- Su inmensa bondad y solidaridad hacen que no sólo cuide de sus dos hijos, sino que ayude a las familias que tienen hijos con alguna discapacidad, apoyándolos e incentivándoles al desarrollo sus talentos y habilidades.
- Actualmente, se ha convertido en una gran dinamizadora de la Estrategia Territorial del proyecto de Discapacidad de la Subdirección Local para la Integración Social de San Cristóbal.
Bogotá, D.C., octubre 25 de 2022. “Un niño con discapacidad es un diamante, una piedra preciosa que, por el lado que se le pula y lo brilles, es un diamante más visible, por eso es importante nuestra labor como cuidadoras para no negarles a ellos vivir”, son las palabras de Odry María, madre de dos niños con discapacidad, una líder social y gran dinamizadora del proyecto de Discapacidad de la Subdirección local de Integración Social de San Cristóbal.
Odry María Forero Rodríguez es bachiller con un diplomado de liderazgo social, y en pared cuelga el reconocimiento como Cuidadora Experta de la Universidad del Rosario y del Instituto Roosevelt. Esposa de Edwin García Barragán y madre de Samuel y Jefferson, niños con discapacidades físicas., cognitiva y auditiva, respectivamente
“Gracias a Dios, he dado con personas idóneas, porque al principio fui mamá inexperta, aquella mamá que no permitía que sus hijos salieran por el temor a que se cayeran o a que no se amarraran los zapatos. Ahora entendí, que así no se amarren los zapatos, ellos también tienen derecho a vivir. Así no se apunten bien la chaqueta, no importa, esto en sí, son pequeñas cositas, debemos ser un ejemplo para que vean que no es discapacidad sino capacidad de hacer las cosas, de no negarles a ellos vivir, salir, conocer y crecer”, resalta Odry.
Gracias al apoyo de su esposo, esta madre se ha enfocado en la educación de sus hijos, a sus terapias y a cirugías con grandes avances.” A Samuel y Jefferson, el Distrito les abrió las puertas del colegio Los Alpes y están en séptimo y noveno grado con inclusión. El avance es grande, Jefferson acabo de ganar en atletismo su primera medalla de bronce en los primeros Juegos Distritales de la Juventud, donde se repartieron 1.509 medallas, una de ellas para mi hijo y que para mí es oro”, menciona con orgullo esta lideresa.
Agrega que “Samuel acabó de presentar pruebas en rendimiento paralímpico y ya lo acogieron. Estamos en busca de un diez, pero hemos llegado a seis y ese puntaje para mi es la gloria”.
Los resultados deportivos de Jefferson son positivos, como lo resalta Miller Figueroa entrenador de semilleros de la jornada escolar complementaria del Instituto de Recreación y Deporte. “El proceso ha sido de dedicación y disciplina, lo que ha permitido desarrollar sus capacidades motrices, que por su discapacidad cognitiva nos ha llevado a partir de ahí, para que aprenda a saltar y correr. La idea es que primero pase de un proceso a otro y llegue a desarrollar un alto rendimiento, claro está, teniendo en cuenta las limitaciones funcionales que se manejan en el deporte paralímpico”.
Los avances son grandes, pues con 14 años comenzó a trabajar como si fuera un niño de 5 a 6, y a partir de ahí desarrollamos sus capacitadores motrices y seguimos en ese proceso, lo que nos ha permitido avanzar en un 40 a 50 por ciento”, destaca Miller.
El ángel de muchas vidas
No solo aprendió a ser mamá cuidadora, sino una gran dinamizadora del proyecto de discapacidad de la Subdirección local de Integración Social de San Cristóbal. “No es solo querer que mis hijos salgan adelante, también los hijos de las otras mamitas en condición de discapacidad”, resalta Odry.
Lidera un grupo de cuidadoras de la Unidad de Planeación Zonal (UPZ) La Gloria, conocida como el grupo 13 de San Cristóbal, conformado por 50 personas y otro de más de 200 de la Fundación AL ZUES, también de la localidad. Se reúne una vez al mes para trabajar con niños de 18 años, que no se pueden ubicar laboralmente ni estudiar con quienes hacen ejercicios y bailan, esto último, lo que más les gusta.
“He venido trabajando con mi comunidad como líder social desde entender las discapacidades de mis hijos y de las demás personas. Saber que detrás de una persona con discapacidad hay una familia, una cuidadora; comprender a las madres de la tercera edad que son las que llevan años en el cuidado de sus hijitos, y aquellas mamitas que comienzan con sus primeros diagnósticos”, anota esta líder social.
Se destaca igualmente su benevolencia a la hora de realizar gestiones institucionales, pues para ella se puede ayudar sin necesidad de que haya dinero de por medio y recuerda con beneplácito los recorridos realizados por los colegios distritales con un programa de Eco Terapia Arte. “Hablarles a los papas, decirles, motivarlos, enseñarles a brillar con sus hijos, eso es bueno”, concluye Odry.
Tras considerar su trabajo con la Subdirección Local como excelente afirma que “aunque no lo crean, es calidad de vida el saber que no me tengo que preocupar porque ya sé que necesitan mis hijos como deportistas de alto rendimiento, me encanta el trabajo de líder, porque muchas veces yo necesite que alguien me entendiera, que me diera la mano y gracias a Dios me la brindaron y siempre hubo una persona que me dijo adelante. Para mí han sido como ángeles y que rico ser ángel en la vida de alguien”.
