• Actualmente, es uno de los participantes de los Centro Crecer, espacios que ofrecen distintos servicios a niñas, niños y adolescentes entre los 6 y los 17 años que tengan discapacidad cognitiva no psicosocial.
• “Jerónimo tiene la facultad de enseñarnos a nosotros como docentes a salir adelante a pesar de las dificultades. Él siempre nos brinda una sonrisa sin importar su estado de ánimo”, afirma Johanna, responsable de Centro Crecer ‘Sin Límites’.
Bogotá, D.C., 20 de octubre de 2023. Desde hace seis meses, Jerónimo Ramírez Mendoza, hace parte de la familia del Centro Crecer ‘Sin Límites Pardo Rubio’. Es un niño que presenta un trastorno del neuro desarrollo con una alteración el área motora y del lenguaje; no obstante, este diagnóstico no ha impedido que avance cada día en sus habilidades sociales y físicas. Su madre, quien es el pilar de su vida, también cuenta cómo Jerónimo la ha fortalecido en todos los aspectos de su vida.
Julieth Mendoza, madre de “Jero”, como lo llama cariñosamente ella y todas las personas en el Centro Crecer ‘Sin Límites Pardo rubio’, es muy honesta cuando se refiere a lo que ha sido vivir con la condición de su pequeño hijo.
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“Cuando me enteré de ese diagnóstico me dio muy duro porque, en medio de la ignorancia, uno cree que se acabó el mundo. Creemos que no van a salir adelante, que no van a cumplir sus sueños, sin embargo, gracias al Centro Crecer aprendemos que lo que ellos se propongan lo pueden lograr, de acuerdo a sus capacidades”, afirma la madre de Jerónimo.
Señala que cuando el niño ingresó al Centro Crecer fue complejo, pues, dependía casi en su totalidad de ella y, por su parte, ella no quería separarse de su lado. “Ahora me siento muy bien. Ya empezó a independizarse; él se va y se regresa solo en la ruta, comparte ocho horas con otros compañeros, asiste a terapia y va al colegio”.
Por su parte, Johanna Zambrano, responsable de Centro Crecer ‘Sin Límites’, comenta que el servicio está apalancando con el colegio Campestre Monteverde, de la localidad de Chapinero, en su proceso de inclusión educativa, asistiendo en la modalidad de contrajornada.
“Hemos visto avances significativos en el área social con sus pares y el desarrollo de habilidades blandas y creativas dentro de los procesos que se llevan a cabo en ‘Sin Límites Pardo Rubio’. Jero es un líder innato, sin importar el entorno, puede ser un escenario recreativo, cultural o deportivo”, señala la profesional.
Y es que, para Julieth, madre de Jerónimo, es satisfactorio el trato que su hijo recibe en el servicio, “el hecho de que los profesores traten bien a nuestros niños que requieren mucha paciencia y cuidado, hablan muy bien de ellos. Son unos ángeles”.
“A mí me gustan las cosas saludables que me dan. Me gusta colorear, me gusta visitar, jugar divertirme” son las palabras que Jero expresa, cuando se le pregunta qué le gusta del Centro Crecer. Y en esa misma frase, el niño, con un gesto de ternura, finaliza diciendo: “Te amo mucho, Johannita”, al referirse a la responsable de Centro Crecer ‘Sin Límites’.
Julieth Mendoza, la eterna acompañante de Jero, termina con una gran reflexión: “Tener un hijo con discapacidad te permite ver la vida con otros ojos. Podemos lograr todo lo que nos proponemos, independiente de los obstáculos y los diagnósticos médicos. Se nos puede bajar la nota, pero en realidad cada niño es una oportunidad de ser feliz.
