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La Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS) genera espacios de inclusión para las cuidadoras y cuidadores de personas con discapacidad, así mismo valora el trabajo incansable que realizan, una tarea que requiere una entrega de 24 horas, siete días a la semana.
Bogotá 26 de agosto de 2021. Ana Fabiola Hernández es una de las cuidadoras beneficiarias del bono de discapacidad y de las actividades lúdicas programadas por la Secretaría Distrital de Integración Social en la localidad de Fontibón. Ella acude en compañía de su hija Evelyn de 12 años que tiene una parálisis cerebral desde nacimiento.
Años atrás, tocando puertas, Ana Fabiola se enteró del apoyo que podría recibir por parte de Integración Social estando vinculada a los servicios que ofrece la entidad, fue así como encontró un espacio integral para su hija. Ella, como cuidadora, también recibió oferta de servicios y actividades de respiro que resaltan y valoran la labor de los cuidadores y cuidadoras de personas con discapacidad.
Sonia Melo, referente de discapacidad de la localidad de Fontibón resalta la labor de estas personas cuidadoras, ella destaca que, “estos hombres y mujeres son aquellos que dedican el cuidado a personas con discapacidad 24 horas, 7 días a la semana, desde la Secretaría Distrital de Integración Social realizamos un reconocimiento especial porque esta es una población que no se había visibilizado desde ningún espacio por eso lo estamos haciendo ahora”.
Ana Fabiola como madre cabeza de hogar, aunque no se hace cargo económicamente de su familia, si se considera un pilar fundamental de su casa. “Así no esté aportando económicamente, si fomento la moral y todas las fortalezas para que todos al interior del hogar seamos felices y convivamos bien”, destaca Ana, quien dedica todo su tiempo al cuidado de su hija, dejando atrás oportunidades laborales.
Desde el Centro Crecer de la localidad de Fontibón se realiza un acompañamiento ermanente a los beneficiarios con la entrega de bonos canjeables por alimentos, así como los servicios integrales a través de los profesionales en piscología, terapeutas entre otros. De la misma manera, ofrecen acompañamiento a cuidadores y cuidadoras de personas con discapacidad brindándoles espacios de respiro y relevo que permitan ofrecer acciones diferentes a las acostumbradas en casa.
Ana Fabiola es una mamá estricta, pero amorosa. Ha conseguido que su niña psicológica y físicamente viva sus propios límites para que se defienda en algún momento de la vida, desarrollando así un proceso que ha sido integral, de la mano de su mamá, su hermana y su padre.
Fabiola, tiene una hija mayor que en compañía de su nieto de 3 años, comparten todo el amor y cariño con Evelyn. “Yo cuido a mi hija con discapacidad y a mi nieto, el pequeño ha aprendido a quererme mucho y a Evelyn quien la ayuda con sus actividades que permiten su estimulación psicológica”, cuenta.
Julieth Rodríguez, hija mayor de Ana Fabiola resalta la labor que hace su madre con su hermanita y su hijo pues admira la entrega de ella como cuidadora y valora la unión familiar que tienen. “Todo gira en torno al amor que se le entrega a una persona con discapacidad, es decir, a mi hermana, porque lo hace ver la vida y el mundo de otra manera, hay personas mas vulnerables que necesitan del amor y 100% de la atención de nosotros” destaca.
Así como Fabiola son muchas personas cuidadoras y cuidadores quienes aprovechan las actividades de respiro que se ofrecen desde el Sistema Distrital de Cuidado y las Manzanas del Cuidado, esta vez desde la Subdirección Local de Fontibón, lugar que les ha permitido sentirse reconfortada, distraerse, recargarse y aprovechar el tiempo libre para ellas y ellos.
