• Samuel, a sus 10 años, ha enfrentado y superado desafiantes diagnósticos médicos, mostrando una impresionante capacidad para realizar diversas actividades y disfrutar de la vida como cualquier otro niño de su edad.
• Actualmente, Samuel cuenta con el apoyo de bono canjeable por alimentos, y Leyla, su madre, recibe formación en el Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS).
Bogotá, D.C., junio 13 de 2024. A Samuel, con 10 años de edad, nada le queda grande. Él mismo asegura que le gusta hacer de todo: “A mí me gusta cantar, jugar, divertirme, cocinar y jugar fútbol, hacer de todo”.
Es sonriente, de buen genio y muy activo, Samuel no se queda quieto, corre, monta bicicleta, hace volteretas por los aires y hasta se para de cabeza, actividades que parecen muy comunes en cualquier niño de su edad, pero para Samuel representa más que un simple reto.
Él es un sobreviviente que superó los más desalentadores pronósticos médicos. A pocos meses de su nacimiento, le diagnosticaron una malformación en la mandíbula y focomelia, una alteración morfológica que se manifiesta en la ausencia de huesos y músculos en las extremidades superiores y/o inferiores. La noticia cayó como un balde de agua fría, pero ni Leyla, su mamá, ni el resto de la familia estaban dispuestos a rendirse. Por el contrario, estaban determinados a explorar todas las opciones para ayudar a su hijo.
Así, encontraron los servicios de la Secretaría de Integración Social Leyla recuerda: "Tuve la oportunidad de conocer a Integración Social por el nacimiento de mi hijo. En ese momento sentía un desconsuelo muy grande al no saber cómo iba a ser el futuro de mi niño, y cuando llegué allí me brindaron apoyo, ayuda económica y orientación sobre la discapacidad de mi hijo".
Samuel se ha sometido a cuatro cirugías de reconstrucción maxilar en el Instituto Roosevelt, y está a la espera de una nueva intervención quirúrgica para seguir mejorando su calidad de vida. Como crece y crece, cambia de prótesis con la misma frecuencia que los zapatos que va acabando por la agilidad que tiene de patear y patear balones.
Actualmente, Samuel y su familia cuentan con el apoyo de bono canjeable por alimentos, y Leyla recibe formación en el Centro de Atención Distrital para la Inclusión Social (CADIS). “Me siento feliz y llena de gratitud de todo lo que he aprendido en el CADIS con el apoyo de las profesoras he hecho cursos de cocina, de cuidadora experta, de velas, de confección y con mi niño hemos participado en talleres”.
Deisy Ramírez, profesional técnica del CADIS comenta: “El trabajo que se viene haciendo con la familia de Samuel, en especial con Leyla, su cuidadora, ha sido de fortalecimiento, en el que se busca visibilizar no sólo a su cuidadora, sino también a Samuel como un ejemplo de vida, él nos enseña que las limitaciones existen solo si uno las crea”.
La familia de Samuel nunca lo limita, él al igual que sus hermanos también debe cumplir con las labores de la casa. Él es muy hábil tendiendo su cama, barriendo y hasta cocinado, que es algo que le gusta hacer. Su mamá también lo alienta a ser lo más autónomo e independiente que pueda, porque, como dice ella misma, no le va a durar toda la vida.
Samuel está cursando quinto grado en un colegio del Distrito, le va muy bien, la clase que más disfruta es Educación Física, y está a la expectativa de pronto iniciar el bachillerato.
Leyla recuerda que a veces lloraba mucho porque no sabía cómo iba a ser el futuro de su pequeño, pero hoy no se cambia por nadie “Me siento muy orgullosa de mi hijo de ver lo valiente, lo fuerte, lo capaz que es, su voluntad para seguir adelante me enseñó que no hay límites”
A Samuel Le encanta la música popular, ama los deportes y en el futuro se ve como un gran nadador paralímpico de alto rendimiento y desde hace un año está haciendo pinitos para ello entrenado con la Liga de natación de Bogotá dos veces por semana en el Centro Felicidad de San Cristóbal.
“Todo se puede hacer en la vida, no dejes de soñar” es lo que nos recuerda Samuel un campeón que reta todos los días la discapacidad con una voluntad inquebrantable y una confianza excepcional con las que logra todo lo que se propone.