Bogotá, mayo 9 de 2017. A los ‘Ángeles de la Calle’ no solo los verás recorriendo, parques, andenes, caños y demás rincones de la ciudad. También están las 24 horas del día al interior de los Centros de Atención para habitantes de calle de la Secretaría de Integración Social. Son casi omnipresentes. Donde haya un habitante de calle, ahí están o llegarán para ofrecerles ayuda.
La labor primordial de los cerca de 400 funcionarios en los centros de atención integral es brindar ese apoyo a los habitantes de calle que aceptan vincularse a estos hogares, buscando ayuda para superar su habitabilidad en calle, minimizando el consumo de drogas y así recuperar de nuevos sus vidas, familias y hogares.
Las labores en la ‘Casa’, inician todos los días a la madrugada. Entre profesionales y promotores se realiza la coordinación de las tareas como: fomentar y salvaguardar el orden y las normas en la casa, seguimiento al aseo personal de los habitantes de calle, cuidado y aseo del hogar. La entrega de alimentos, los tendidos de las camas, la limpieza de la ropa sucia y hasta los seguimientos a citas y controles médicos, o encuentros familiares que puedan tener los huéspedes; entre otras actividades.
Sandra Patricia Rodríguez es un ‘Ángel de la Calle’. Actualmente desarrolla actividades de coordinación general en el Centro de Atención Transitorio, el cual tiene a su cargo un servicio para más de 300 habitantes de calle.
Ella tiene dos hijos, todos mayores de edad los cuales muy poco ve a la semana; pero día a día recibe de ellos el apoyo por la labor realizada. “Mis pequeños se sienten muy orgullosos de mí, siempre me dicen que mi trabajo es muy duro, que no todas las personas tienen ese corazón tan grande para ayudar a los habitantes de calle”, comenta Sandra que por un momento y con una sonrisa en su boca recuerda a sus hijos con mucho cariño.
Con libreta en mano, Sandra Patricia toma nota de las tareas del hogar. Su experiencia como madre cabeza de hogar también le ayuda a tomar las riendas de la ‘Casa’ ya que en muchos casos los participantes se pueden comportar mal o desobedecer las normas.
Tiene a cargo más de 50 profesionales y promotores, a quienes debe asignar tareas, programar talleres, actividades pedagógicas. También escucha a los exhabitantes de calle cuando tienen dudas del servicio, desean solicitar algo o simplemente se acercan para agradecerle por la atención que reciben.
Sandra, aunque tuvo que soportar una separación con su esposo hace algunos años, al mismo tiempo que ejercía sus labores diarias en las calles con los habitantes de calle, siempre estuvo firme en su trabajo. Más que su propia situación personal, era poder llevar una sonrisa, cariño y una mano amiga a estas personas que también lo necesitan.
“Como todas las personas, los profesionales, promotores y líderes tienen sus familias, sus hijos, sus obligaciones y sus problemas. Pero es de admirar como cuando llegan a sus trabajos, lo dejan todo afuera y al cruzar la puerta entregan todo de sí, aportando una ‘granito de arena’ en la recuperación de los habitantes de calle”, comenta.
Recordando historias y anécdota
Sandra Patricia, a sus 46 años de edad, lleva diez trabajando en pro de la atención de habitantes de calle. Nunca llega tarde a su trabajo, considera que es muy importante ser puntual en su jornada ya que la atención no puede esperar. Su experiencia en la Secretaría de Integración Social, la ha desarrollado tanto en los hogares de paso como en ‘Contacto Activo’, este último relacionado con aquellos que ofrecen los servicios en la calle.
Recuerda muchos rostros de exhabitantes de calle cuando por primera vez les ofreció ayuda y hoy gracias a eso, muchos de ellos ya se encuentran compartiendo con sus familias y disfrutando de un trabajo o un estudio. “Había un caso de un hombre habitante de calle que años atrás había ayudado. Él estaba tirado debajo de un puente en muy malas condicione. Era mi labor tratar de cambiar su vida y convencerlo para que se fuera con nosotros a un hogar de paso. Imagínese que el aceptó y después de mucho tiempo me lo encontré hace poco trabajando en un hospital y al verme me reconoció y agradeció”, sentencia Sandra, quien no oculta la emoción que le dio el remembrar ésta anécdota.
En los centros de atención para habitantes de calle, no solo se brindan servicios integrales para la recuperación de hábitos personales como: volverse a bañar, comer nutricional y adecuadamente y descansar en una cama cómoda luego de mucho tiempo estar durmiendo en el piso. Estos ‘Ángeles de la Calle’, en los hogares de paso, son personas que gestionan y organizan miles de actividades para los habitantes de calle. Con su ayuda logran visitar museos, participar en foros, exposiciones culturales, teatro, cine entre otras acciones.
“El proceso de adaptación social y laboral de los habitantes de calle no es fácil y para ello se requieren de muchas herramientas. Acompañar sus ‘duelos personales y emocionales’, recuperar la confianza en sí mismo, superar sus miedos, prevenir las posibles recaídas hacia el consumo de drogas y hasta lograr la recuperación de la familia, son muchas de las grandes labores que con afecto y cariño tratamos de lograr a diario”, menciona Sandra, resumiendo un poco las muchas tareas que realizan estos ‘ángeles’.
En la intervención de ‘El Bronx’, hace ya un año, se atendieron a más de 2.050 personas, que recibieron servicios integrales. Algunos de ellos incluso no conocían los centros de atención del Distrito, ya que poco veían la luz fuera de esta tétrica calle.
Sandra Patricia, así como cientos de profesionales y promotores, acompañó durante casi tres meses a los habitantes de calle en la intervención Distrital. Para ella, acabar con la ‘olla del Bronx’, era algo urgente que tenía que suceder. “Cada día lastimosamente veíamos niños y niñas andar por ese lugar, ingresaban a ‘El Bronx’ y no sabíamos cómo podrían terminar, ¡creo que muy mal! Pero ahí estábamos nosotros, tratando en todo momento de rescatar todas esas personas de las garras del demonio”. Comenta la funcionaria.
Ahora Sandra, solo desea que día a día muchas personas que habitan la calle sigan acudiendo a los centros de atención integral. Ella apoya a los nuevos promotores y profesionales que apenas inician su carrera como ‘Ángeles de la Calle’. Está segura que cada día serán menos habitantes de calle para recuperar, porque sueña en que las personas cada vez tratarán de no caer en esos ‘demonios’ que en algunos momentos se aparecen en la vida.
Aunque muchas veces no los veas, ahí están los ‘Ángeles de la Calle’, muchos de ellos estarán listos en los centros de atención integral de la Secretaría de Integración Social, esperando para apoyar a los habitantes de calle que deseen de nuevo, ‘volver a empezar’.
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