• Alexander Rodríguez es uno de los 77.000 beneficiarios que reciben apoyo en los comedores comunitarios de Bogotá, donde encuentra alivio alimentario y sustento diario.
Bogotá, D.C., octubre 2 de 2024. En el marco de la iniciativa ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’, la Secretaría de Integración Social reafirma el compromiso de garantizar alimentos a quienes más lo necesitan. Un ejemplo de ello es la historia de Alexander Rodríguez, un taxista que recorrió las calles de Bogotá durante décadas, hasta que una enfermedad ocular lo obligó a dejar atrás su oficio. Actualmente él es uno de los 77.000 beneficiarios que acceden a los servicios del comedor comunitario Garcés Navas de la localidad de Engativá.
Desde 1989 hasta 2003, Alexander conocía Bogotá de memoria, sin necesidad de GPS ni aplicaciones. Su taxi, una oficina con ruedas que amaba, lo acompañó en cada recorrido. Sin embargo, una rápida y devastadora degeneración macular lo dejó sin trabajo. Intentó desempeñarse en otros oficios, como la cría de conejos, pero la vista era indispensable, y la suya se apagaba poco a poco.
Desempleado y padre soltero, sin una red de apoyo, Alexander acudió al Comedor Comunitario de Engativá, donde fue aceptado. "Mi menú favorito es el sancocho de plátano, aunque también disfruto mucho las ensaladas. Antes no comía tantas verduras ni tan variadas", comenta con una leve sonrisa mientras disfruta un ajiaco que había anhelado desde que lo olió en la fila.
Para Alexander, asistir al comedor ha sido no solo un alivio económico, sino un respiro en medio de su proceso de adaptación a una nueva realidad. Su historia refleja la importancia de fortalecer y expandir este servicio esencial.
Actualmente, Bogotá cuenta con 115 Comedores Comunitarios, y la meta es clara: abrir 50 más para alcanzar un total de 165, con el fin de que muchas más personas como Alexander puedan encontrar en estos espacios un lugar donde no solo se nutran los cuerpos, sino también las esperanzas.