
• Durante un año, Esperanza Saavedra, una persona mayor y madre cabeza de familia, recibió su ración de comida caliente en un comedor comunitario. Hoy, tras superar una difícil situación económica, decide ceder su cupo a otra persona vulnerable.
• La Secretaría de Integración Social continúa fortaleciendo el programa Bogotá Sin Hambre 2.0, ampliando el número de comedores y beneficiarios en la ciudad.
Bogotá, D.C., mayo 12 de 2025. Esperanza Saavedra, una persona mayor y madre cabeza de familia, llegaba sin falta de lunes a sábado al comedor comunitario ubicado en el barrio Las Ferias, en la localidad de Engativá. Hacía su recorrido desde el barrio Palo Blanco hasta Las Ferias, donde recibía su almuerzo, el cual aportaba el 40 % de los requerimientos nutricionales necesarios, bajo condiciones de calidad e inocuidad.
Hoy, gracias a su superación económica, manifiesta su decisión de dejar el servicio y ceder su cupo a una persona que lo necesite.

“Y es que hoy me acerco a la Subdirección Local de Engativá, porque con tristeza y alegría a la vez, me quiero retirar y dejarle mi cupo del comedor comunitario Las Ferias a una persona que lo necesite, que lo requiera y tenga mayores necesidades”.
Durante un año, Esperanza hizo parte de este compromiso de la administración distrital por garantizar una alimentación integral a la población en condición de inseguridad alimentaria, pobreza, vulnerabilidad y/o fragilidad social, en el marco del programa Bogotá Sin Hambre 2.0 y el Plan de Desarrollo Bogotá Camina Segura.
“Estoy muy agradecida con la Secretaría y el personal del comedor, que no solo nos tratan bien, sino que me permitieron salir de un momento difícil con ese apoyo alimentario”, confiesa la beneficiaria.
Para Esperanza Saavedra, el apoyo brindado le permitió superar una etapa difícil, y hoy afirma con orgullo que su situación ha cambiado:
“Gracias a que conseguí un buen trabajo en una fábrica de empanadas ubicada en el barrio Boyacá Real, puedo salir adelante en compañía de mi hija”.
Para la Secretaría de Integración Social, la pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar una vida sostenible, ya que existen manifestaciones como el hambre y la malnutrición, entre otras.
Ante estas circunstancias, Bogotá cuenta hoy con 117 comedores, más 12 que entrarán en funcionamiento en los próximos días. Todos hacen parte de la gran apuesta del programa Bogotá Sin Hambre 2.0, que continúa implementando transformaciones clave para el fortalecimiento del servicio de comedores comunitarios, dirigido a personas en pobreza extrema, moderada o en situación de vulnerabilidad por inseguridad alimentaria, clasificadas entre los grupos A01 y C09 del Sisbén IV.



