos pueden disfrutar de sus camas que son totalmente cómodas, de unos baños totalmente hermosos y aptos para lo que ellos lo necesitan”.

Adriana invita a las familia que deben pasar por procesos de restablecimiento de derechos de sus pequeños a que "NO tengan temor de llegar acá. Sí, de pronto es un proceso que a veces puede ser un poco difícil es en pro de mejorar sus condiciones emocionales, familiares, incluso hasta sociales porque nosotros lo que buscamos es que ellos tengan todas las condiciones para que los niños regresen a un hogar que realmente sea seguro cómodo para ellos, donde ellos realmente puedan vivir una vida familiar funcional".

Mario Triana es el tío de una de las pequeñas que se encuentran en el Centro Proteger. Él está hace seis meses en el proceso de reintegro de su sobrina al seno familiar. Comenta que está muy agradecido con el centro y con la labor del equipo profesional y afirma que, “los niños en este lugar son muy bien tenidos desde su comida hasta su cuestión psicológica, salud etc. Por ende es importante que los papás que estén en este proceso, pues sigan y lo hagan de la mejor manera”.

Añade que, “el acompañamiento profesional es bastante innovador en el sentido en que todo el día están con una persona encargada. Los niños nunca están solos, en términos psicológicos acá hay una psicóloga todo el día, entonces los niños están en constante acompañamiento”.

Acerca de la remodelación del Centro Proteger,  él piensa que, “es bastante importante porque tú sabes que tu casa refleja lo que tú eres y por ende un niño que esté dentro de un lugar que no le guste, aislado de sus padres, pues es un lugar que no cumple con las necesidades de ellos. Por eso remodelar, un color más claro, un espacio más amplio, un lugar de juegos, unas camas más cómodas, etc, pues hacen que los niños, adicional de estar cómodos, pues se sientan en verdad como en casa”. Mario invita a los profesionales que hacen parte del talento humano del remodelado ‘Álvaro López Pardo’, a que  “sigan en su trabajo constante para que ningún niño, acá en Bogotá, sea vulnerado en sus derechos”.

Los pequeños también dejan oír su voz. *Paula tiene 8 años, y vive en Centro Proteger desde hace unos meses. Ella dice que, “el centro quedó bonito, me gusta la decoración que hicieron. Me gusta que aprendemos a coser y a hacer manillas, mi cuarto me parece bonito”. Y añade: “los profes me han enseñado muchas cosas”. Con alegría comparte que desde en el Centro han tenido muchas salidas, “me llevaron a pasear a Cafam Melgar, y a Mundo Aventura”.

*Laura tiene 7 años. Sobre lo que más le ha gustado del centro afirma, “me gusta la sala de juego y la piñata. Me parece chévere salir al parque con ellos (los profes), he salido a Mundo Aventura y a tierra caliente”. 

 

* Nombres cambiados para proteger la identidad de los menores.

---